Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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LOS ÚLTIMOS CINCUENTEROS

logoUna comisión reducida del jurado de la final (Javier González, Arantxa Azurmendi, Saray Malo y JAMS), además de elegir los relatos ganadores, hemos tenido la agridulce misión  de repasar los relatos mencionados para elegir los que serán incluidos finalmente en la edición impresa.

Este año, nuestro recopilatorio tendrá el nombre de CINCUENTOS, haciendo referencia a nuestra 5ª edición. Eso ha determinado que nos ajustemos a 50 relatos (más los tres de la Copa)  y por tanto tan sólo ha quedado hueco para 6 repescados. Estos han sido los mejor valorados, y por tanto,  los 6 relatos que incluiremos en la edición.

 

Anatomía del viajero, de Patricia Richmond

Hamlet, de Raquel Lozano

El hombre bala, de Beatriz Carilla

La balística como una de las bellas artes, de Eduardo Iáñez

Viernes, de Anna López

El mote, de Rafa Olivares

 

Se nos han quedado nombres muy importantes para ENTC y personas muy estimadas por estos años con nosotros, pero todas, todos saben que les agradecemos mucho su interés y la buena disposición que siempre muestran hacia ENTC. Y eso sí, conservamos completa la ilusión de verlos en el volumen del año próximo.

Y por supuesto… ¡Enhorabuena a los elegidos!

51 Responses

  1. ¡Uhauuuuuu!De penalty y en el tiempo de descuento, pero también vale ¿no? Felicidades a Paty, Raquel, Beatriz, Eduardo y Anna. Y gratitud para el jurado, difícil papel.
    Os dejo que tengo que ver cómo se llega a San Vicente de la Barquera.

  2. Uuuaaaauuuu!!!!!
    Estoy emocionada. No he podido reprimir un grito de alegría. De penalti, en el último segundo, Rafa, es igual, vale, ya lo creo que vaale.
    Felicidades a todos. Abrazos

  3. No sé ni qué decir porque os podéis creer que no me lo esperaba. Sólo el socorrido, pero verdadero ¡gracias, Juan!
    Y enhorabuena a los compañeros. Un honor estar entre vosotros Raquel, Bea, Eduardo, Anna y Rafa.

  4. Antonia

    Enhorabuena a tod@s. Releídos y disfrutados nuevamente , menos el de Raquel que leo por primera vez, lo cual, es doble alegría.
    Abrazos.

  5. Eduardo Iáñez

    ¡¡¡Bueenoooo, esto sí que es una sorpresa…!!! Me desayuno este lunes con la noticia y me dispongo a comerme la semana entera. Alegrías como esta lo enchufan a uno, más aún junto a tanto amigo y modelo en estas y otras páginas. Gracias a la comisión (menos mal que trabaja más rápido que las parlamentarias) y enhorabuena al resto de ‘cincuentos’, especialmente a Patricia, Raquel, Beatriz, Anna y Rafa. ¡Qué lujo!
    Un abrazo tremendo.

  6. Ton Pedraz

    Sincera enhorabuena a todos los elegidos.
    Ahora solo queda disfrutar de ese libro. Aquí aguarda ansioso el primer comprador.
    Ton.

  7. Reve Llyn

    ¡Felicidades a todos!…el nivel del libro sube aún más con estas últimas incorporaciones. Quedo a la -impaciente- espera de tenerlo entre mis manos.

  8. Esther Cuesta

    Siempre es triste por los que se quedan fuera, pero es que el nivel no para de subir, así que muchísimas felicidades a todos, a los de dentro y a los de fuera. Y al Jurado, que siempre le queda la labor más ingrata. Nos vemos pronto.

  9. Acabo de chivármelo Patricia Richmond. Si hoy ya estaba contenta por motivos ajenos a la escritura este notición hace que mi día sea redondo, tan redondo como los CINCUENTOS. 😉
    Gracias a todos, gracias Juan.
    Abrazos!

  10. Me gustaría decir un par de cosas respecto a este hilo. Es una opinión y vaya por delante que respeto (o intento) todas las sensibilidades. Creo que la integridad de Rafa como persona está fuera de toda duda y estoy seguro que bajo ningún concepto ha escrito el relato con la motivación de menoscabar a nadie. Me parece un excelente relato, igual que me lo parecería si lo hubiera vehiculado cambiando el género. El relato de Rafa, a mi entender, tiene el mismo derecho que cualquier otro de los seleccionados a estar en el libro, y así lo espero. Escribir es ficcionar. El que maltrata a una mujer no lo hace por leer historias en concursos literarios, lo hace bajo la inamovible condición de ser una mala persona (por no utilizar otro tipo de perifrasis). Un abrazo.

  11. Cristina Requejo

    Un escritor ha de escribir sin emitir juicios y, por supuesto, sin ningún tipo de prejuicio, igual que el lector debe leer, o al menos intentarlo, teniendo en cuenta las mismas consideraciones. Rafa ha escrito un relato, es ficción y, es más, aunque no lo fuera y hubiera recreado una historia real, no está haciendo apología de nada ni denigra a la mujer. Como mujer y como lectora, pienso que se está sacando de madre este asunto, y lo digo con el mayor de los respetos.
    ¡Cuántas obras habría que mandar a la hoguera si pasáramos el mismo rasero por ellas!
    Un abrazo. Y a seguir escribiendo 🙂

  12. Ana, vaya por delante que no me he sentido atacado personalmente por tus comentarios; no encuentro motivo para ello.
    Se ha escrito muchas veces por aquí, que a partir de que un relato se publica ya no es de su autor sino de cada lector, que lo interpreta y lo valora como quiere. Perfectamente lícito y legítimo, ahora bien, atribuirle una intencionalidad ya entra en el terreno de lo gratuito y especulativo, y encontrar una relación con los abusos o la violencia doméstica resulta, cuanto menos, retorcido. Pretender, además, que el resto de lectores y el jurado -con la que ya tiene- compartan ese análisis y esa valoración ya roza con la idea del Pensamiento Único.
    Cuando alguien trata de escribir un relato en clave de humor, debe partir de la premisa de que no agradará a todos los lectores; y ello porque siempre habrá quien no sepa, no quiera o no pueda desprenderse de determinados prejuicios, ya sean morales, raciales, políticos o de cualquier otro tipo. No aspiro a cambiar esta circunstancia, pero desde luego no voy a aceptar, como escribidor -no me sale la otra palabra cuando hablo en primera persona- ni como lector imponerme una autocensura previa.
    Aunque polemizar sea la segunda cosa que más me gusta en esta vida, ya doy por zanjada esta discusión.
    ¡Ah! Me ha encantado lo de «impecable», pero también resulta excesivo.
    Un abrazo.

  13. Ana Fúster

    Con relación a la polémica generada por el relato de Rafa, me lo he releído un par de veces y sólo puedo decir que no veo en él apología de la violencia de género ni la menor falta de respeto hacia la sexualidad femenina. Tampoco siento que me denigre en absoluto como mujer, ni a mí ni a nadie de mi género. Me parece un micro ágil y bien escrito, con el toque de humor irónico/ sarcástico que caracteriza a su autor y me alegro de compartir páginas con él (entiéndase «él» aquí como relato y autor).
    Convendría pararnos a pensar si cada vez que uno de nuestros personajes se suicida estamos haciendo apología del suicidio, si cuando escribimos sobre abusos a niños defendemos la pederastia, etc. Bastantes obras se han perdido para siempre en las hogueras que menciona Cristina, hechas más de prejuicios que de llamas, como para que nosotros mismos, escribientes confesos, nos autocensuremos o pretendamos censurar obras ajenas.
    Viva la literatura libre.

  14. Ernesto Ortega

    Felicidades a los repescados y a los cincuentos restantes. Va a quedar un libro muy majo. Voy a ver como va la copa.

  15. Pues a mí me encanta esta polémica y pienso que puede enseñarnos mucho si conseguimos llevarla por los caminos de la reflexión, aunque sé que es muy difícil no ser visceral cuando nos enfrentamos a este tipo de temas. Hay muchos aspectos implicados en ella y me gustaría hacer algunas reflexiones.

    1.- Me parece que, como señala Rafa, la forma en la que entendemos (y practicamos) el sentido del humor tiene mucho que ver en el asunto. Cuando las cosas nos duelen, es muy difícil echarles una sonrisa. Yo, por ej, no soporto los chistes de gordas, porque en mi familia alguien sufrió mucho por este asunto. Si fuera por mí quemaría en la hoguera todo fragmento de obra literaria que hiciese burla de las personas obesas. Sin embargo los chistes sobre gallegos me hacen sonreir y otros les enferman. Los entiendo, muchas personas sufrieron lo indecible por los prejuicios, pero por otra parte el humor (el de gordas, el de gallegos, el de mujeres promiscuas) es una liberación para el mundo. ¿Debería tener límites el humor? Debo reconocer que pienso que sí. Lo que no sé es donde deberían estar, ni creo ser yo la que deba decirlo. Es demasiado complejo para reducirlo a un «Esto ofende» «Esto no ofende».

    2.- Es raro que nadie haya visto en el relato una reivindicación de la liberación sexual femenina, en lugar de un ataque. Pistas lingüísticas hay (sobre todo en la primera parte). También podría alguien entender que son los hombres los que salen mal parados, al no existir ningún personaje masculino capaz de aceptar y admirar a una mujer consciente y orgullosamente promiscua. ¿Es el relato el que impide estas interpretaciones o son nuestros prejuicios los que las impiden (pregunta al aire)?

    3.- Micromachismos. Estereotipos sexuales. Que tire la primera piedra el que no haya reproducido esto en alguno de sus textos. Y aunque es cierto que la censura y autocensura es terrorífico, tampoco estaría de más ser conscientes de la cantidad de micromachismos y estereotipos que reproducimos. De momento esta polémica me ha llevado a pensar sobre esto y ahí su utilidad.

    Por si alguien quiere discutir un poco. Aunque no sé yo si el tema se habrá agotado, que siempre llego yo tarde a los asuntos.

  16. Hola, Luz. Tu detallado análisis me invita a volver sobre el tema, que no pensaba hacerlo. Y lo que quiero hacer comprender aunque sé que es imposible dado lo variado y complicado que es nuestro (el mío y el de cada uno de vosotros) mundo interior es que la ficción y el sentido del humor no se pueden arrinconar/censurar/delimitar. El escritor de cuentos no puede pensar: «uy, a ver si molesto a alguien, qué mal». Pues entonces no escribiría más que ñoñeces.
    En los cuentos y relatos siempre salen gordos, calvos, suicidas, malas madres, psicópatas… Que alguien me explique cómo sale adelante un argumento con personajes enfrentados si uno de ellos no hace el hijoputa.
    No habría crisis ni nudo. Sí saldrían relatos babosos, sin interés.
    O igual lo mejor es que no existan nuestros monstruos cotidianos. ¿Pero sería este un mundo mejor?
    Aprovecho vanidosamente para pegar aquí un micro mío que habla sobre el tema.
    Un beso a todos los que os habéis atrevido a comentar.
    A SALVO

    Salen sigilosamente de las habitaciones de sus hijos con la conciencia tranquila. Gracias a los cuentos que inventan para ellos, a Lucía y Daniel nunca se les aparecerán en sueños brujas que ceban con turrón a los niños para luego zampárselos, nada de eso. En sus relatos, los bosques son los lugares más seguros del mundo para salir de paseo, sin lobos ni madrastras ni manzanas envenenadas.
    Cuando el silencio invade la casa, Lucía despierta a su hermano. Juntos vacían cajones y revisan armarios hasta dar con los dos monstruos amordazados. Entonces les liberan de sus ataduras y, consolándoles, vuelven a dejarlos debajo de sus camas

    1. Lo había leído y me encantó, pero ahora me ha gustado más todavía, Susana. Y viene muy a cuento, porque es verdad que la imaginación necesita de los monstruos. Y la ficción narrativa. Los que escribimos micros tenemos además dos problemas añadidos para ser «políticamente correctos» o buscar cierto tipo de «compromiso moral», que a mi juicio son: 1.- Necesitamos mucho impacto y la violencia (de todo tipo) es impacto. 2.- Queremos romper las expectativas y los estereotipos, pero por otra parte los necesitamos muchísimo para que el lector complete el sentido del relato. Si yo digo «Javier se hizo una trenza» el lector pensará inmediatamente algo raro de la trama. Y casi nunca me sobran palabras para anular esta suposición.

      ¡Un abrazo enorme!

  17. En primer lugar quiero felicitar a todos los que vais a estar en el libro, es un premio y un privilegio aparecer en él.
    Respecto a la polémica sobre el relato de Rafa, creo que no cabe duda sobre lo que sentimos y le incluyo a él, acerca de la maldita realidad del maltrato y el machismo que se ha cebado con las mujeres.
    Pero Rafa ha escrito un relato, que queramos o no, retrata una época de nuestro pasado no muy lejano.
    Los relatos son ficción y muchas veces, en este caso juzgo por mí, no retratan al autor.
    Yo creo que es un buen relato, marca de la casa Olivares y no veo que haga apología de nada. Por esa regla de tres no debería haber relatos de crímenes, corruptos etc y los autores de esos relatos no son asesinos…
    En fin, escribimos aquí donde hay un jurado y este ha elegido. No pretenden agradarnos, sino elegir.
    Así pues, felicidades a todos y disfrutad vuestro éxito.

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