Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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66631. LA LEVEDAD DE LA PUREZA, de Raquel Ferrero

Atardece y su piel es tan blanca. Me excita. Sus frágiles manos juegan con las aguas cristalinas del estanque. El sol, vencido, irisa su negro pelo. Sus pechos incipientes reaccionan al frescor de la tarde. Negro pelo, blanca piel. Todo está en ella, se lo voy a arrebatar. Me acerco muy despacio. Jadeo. Apenas rozo su pelo, su espalda, su vestidito blanco. No hay nada tan brutal y hermoso como destruir la perfección. Oprimo su cuerpecito contra mi brasa enloquecida. Ahogo su miedo con mis manos. Saboreo la deliciosa fruta. Apenas un gritito ante tanta inmensidad. Mientras la poseo, en un estertor que se confunde con el deseo, su corazón deja de latir. Atroz.

81 Responses

  1. Dios, ¡qué brutal!
    Imagino la escena y tiemblo porque a pesar de que pueda parecer ficción ese tipo de bestias existen.

    Gran relato amig@ anónim@.

    Un abrazo, leve y desde lejos, y mucha suerte.

  2. Anonymous

    Gracias, Towanda. Ha sido muy difícil meterme en la piel de un ser aberrante. Pero en eso consiste escribir ¿no?. En traspasar nuestros propios límites y poseer a nuestros personajes para que hablen. Besos.
    P.D.Bruta, o bruto ¿no?

    1. Anonymous

      Borro la postdata, es que soy cort@ de vista y confundí la «l» final con el signo de admiración. Cosas de la edad

    1. Anonymous

      Gracias, anónimo. Si te enganchó, objetivo conseguido. Lo que más me costó fue ajustarme a esos malditos 666 caracteres. Ah, y lo más desagradable respirar a través de semejante personaje.

  3. Me pareció duro el cuento que escribí para las princesas. Voy a tomar un poco de aire antes de ponerme a trabajar.. En cualquier caso, muy buen cuento.

    1. Anonymous

      Mi cuento de la princesa era más jovial, para compensar se me ocurrió pasarme al lado oscuro. Y creo que manché de negro. Gracias por tu tiempo y tu comentario.

    1. Anonymous

      Me alegro que te haya gustado. Ten cuidado, estos personajes suelen invadir de verdad, posesión lo llaman, hoy mismo en el hospital habia una chica gritando a gritos: «Oh, Lucifer, Lucifer». Mejor escribirlo que vivirlo, te lo aseguro. Muchas gracias por tu comentario

  4. Anonymous

    Me has puesto los pelos de punta. Está tan bien escrito que me asusta. No me gusta la impotencia frente a la maldad. También me he emocionado, pero ¡me dan ganas de llorar!.
    Después del aberrante saolín no quiero ni imaginarme a una niñita. Breve y contundente.
    La niña descrita de forma preciosa

    1. Anonymous

      La sublimación del mal es para algunos una religión. Es triste, para cada vez hay más tarados. Se esconden tras una imagen que no tiene nada que ver con el estereotipo del delincuente. Pero esto es sólo «literatura». Besos y muchas gracias

  5. Anonymous

    Ha sido uno de esos relatos que preferí no pensar de qué escondido lugar de mi imaginación había salido. Gracias, Susana,por comentarme. Un beso.

  6. Ignacio Daniel Uranga

    El cuento me parece un vómito forzado. Lo de la brasa enloquecida tiene que ser el cerebro. Lo de poseer ni pega. Es artificial, sucio, una aportación pseudoliteraria a una revista porno.
    Todo lo anterior es mi opinión sobre el relato.

  7. A mí lo de la brasa enloquecida me parece el cuerpo o el sexo. Discrepo de que no pegue poseer. No sé si es artificial, pero el arte, en principio lo es. Sucio no me parece, me parece brutal por la acción y la intención y por la víctima. Porno si hubiera palabras muy explícitas o mal sonantes y aún así podría no serlo, si no las precisas para el tema. Ya sobre lo de pseudoliterario se habló otro día y quizás si se pudiera debatir.
    Por supuesto es mi opinión sobre tu opinión del relato.

    1. Anonymous

      Hola, Antonia, creo que has rebatido con acierto el comentario de Ignacio, opiniones hay tantas como personas y más, si se hacen desde el respeto, genial. Un beso y gracias.

  8. Pues siento decir que no me gusta este relato, porque me ha encogido el ánimo y porque no me suena a «ficción», si no a una escena real de una violación terrible, ni más ni menos… ¡ y a una niña!.
    Comparto la opinión de Ignacio Daniel.
    Un saludo

    1. Anonymous

      Hola Rosy, siento desilusionarte, pero el relato es pura ficción, puedo entender que no te guste, pero me cuesta creer que pienses que he vivido esa experiencia en carne propia.
      Si te lo has creído, es que he conseguido que te lo creas, nada más. Gracias por comentar. Un saludo

    2. Entiendo lo que dices, yo últimamente hasta «mato» jeje, pero leer tu micro para mi, ha sido muy desagradable, porque más que una narración, se me antoja un suceso del antiguo «El caso», o peor, la confesión del hombre que se sienta en un banquillo y ¡narra lo que le hizo a la víctima!. No sé si me explico. Quizá porque soy madre, y hay tantos casos iguales al que tú nos cuentas, que estoy muy sensibilizada.
      Sé que el escritor, nada tiene que ver con el protagonista, no hace falta ni que lo aclares.Y tengo que darte la razón… has descrito la inocente fragilidad de un cuerpecito y la perversa brutalidad de un degenerado, de forma tan magistral, que me lo he creído. Por lo demás, no pienso desearte suerte, con este micro la tendrás, ya que es el más BESTIA de todos los que he leído. Y esto aunque lo parezca, va sin acritud.
      Un cordial saludo.

  9. Quería rescatar el primer comentario que hace el autor/narrador:
    «Ha sido muy difícil meterme en la piel de un ser aberrante. Pero en eso consiste escribir ¿no?. En traspasar nuestros propios límites y poseer a nuestros personajes para que hablen». Estoy de acuerdo al cien por cien con estas palabras. Meterse en la piel de un ser tan atroz no es nada fácil y para mí (el/la autor/a) lo consiguió.

    Cada cual tenemos nuestra propia opinión y todas son respetables.

    Un abrazo para tod@s.

  10. Anonymous

    Sin imaginación no existe nada cine , literatura, pintura etc…
    No hay que confundir al autor con el personaje, el relato es sobre La Bestia y creo que no hay mayor Bestia oh quizá si depende de tu imaginación.
    Para la crudeza y dureza del relato se agradece su lenguaje poético,engancha de principio a fin y por lo que veo no deja indiferente.Enhorabuena Anónimo
    P.D. ya lo decían hace muchos años La imaginación al Poder.

  11. Un relato que levanta esta polémica será por algo. Y no es por su lenguaje soez ni por sus escenas explícitas. Solo por un segundo imaginad que es un micro del tema «espejo». ¿A que cambia la percepción?
    Creo que algunos cuentos (o comentarios) nos encienden a los lectores, y creo que como escritores deberíamos buscar justo eso, incendiar.
    Límites, los que cada uno se quiera imponer, sin avasallar. No impongamos credos en la escritura amateur, por favor.

  12. Ignacio Daniel

    Juan:
    Puede ser que en comentario al que aludes me expresara sin la suficiente claridad. Intentaré ahora explicarme mejor.
    No me molesté por lo que dijeron a Soritios, y le defendí por las siguientes razones:
    1-Me conmovió que reconociera la intervención de la hija en la corrección de sus relatos. Fuera una muestra de humildad que me pareció encomiable.
    2-Aquí todos sabemos de las limitaciones lingüísticas de Sotirios para expresarse en uno de los idiomas del Estado. Parece lógico disculpar que, dada su procedencia griega, no domine a la perfección el castellano.
    3-No obstante, si te apetece releer mi escrito de entonces, comprobarás que yo también incidí en sus problemas de redacción.
    4-Creo que tiene un mérito especial que, a pesar de su diferente cultura lingüística, alcance un nivel, a mi juicio, lo bastante elevado como para que se le entienda en lo principal de lo que dice.
    5-Nunca me incordió la crítica que se le hizo, pero sí que se realizara bajo el anonimato. En este punto, y vinculado con el inicio de éste escrito, debo decir que mi repulsa a quien habla desde las sombras quedó bien explicita. Y por lo tanto tu comentario adolece de credibilidad para mí.

    Respecto al doble rasero: sinceramente, no entiendo qué dos substancias rasé.

    El fondo de la cuestión es que, según tu opinión, vomité una crítica al cuento de la bestia. Tengo que darte la razón; vomité.

    Te comento: el acto de vomitar es la consecuencia de un reflejo corporal sobre una ingestión que el vientre entiende dañina. Es tan natural como no reprochable. Ahora bien, yo dije y mantengo que la narración comentada fue un vómito provocado. Hay una diferencia entre el caso general y el suyo particular: la voluntariedad del acto.

    Aprovecho para contestar a los otros opinantes sobre mi crítica:

    No tengo el más mínimo interés en criticar por criticar. El autor me contestó de forma correcta y yo quedo reconocido por su respuesta. A él, si lo estima conveniente, puedo argumentar las razones, literarias, que me llevaron a opinar como hice.

    Ocurre que él es ahora un forzado anónimo y yo me puedo permitir escribir con mi nombre. Creo que él está, de alguna forma, limitado por las reglas de la convocatoria y yo no. No me parece justo, pero, repito: si él quiere, por ejemplo por medio de Jams, estoy dispuesto a justificar mis críticas literarias.

    Otro tema es la distinción entre escritor, narrador, y actor. No viene a “cuento” que se mencione al tercero. Ni he hablado, ni he pensado, en la profesión de actor, por lo cual no es pertinente que se me enseñe qué hace un señor o señora interpretando un texto que le han escrito.

    Quedan dos: escritor y narrador. Dudo que se me pueda reprochar nada referente a mis opiniones sobre el escritor. Que yo sepa, ni por alusiones, he dicho nada del autor del micro que tanto me disgusta. No tengo criterio, ni derecho, a juzgar a nadie en cuanto persona. Única y exclusivamente he dado mi parecer sobre un texto. Es más, por el interés en no desprestigiar a nadie como autor, es por lo que he silenciado cuáles son las razones literarias, que me conducen a decir que es un relato “forzado”.

    Más cosas de las que me acuerdo:

    Lo de la imaginación. Es necesaria, es vieja idea. Me acuerdo de otra: los sueños de la razón producen monstruos.
    Para mí admirada Antonia: Touché.
    En general. No todo vale. Pero si todo se admite; también sirve toda crítica.
    Sobre la pornografía; particularmente a Juan: las cosas, los actos, las palabras, no son obscenas por si mismas. Por ejemplo: una blasfemia adquiere una connotación molesta si se pronuncia en una iglesia, salvo que se quiera herir gratuitamente a todos los feligreses presentes; en cambio, en una partida de mus, sólo molestará a unos pocos, o ninguno de los otros tres jugadores.

    Si se me olvida algo estaré dispuesto a contestar.

    Sabéis lo que ocurre…el cuento lo escribió una mujer. Por eso las piezas no encajan.

    1. Angel

      Gracias por tu contestación, Ignacio, me doy por enterado, pero soy Ángel, no Juan. Si tengo algún día algún pleito, contrataré tus servicios, seguro que ganamos. Un saludo.

  13. Sotirios no es humilde, nada más lejos, pero sí es sincero y por eso dijo que su hija le corregía los textos, por el uso del lenguaje.
    Besos a Super-Soti je, je .

    1. Sotirios.

      Antonia, como voy a ser humilde si soy el mejor cuentista de la historia de la humanidad. JA , JA ,JA , siempre fui muy humilde está en mi naturaleza. Un beso a mi mejor amiga, Sotirios.

  14. Sotirios.

    Tengo la obligación de criticar este cuento. Me parece muy bueno te da escalofrío y repugnancia quiere decir trabajo conseguido. En Octubre cita con la muerte colgaré uno de terror que eso parecerá la blanca nieves con los siete enanitos. Les aviso por ahora para tener los d… puestos cuando lo leéis o por lo menos la bolsa de vomito. También les aviso que me gustan todos los estilos de relato en septiembre colgaré uno de estilo sórdido (si jams no me lo hecha afuera) me gusta experimentar y buscar siempre nuevos horizontes. Un fuerte saludo a todos , Sotirios.

    1. Olé tú, Susana Revuelta, olé tú.

      Tampoco entiendo por qué se sabe el sexo del autor o autora, ¿es que alguien lo ha dicho?

      Si hay polémica es que el relato funciona, para bien o para mal, no deja a nadie indiferente.

  15. Eso mismo es lo que intento defender, Towanda. El relato que no pierda protagonismo con tanta discordia, eso lo primero. Y el comentario provocador de Ignacio Daniel que quede a nivel de crítica constructiva, que ya se esfuerza el hombre.

  16. Ignacio Daniel

    Apreciada Antonia, tus comentarios son siempre puntillosos, también son siempre pertinentes, y las más de las veces de una dulce ironia. No pretendí otra cosa que manifestar mi rechazo al fondo y a la forma del relato que comentamos. Respondí deprisa, sin medir las palabras, pero en mi ánimo estaba no ser demasiado contundente. No merecen otras consideraciones el cuento en cuestión; pero quiero decir que de haber tenido tiempo para meditar mi primer comentario éste hubiera sido mucho más duro.
    Te respondo a tí a partir de ahora.
    Sé lo que es una brasa, creéme. Además sé lo que es un pene en erección. Pienso que existen diversos niveles pornográficos, desde el nivel primario que llamaré erótico al aberrante que no voy a mencionar. Una frase que contenga «brasa encendida», a mi juicio, ridícula y vinculada al porno de los alevines. Algo así como «labios de miel» para una aplicación bucal en el contexto al que hago mención.
    Respecto a lo de poseer: no creo que este sea el lugar para hablar del concepto de poder y de la tenecia y disfrute de un bien avasallado. No obstante, si es de tú interés, estoy dispusto a debatir sobre éste tema.
    No participé en el debate sobre pseodoliteratura pero, al igual que antes, quedo a tu disposición.
    Por último, sucio; valga… repugante.
    Saludos.

    1. Por favor, que alguien me explique el porque´ya había leído este comentario esta tarde y ahora aparece a las 22,16 de hoy.
      Gracias, o tendré que averiguar otro misterio como el del sexo del autor del escrito.

  17. Ignacio

    Jams.
    No entiendo cómo puedo haber enviado el mensaje anterior a las 22:16. Aunque soy hombre, me es imposible teclear aquí y a la vez tomar vinos en la calle al mismo tiempo. Acabo de llegar y estoy friendo pescado. Tres cabrachos pequeños y dos jargos también pequeños.
    Quisiera que lo eliminaras, pues es una repetición de uno anterior y ahora no procede.
    Gracias.

    1. Igancio ¿ves lo que te pierdes por no ser mujer? Yo tecleo, me tomo vinos en la calle, si es que llevo el portátil. lo de los cabrachos y los jergos me gusta, aunque sean pequeños, eso no lo hago yo aunque sea mujer , más que nada porque no sé como son, pero los buscaré en internet.
      Ahora entiendo el mensaje de Begoña que me traía loca. Sobre la aparición desaparición de los mensajes ya ves, eso va a ser que internet es femenino y nada encaja.
      Tomátelo a broma y relájate que la vida es sueño, y por ahora calor.

      Saludos.

    2. Que no Antonia, que mi mensaje no era subliminal ni se refería a que desaparecen los mensajes, la intención era templar animo con una absurdez,y preguntarle por los pescaidtos que sabía que iba a preparar y ademas es que ayer perdí las llaves de casa en la playa, ya sabes , ¿ Donde están las llaves ….? Y Antonia, apúntate una de las que yo suelo poner y tu coleccionas jejejeje, sin maldad eh; Bonito palabro «Igancio»

  18. Ignacio

    Antonia, Susana, Towanda, la paciencia es una virtud.
    Rancio, machista, risas emboscadas, son descalificaciones ad hominem.
    Antonia, considero un insulto -porque te considero a tí- que me llames machista. Si ha lugar comprobarás cuán equivocada estás. Que aún no te hayas apercibido de que no lo soy me llama la atención. Eres una mujer reflexiva.
    Creo que yo no he hablado de literatura de hombre y de mujer; y creo que el relato en cuestión está escrito por una mujer.

  19. Ignacio, a tu manifestación : «Sabéis lo que ocurre…el cuento lo escribió una mujer. Por eso las piezas no encajan.» he dicho: «o es una broma, y hay que tener valor o eres machista «.
    Otra cosa es que argumentes el porqué opinas eso, pero puesto que no lo has argumentado, no puedo adivinarlo, y sin embargo dices que te llamo machista, cosa que no he hecho, sino que he dado dos opciones, esperando lo aclararas. Quizás si reflexionas sobre tu comentario y el mío, comprenderás lo que cada cual ha dicho.
    De las risas o no yo no me hago responsable.De lo mío sí.
    Y efectivamente, no has hablado de literatura escrita por hombres o mujeres , cosa sobre la que se podría opinar o debatir, si no que has dicho que no encaja por haber sido escrita por una mujer, Y de eso, cada cual pueda sacar la conclusión que considere. Yo saqué la mía, pero te concedí el beneficio de la duda.
    Espero puedas explicarte si así lo deseas, porque te considero inteligente y eso lo expresé también en mi comentario.
    En fin, me molestan los malos entendidos sean por mi parte o por la de otras personas. Creo que hablando podemos llegar al entendimiento.
    Saludos.

  20. Ignacio

    Antonia, me extrañó cómo lo dijiste. Parecía que emulabas la redacción del griego. Dudé, pues no me encajaba. Fue después, bajo el estímulo del caballo y de la caballa (rico pez), y también por los efectos del ribera (excelente vino), cuando me ofendí.
    Tienes razón, la frase que resultó molesta era la que calificaba el relato por ser de autora. Pero, bien leída, dice que las piezas no encajan por estar escritas por una mujer; no que las mujeres escriban textos que no encajan, o algo parecido.
    No puedo, por el momento, explicarme mucho más; sólo que, analizando el texto, me apercibí que se daban en él múltiples errores en la trama, y que eran debidos a una peculiar solución para la necesidad de ajustar al número 666 las palabras del texto.
    En el fondo mi crítica al cuento es una queja a quien, ante un tema desagradable para mi entender sobre hombres (o diablos) y mujeres (o niñas), lo trata sin la suficiente enjundia. Cualquier cronista hindú, hablaría del asesinato después de una violación, con mejor delicadeza. Las relaciones entre niñas que poseen virtud y los libertinos (en el sentido decimonónico), están mejor documentadas en Sade y aunque, al menos a mí, me repugnen, en modo alguno me siento agraviado por cómo se cuentan; de las de entes diabólicos y maldad telúrica, prefiero al escritor ruso.
    Saludos.

  21. Yo no sé quien ha escrito el relato, si hombre o mujer, me parece entender las razones que pueden llevar a Ignacio a pensarlo, pero creo que un hombre también podría ‘recortar’ según que cosas y observar la escena desde otro ángulo en su afán por no parecerse a su personaje. Creo que lo de ‘la brasa’ ha sido traído a colación para cumplir, quizá junto al atardecer (supestamente anaranjado, aunque no se describe)el requisito de que el rojo estuviera presente, como pincelada. A mi me ha espeluznado como a muchos, asqueado tal vez, porque no apetece imaginar la escena que plasma y mucho menos verse involucrado en ella de algún modo. Lo que está claro es que es bestial (muy, excesivamente, etc, según la sensibilidad de cada cual) bestial lo cual se ajusta a la convocatoria. Yo al que me imagino es al autor/a, después de leer tanto comentario en uno y otro sentido, incluso especulando con su sexo y me pregunto si estará satisfecho/a de que su texto no haya dejado indiferente o, por el contrario,un poco arrepentido/a por levantar semejante polémica. Quedan pocas entradas al blog para llegar al número de la bestia y por tanto, pronto se desvelará su nombre. Saludos

  22. Eva, de las polémicas no puede sentirse responsable el autor/ora. De su escrito sí.
    Ignacio, me alegro de que no te consideres ofendido, pero a mí, lo digas como lo digas, sin que lo argumentes mejor, me da lo mismo, lo mismo me da, que digas que no encaja por lo ha escrito una mujer, o porque lo ha escrito una mujer no encaja. Si empezamos con las comparaciones, malo. Ni el autor/ora es cronista hindú, que se sepa, ni Sade, de eso estoy segura. Por mí esto está ya agotado, salvo que vuelva a tener el gusto de responder a algún comentario tuyo. Saludos.

    pd. Cierto que quizás mi forma emulara a la» del griego» como tú dices, o sea mi apreciado Soti, pero en cualquier caso el resumen es que no me parece que tengas un perfil machista, pero no puedo hablar nada más que de lo que leo.
    Lo de la caballa fue jugar con las palabras por jugar, nada que fuera dirigido a ti ni a nadie. Me gusta el juego.

  23. Ignacio

    Anónimo,….,…., varón. No entiendo para qué nececesitas tanto trabajo si sabes de antemano todo sobre un autor. Parece incoherente tanta molestia inecesaria. Yo no precisé de tamaño esfuerzo. Te adelanto, en primicia, que la autora es una mujer joven.

    1. Ignacio

      Pintaba bien. Era recio y tuvo problemas. En su momento perdió clientes, caudales y prestigio. Describió con el pincel fea a la reina, o al rey, que también era feo. Eligió el negro para que nadie olvidara lo obscuro. Cometió errores y acertó en lo principal las más veces. Supo defenderse, aunque fue vituperado, amenazado y obligado al exilio. Murió honrado; acaso satisfecho de abrir los ojos a sus contemporáneos.

  24. Hice uno de los primeros comentarios y no había visto los ulteriores hasta hoy.
    Me lo he pasado muy bien leyéndelos. Pena que se hayan borrado algunos. Pediría al administrador que los repusiera.
    En cuanto a la persona que lo ha escrito, que yo si sé quién es, y respeto su voluntad de hacerlo como anónimo, ¡Olé! Eres muy grande. Lo has demostrado con creces.

  25. Este relato es similar a otro que ya se escribió más abajo, sobre la bestialidad del abuso por internet.
    Sólo he leido ciertos comentarios muy por encima. Luego los reviso. Pero me ha quedado clavado eso de «vómito de relato». No estoy de acuerdo.
    Creo que es un relato brutal y atroz, efectivamente. Pero supongo que el autor no está haciendo ningún tipo de apología, sino, como el que más abajo ya fue comentado en su día, una descripción de una BESTIA de la peor calaña. E interpreto que busca una crítica feroz del comportamiento del protagonista, no de su escrito, que puede gustar más o menos, o ser más o menos apropiado, pero no deja de ser un relato, y no una biografía, lo que doy por hecho.

    O si se prefiere, vamos todos rápido-rápido a tirar piedras a Stephen King, que lleva años escribiendo auténticas burradas. O a Modesto, que ha pedido «que se mueran los feos». Y yo soy feucha. Y ahora me enfado y no respiro, como Obelix, hale!

    Por cierto, Cuenton, es anónimo porque eso forma parte de las bases del concurso, en este caso.

  26. Bueno, pues ahora he leido los comentarios. Pena es que algunos se hayan borrado o hayan sido eliminados, puesto que me quedo a medias. Creo que se os ha ido un poco de las manos y que es muy desafortunado, muy poco literario y nada educado, lo siento, el comentario de Ignacio de que el relato lo ha escrito una mujer… no me acuerdo como sigue. Y los vanos intentos de justificación no lo mejoran, sino que lo empeoran.
    Además te muestras contumaz incluso después de que el propio autor te diga que es un hombre que calza un 42.

  27. Y tampoco me ha gustado esa referencia al modo de escribir «del griego». Ha sido un total falta de respeto. Me da igual que luego intentes justificarlo con la peroratilla de que admiras su afán de superación y no se qué más…

  28. Aurora, je je, que puedes seguir. Yo te voy a leer por fascículos. Mira, de acuerdo en casi todo. Yo creo al autor, pero eso de que calza un 42 no me parece creíble.Pero verás tú, que al final va a ser un hombre…….
    Abrazos y esperando tu comentario 🙂

  29. Resultó que era mujer.¡ Cualquiera lo hubiera adivinado! escribía como si fuera un hombre. 😛
    Ana, me gustó tu comentario sobre la rabia. Ahí pusiste tu psicología pura. Abrazo.

  30. Raquel

    Gracias a todos por vuestra atención, alucinada me habéis tenido con la polémica. Me ha costado estar calladita,la verdad. Besos a todos y al jurado por su dedicación.

  31. Felicidades, leí el relato y no había visto la polémica que ha generado, ni he leído los comentarios anteriores.
    Yo encuentro que es un muy buen escrito, hace sentir angustia al lector por la crueldad del protagonista en contraposición a la fragilidad de la muchacha.
    No encuentro nada reprochable, ni en el contenido ni en la forma.
    Reitero, enhorabuena por tan buen relato.
    Besos

  32. Nieves martinez menaya

    Felicidades Raquel.!!! No nos habías dejado indiferentes. Volvemos a leerlo y hay muchos aciertos de intención, que es lo que cuenta.Me alegro

  33. Enhorabuena Raquel. En su día leí el relato y me impactó, es de los que eriza la piel y levanta polémicas, eso en un autor es todo un logro. Ahora a disfrutar de la mermelada.
    No sabría decir por qué, pero yo también pensé que estaba escrito por una mujer.

  34. Ignacio Daniel

    Es curioso que sólo una persona Eva G.M. se preocupara por interpretar mis razones para atribuir el cuento a una mujer. Atinó bastante.
    Los hombres suelen tener una percepción visual del sexo. Por ello, las actrices porno de ojos claros son muy valoradas. En su iris se distingue bien la dilatación y contracción propia del placer y del deseo; mejor que en las de ojos morenos.
    Según éste criterio, es difícil que el hombre-diablo se excitara por los pechos incipientes de un niña…tumbada boca abajo.
    La autora tuvo problemas con el número de caracteres. La primera frase de su cuento lo demuestra. Dudó entre los binomios estanque-fuente y pies-manos. Y su elección, obligada en un cuenteo de caracteres, dio como resultado que, o la niña era dueña de unas articulaciones en los hombros propias de un circo, o para tener las manos en un estanque debería estar tumbada boca abajo.
    Hay otros asuntos de posicionamiento de cuerpos, el de la niña y el del hombre, que ya no me apetece explicar, que dan lugar a, por ejemplo, un complicado estrangulamiento.
    Un hombre o una mujer, cuando escriben demasiado rápido, comenten errores que restan credibilidad a la narración. Ésta puede tratar sobre fantasmas o sobre peces que vuelan en la estratosfera, convencionalmente el lector se hace cargo, pero si además los fantasmas tienen cuerpo o los peces beben vino, hay que ser muy ducho en la materia de escribir para no plantear absurdos.

    1. Analizaré con tiempo y ganas las posturas creíbles o no de los personajes de la historia. Ahora digo que es distinto decir me parece que no es correcto esto y esto y lo otro a decir «no encaja por que lo ha escrito una mujer», y cerrarte a aclararlo, lo cual es tu derecho, y el mío el de interpretarlo según mi percepción.Respecto a lo que dijo Eva, y que según tú intentó comprender tus razones, las razones si se explican es muy posible que las entendamos, sin mayor esfuerzo.
      Haces muy bien en reconocer que hombres y mujeres escribiendo rápido cometen errores, hasta ahí no hayq ue ser muy avispado para aceptarlo, pero eso no es lo que dijiste y yo no pienso conceder la menor duda sobre tu opinión y la mía. Lo que es es o lo que parece parece, lo cual no quiere decir más que lo que digo, no lo contrario.
      No sé si el diablo se podría excitar por una niña tumbada o no (ya te digo que eso me queda por averiguar, si es que realmente vale la pena hacerlo, puesto que no es el debate ) pero la historia es un diablo pretendiendo apropiarse o destruir la pureza. Las motivaciones de los protagonistas son potestad del autor, con mayor o menor acierto y más o menos aceptación por cada lector.
      Sobre absurdos en cuestiones literarias o pseudoliterarias, también se podría discutir, y posiblemente, ni sea el momento, ni yo la mejor preparada, pero si se trata de llevarse el agua al molino propio, siempre se pueden aducir razones, otra cuestión es que sean lógicas y ciertas.
      En fin, que aquí sigo, pensando , analizando y opinando lo que me sugieren las opiniones que leo. Y ciertamente era una mujer. Premiada y por un jurado, como bien sabes anónimo, algo al parecer quizás tampoco demasiado consecuente por lo que he podido imaginar, y ahí sí, no tengo datos de tus pensamientos, ahí si me permito mal pensar sola.
      Saludos.

  35. Ignacio Daniel

    Los que consideran falso que existan razones para identificar la autoría de un texto, que sigan en sus trece. Y mira que ésta vez era fácil.
    Dije que sólo a la autora, por ejemplo por medio de Jams, y si ella lo deseaba, explicaría los defectos de su texto. Así que, sin su permiso, yo no debía hablar; y guardé silencio. Ahora la cosa ha cambiado, ella es además premiada, así que no tiene objeto que silencie comentarios que de ser manifestados antes de tiempo, hubieran podido influir en el docto jurado.
    Aquellos que quisieron ridiculizarme en verdad lo consiguieron. Sí, me sentí ridículo por el acto de molestarme en debatir con algunos.
    Sólo queda un detalle: la autora es joven, y queriendo jugar conmigo habéis jugado con ella.

    1. Raquel

      Ignacio, no voy a contestar a ninguna de tus elucubraciones, solo te diré que estoy muy contenta y nada me va a amargar la mermelada.

  36. Mira Ignacio, las estrellas o el cielo siempre están por encima, y no es una alusión a persona alguna, ni a ti ni a nadie. Es que creo que hay un momento para reflexionar, para disculpar, para ignorar u olvidar. Nunca me he sentido ridícula sino por mí misma, los demás no son los responsables de nuestras carencias o fallos. Todos vamos en la misma nave. Sigo creyendo lo que creía, pero eso ya se dijo.
    Ahora creo que lo correcto sería felicitar a l@s ganador@s, seleccionad@s, etc. Cada cual es libre o no de hacerlo, pero los gestos bonitos hacen que todo sea más fácil y armónico. Saludos.

  37. Vaya, pues es cierto que la autora era una mujer!! Hay que ver!!

    Sin embargo, y por alusiones, responderé a Ignacio Daniel, por última vez. No se si la paciencia está entre mis virtudes. Ni lo pienso discutir. Desde luego, ni el respeto ni la modestia están entre las tuyas. Eso tampoco pienso discutirlo.

    Me habías conquistado con tus escritos, ciertos comentarios bastante acertados y un piropo bien echado. Pero a lo mejor fue un espejismo, como corresponde al mes en curso. Hasta luego, queridito.

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