66653. SUCESOS, de Mercedes Solsona
Ayer, sentí un miedo casi sobrenatural, las carnes se me granularon y el rojo intenso de mis venas se convirtió en fumet incoloro.
En la cafetería del barrio, discutían acaloradamente y en voz baja una pareja. La mujer, menuda y con ojos vivos increpaba al hombre que estaba sentado a su lado; él,
la mandaba callar colocando su dedo índice de la mano izquierda sobre los sus labios, simulando un moscardón.
Con la parsimonia de un depredador, mostró su brazo derecho, una zarpa peluda de tres dedos con uñas afiladas y gruesas. Clavó la pezuña en el costado de la muchacha con un giro de muñeca ensayado. Después, se levantó y escondió su mano con una sonrisa fugaz.