Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ABR04. AEROGENERACIÓN, de Eva García Martín

Mi abuela tuvo parte de culpa, siempre ensalzando a los caballeros de antaño: esos que cedían el paso, regalaban flores, dejaban espesos rastros de colonia y se casaban contigo al menor desliz.
También la tuvo Don Florián, cervantino hasta la médula que, eternamente escoltado por un galgo, llegaba a la escuela a lomos de su escuálido jamelgo para conjugarnos la filosofía con el Quijote, multiplicarnos los Lepantos y enseñarnos a escribir con una mano en la espalda.
Desesperada, tras mi noveno fracaso sentimental, hice clic sin vacilar en asistir a aquel evento de Facebook. Y allá me presenté, decidida, vestida como una verdadera dama.
Abrirme paso a codazos entre los manifestantes y atravesar la barrera policial, para alcanzar el primer molino, fue sencillo.
Lograr que todos me miraran, mientras fingía un vahído y dejaba caer con elegancia mi pañuelo de encaje, también.
Lo complicado, fue escabullirme del antidisturbios que me agarró para poder volar a los brazos del ecologista que había atrapado, gentil, el pequeño lienzo que el viento se llevaba.
Años después me confesó, en un lugar de La Mancha, que lo había hecho pensando también en los buitres. Pero yo no quise acordarme, y aún seguimos flotando dulcemente…

28 Responses

  1. Me parece genial esta antología del caballerismo por las generaciones y los contextos. Tu lenguaje es fluido y móvil y tocas temas importantes (casi un amor cortés en pleno 15M) a vista de pájaro, desde el aire del título. Y por eso flotas. Un gran relato, donde la forma y el fondo van de la mano, y esto no suele ser común. Mi enhorabuena.

    1. Vaya ,Rubén, me has sacado los colores. Muchísimas gracias por tus palabras y tu valoración. Aún le estoy dando vueltas a la última frase, quizá hubiera sido más contundente, aunque menos ‘aéreo’ como dices tú, un » Y aún seguimos flotando dulcemente, porque yo no quise acordarme».
      Un abrazo fuerte para ti (sin tilde ;o)) y gracias de nuevo.

    2. Ya que hablas de contundencia, yo te diría, y englobando los demás despojos de tu evento, que buscaras la contundencia con temáticas más arriesgadas. Ni la forma artificiosa (Sangrante decisión), ni el diálogo (El bazar de la esquina) o la sorpresa final formato ReC. Está bien la ternura, pero atrévete con contenidos más maduros. De momento, y aún manteniendo esa ingenuidad, este es el mejor micro que te he leído; solo espero que no sea una casualidad aislada… Es decir, convierte tu ingenuidad en virtud (dosifícala) no en soniquete.

    3. Bueno, hacía muchos años que nadie me llamaba ingenua, ja,ja,ja, perdona pero me ha hecho gracia ;o). De todos modos trataré de platearme lo que dices, yo misma a veces me leo ‘mu moñas’ aunque también tengo micros sobre otros temas. No obstante, poco has podido leer sin acceso a mis archivos ;o) sin duda es este blog el que más relatos públicos míos mantiene, al menos con mi verdadero nombre.
      En algún mes pasado dejé pendiente de contar a alguien mi teoría sobre el baile y la escritura en relación a por qué y cómo escribo y a raiz de una confesión sobre un micro de otro lugar, hace mucho tiempo, digamos ‘prostituído’: Escribí lo que analicé que gustaba a ese jurado en concreto y me metí en la final, pero fue agridulce, porque yo no me veía reflejada en él y sí en cambio en todos los demás que envié y no fueron elegidos.
      Lo primero, no tengo blog porque no llego: mantengo una página y un foro privados sobre otra temática con la que hice buenos amigos hace años, aparte de mi trabajo, mi familia, mi casa y otra serie de sitios en los que colaboro y participo. Tampoco concurso en muchos certámenes de escritura: Aquí, en el REC y aisladamente en algún otro cuyo enlace publicais por aquí y por allá y cuya dinámica o temática me tienta. Los concursos me dan una motivación, pero eso no significa que sólo escriba para ellos. De hecho, como en este mismo momento estás apreciando, no soy persona de pocas palabras (escritas, que la introversión formaba parte de mí y aún no me he deshecho del todo de ella) y el formato micro me cuesta lo mío, pero lo considero apropiado para mis circunstancias actuales y un buen ejercicio de austeridad y búsueda de lo esencial.
      La verborrea me arrastra, a lo que iba; escribo como lo siento, escribo a partir de sensaciones propias. Puedo imaginarme puntualmente en la piel de un asesino porque ¿quién no ha tenido ganas alguna vez retorcerle el pescuezo a alguien? pero no en la de un ‘masacrador’ valga la palabreja. Las cosas que cuento a veces son personales, a veces imaginarias, según tenga el día. Escribir solo es una de las facetas de esa creatividad a la que necesito dar cancha: también utilizo mucho las manos creando objetos, cocinando y muchas cosas más.
      Lo del baile: Todos los años organizo una reunión de amigos de diversos lugares de España e incluso del extranjero que nos conocimos y mantenemos nuestra relación a través de la pantalla durante un fin de semana en el que convivimos y compartimos muchas cosas. Por la noche a veces celebramos algún ‘guateque’según se tercie, karaoke, baile o sencillamente contar chistes y reirnos juntos. Hay una pareja que baila de maravilla, de academia.Y también tenemos un francés que disfruta como un loco moviendo el cuerpo con la música, a su bola y arrastrándonos a todos a dejarnos llevar y expresarnos cada uno a nuestro estilo. La pareja nos deja con la boca abierta uno, dos…cinco bailes. Después, al no sentirnos partícipes de su exhibición acaban por cortar el rollo. Ellos mismos terminan invariablemente mosqueados porque ella hizo mal tal giro o él no subió el brazo lo suficiente…Y lo repiten.
      Yo escribo como baila mi amigo francés: dejándome llevar, sacando lo que tengo dentro, disfrutándolo, sin perfección, sin haber asistido a academia alguna. Intento mejorar, no hacer el pato demasiado, aprender de los que saben…pero el día que llegue a dejar de disfrutarlo y enfadarme por haber dado un paso no contemplado en el manual, dejaré de hacerlo.
      Me considero mediocre, en muchas cosas. Porque el que mucho abarca poco aprieta y no soy maestra en nada. Picoteo, aquí, allá y le saco el jugo que me sacia a cada cosa sin grandes pretensiones. La única, mi propio placer.Soy así, no tengo remedio
      Perdona el rollo, pero como lo del baile lo tenía pendiente de contar, he aprovechado.
      Sigo agradeciéndote tus opiniones,buscaré dentro de mí esa madurez de la que hablas. Un beso.

    4. Escribes como sientes, bailas como sientes, escribes como bailas… Voy entendiendo.

      Es verdad que solo he leído 7 u 8 cuentos tuyos. Cuando quieras, sacas a la luz esos archivos. Pero ya sabes que yo meto el dedo, soy mu tocón, que diría mi abuela.

      Ojo, lo de la madurez no es ninguna norma. A mí me atrae más, pero estoy seguro de que tiene mucha más aceptación popular la ingenuidad (temática, que no técnica).

      Besos varios.

    1. Verás, quería usar el tema molinos a lo moderno. Una energía renovable como esa en principio debería considerarse ecológica, pero es como todo, nunca llueve a gusto de todos y el abuso y tráfico de subvenciones pintan nuestros paisajes de estos nuevos gigantes sin que lo veamos reflejado en nuestras facturas. Y como todo, tiene su lado menos ecológico: Muchos buitres mueren en esas aspas (No era el 15M, Rubén). Los caballeros defensores de los buitres haciendo frente a esas moles aerogeneradoras pintaban quijotescamente irresistibles a esta Dulcinea que, seguramente, había sido anteriormente rebelde ante las teorías de su abuela y su maestro (que no digo yo que los fracasos fueran por eso…;o)) Un abrazo Susana y gracias por la visita.

  2. Mira que me gusta lo que cuentas y cómo lo narras, pero me pierdo en el molino (Qué pasaba allí para que hubiera antidisturbios?) Tampoco entiendo lo de los buitres ni el título. Problema mío, seguro. Veré que te comentan. Aclarado que son molinos modernos y defensores de los buitres y la energía eólica, todo cuadra. Ves, era problema mío. Suerte en el reparto de quesos de fin de mes.

    1. Es lo que pasa cuando metes la tijera. Tuve el micro en reposo con todas sus ‘carnes’, le apliqué diversos marinados y después cogí el cuchillo de recortar y quitar gramos. Cuando hago eso, la historia ya está irremediablemente dibujada en mi cabeza y a veces recorto datos cuya explicación considero compensada, pero parece que no siempre esán todos los hilos. Es el modo más habitual de parir ‘oscuros’ en mi caso, no siempre es problema tuyo ;o).Por cierto, reconoczco que yo también me perdí un poco en tus molinos de cal y decidí releerlos más adelante porque me dejaron buenas vibraciones pero no sabía muy bien qué decir. Suerte a tí también y gracias por la visita.

    1. Muchas gracias Elena. Pienso que los verdaderos caballeros de hoy en día aún tienen ese lado quijotesco que les empuja a salvar al mundo contra los gigantes que quieren dominar el mundo. Un saludo

  3. Anonymous

    Me ha gustado sobre todo la fluidez de la narración y el giro actual a la temática del mes. Quizás el título hubiera sido otro (para mí, claro). Buena prosa y buen ritmo. Suerte y un saludo.

    Félix Valiente

    1. Gracias Félix. El título es con lo que más dudé, pero al final dejé dejarlo para dar más pistas sobre lo que podía ser más oscuro (qué evento, qué hacían ecologistas delante de molinos, los buitres…)El original era aerogeneradores, pero decidí que en cierto modo, ése amor tan buscado también se generó por medio del aire que se llevó el pañuelo entre otras cosas. Una inyección de moral tus palabras. Un saludo

  4. Anonymous

    Eva… no había encontrado tu relato hasta ahora… perdonaaaa!!

    Me ha gustado mucho!!!

    Original planteamiento y reinterpretación del Quijote… vas buscando cada hito de la vida de la chica con episodios de la célebre novela… muy acertado!!!

    Enhorabuena y te deseo mucha suerte

    Un abrazo
    Marta

  5. Muy interesante tu micro Eva. Ha sido divertido imaginar a tu protagonista buscando a su caballero en mitad de la manifestacion.
    Me ha gustado mucho, sobretodo la frase final.

    Que tengas mucha suerte, un saludo.

  6. Sotirios

    Eva, hay muy pocos cuentos que te da placer leerlos una y otra vez. Lo tuyo es uno de ellos. El lenguaje es muy fluido elocuente y con un lenguaje que da mucho gusto leerlo. Me gusta mucho como has desarrollado la historia y pusiste un final bastante bueno. Te deseo mucha suerte amiga,Sotirios.

  7. Creo que la madurez la tienes en dar al personaje, y al tono del relato, lo que pide, si es ingenuidad, ingenuidad; si es otra cosa, otra cosa.
    Me gustó mucho Eva, sinceramente, sin ánimo de parecer complaciente, que tengas mucha suerte.
    Un abrazo.

    1. Pues me has compalcido y además, tu suerte era tanta que me ha llegado un poquito. Gracias Miguel y perdón por no haber leído antes tu comentario. Un abrazo

  8. Nieves Mtz. Menaya

    Es de esos micros-tobogán, que yo llamo. Desde el comienzo sabes que va a ser bueno. Desciendes con miedo y al final no defraudan,dejándote ese sabor de lo bien hecho

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