Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ABR98. ARBUSTOS, de Ana Fúster

El bochorno de la noche desploma todo su peso sobre el niño, pegándole la camisa a la piel. Desde su escondite, tras unos arbustos cuajados de flores cuyo nombre no recuerda, observa a los jinetes sobre el camino de tierra. Se están preparando para una incursión. Repasan instrucciones, repiten consignas. El niño se seca las empapadas palmas contra la tela basta del pantalón. La luna cómplice arranca algún destello ocasional a las armas y los caballos relinchan y se encabritan, inquietos por la agitación creciente de los hombres, que parece adensar cada vez más el aire. El niño siente cómo el sudor se le desliza en regueros rostro abajo. Restalla un látigo. Los jinetes se cubren la cabeza. El niño intenta amortiguar el ruido pesado de su respiración entre los fragantes pomos sin nombre. “Caballeros, ¡en marcha!”. El grupo, como una jauría acezante, se lanza a devorar la placidez de la noche.
El niño, las piernas hechas agua, corre desbocado campo a través para avisar a los suyos. Esta noche volverán a arder cruces en las riberas del Alabama. De pronto, absurdamente, le viene a la cabeza el nombre de los arbustos. Su abuela los llama obsesión blanca.

55 Responses

  1. Excelente ritmo, tensión, léxico, atmósfera.
    Has logrado que se vea, sienta y escuche todo lo que cuentas. Destacar el uso de los arbustos que dan título al micro, ese final que lo reafirma y los matices del sudor. Felicidades y mucha suerte que tendrás. Abrazo.

  2. Marta López Cuartero

    Ana, me ha gustado mucho tu relato. El ritmo, ese suspense que mantienes, y el final. Felicidades y mucha suerte. Un abrazo

  3. Un relato redondo, con mucha precisión en las descripciones.Las palabras usadas le dan categoría literaria. Y ese final inesperado deja ver como un mensaje subliminal, muy conocido cerca de las riberas del Alabama.

    ¡Felicidades Ana Fúster! Muy buena tu aportación…¡SUERTE!
    Besicos

  4. Sotirios

    Ana, el relato está bien narrado con un vocabulario excelente pero eso que le hace un gran relato son las descripciones sólo una palabra, sublime. Mucha suerte amiga escritora, Sotirios.

  5. Ana felicidades, me parece un buenísimo relato, perfecta descripción e impecable lenguaje. De lo que mas me ha gustado. De nuevo felicidades.
    Asunción Buendía

  6. Me alegro de que os haya gustado. Muchas gracias a todos por haberos pasado a leer y por vuestros comentarios. Está claro que los «caballeros» del relato no tenían nada de tales, pero ellos sí que se llamaban a sí mismos los caballeros del Klan (y me parece que todavía se llaman). Un abrazo.

  7. Anonymous

    Ana… qué tensión!!! Me ha encantado tu relato!!!
    Nos pones en la piel del niño, su nerviosismo, su tensión, su miedo en definitiva.
    «Piernas hechas agua»… qué expresiones más originales y bien traídas!!!

    Enhorabuena!!!
    Efectivamente, nos hablas de otro tipo de «caballeros».. buena ruptura del hilo general de cuentos leídos hasta ahora!!!

    Te deseo mucha suerte!!!
    Un fuerte abrazo de
    Marta

    1. Eso pretendía, reflejar el terror que podría sentir un niño en esa situación tan peligrosa para él, y destacar cómo a pesar de todo aguanta hasta el final para poder llevar la información completa a su familia y vecinos. Me alegro si he conseguido transmitírtelo. Gracias y un abrazo.

  8. He sudado con el niño y hasta he olido las flores (en mi imaginación jaras pringosas). Tu cuento engulle al lector, Ana. Y el tema diferente, una sorpresa. Felicidades.

    1. Muchas gracias, Eva, me encanta que las palabras hayan conseguido evocarte un aroma. No tengo ni idea de si las flores del micro huelen, la obsesión blanca es una variedad de verbena, buscando las propiedades medicinales de esta planta vi una foto y el nombre me resultó muy atractivo y se me quedó dando vueltas en la cabeza.

  9. Esto es saber reflejar en palabras el miedo. Ese niño, que mantienes muy presente a lo largo del texto, lo pasa mal y nos trasmite su pánico. Quizá, para ubicar más al lector desde el principio, faltaba saber que era negro.
    Un abrazo.

    1. Susana, intenté mantener al lector desubicado a propósito, que no supiese hasta el último párrafo por qué tenía miedo el niño y quiénes eran los «caballeros». Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

    2. Tienes razón, Ana. El miedo late en tu relato y es muy apropiado que rebeles solo al final la causa. Yo me refería a encontrar algún dato camuflado del color de su piel, que pase como desapercibido hasta leer todo. Que te haga volver atrás para darte cuenta que te lo has saltado.
      En cualquier caso, ya te he dicho que el micro emociona y crea escenas, lo otro es un apunte mío inoportuno.
      Un abrazo.

    3. Qué va, Susana, de inoportuno nada, este tipo de cosas nos vienen bien para hacernos reflexionar sobre lo que escribimos. Muchas gracias de nuevo por seguir comentando.

  10. Todo lo que de caballería existe en este relato es puesto por la mente precipitada del lector. Se lee muy bien y es muy visual. Lamentablemente este arbusto está presente hoy día aquí en España. Veremos ahora que somos nosotros los que tenemos que emigrar cómo nos siente.

    1. Lo único que tenían de caballeros es que iban a caballo. Y sí, nosotros somos ahora los emigrantes, así que igual más de uno se replantea ciertas ideas. Se nos olvida con mucha frecuencia que el mundo da muchas vueltas y los papeles se invierten con facilidad. Gracias por tu comentario y un abrazo.

    1. Muchas gracias por pasarte a leer y por el comentario, Félix. El verdadero título del micro es «obsesión blanca», pero me gustó la idea de que el lector lo descubriese al mismo tiempo que el niño.

  11. Nombre muy apropiado dada la situación. El abuelo parecía estar dándole información. Esa obsesión que terminó con muchas vidas y fue repartiendo dolor.

    Precisamente es el arbusto el que lo protege de la obsesión.
    Un abrazo Ana, qué buena historia nos contaste. Suerte.

  12. Ginette Gilart

    Otros tristemente famosos «caballeros», estos se dicen blancos. Generalmente los que se llaman caballeros no lo son tanto o más bien para nada. Los verdaderos hay que buscarlos en lo cotidiano y no suelen ir a «caballo».
    Me ha gustado mucho tu relato, muy visual, bien trabajado. El título también, «arbustos» llamados «obsesión blanca», muy bien pensado.
    Me da que vas a tener suerte…
    Un abrazo, Ana.

    1. Qué razón tienes, Ginette, los caballeros más caballeros que he conocido en mi vida no le dan ninguna importancia al hecho de serlo, y hasta se sorprenden cuando les comentas que lo son. Me alegro de que te haya gustado el relato. Un abrazo.

  13. Anonymous

    Me gusta mucho lo bien que trabajas el campo semántico del calor, cómo se conectan las ropas pegadas en el niño por el bochorno, las cruces ardientes y, aunque no se dice, las tormentas más infernales en el alma humana, o bien el infierno en tierra que representan esos caballeros…
    Gran relato, Ana, de los que estarán arriba este mes. Eso sí, por ponerle un pero, creo que hay una tendencia a adjetivar demasiado. Sales bien parada en casi todas porque eres muy buena, aunque me sigue sobrando algún calificativo…
    Un abrazo y mucha suerte
    NACHO RUBIO

    1. Tienes toda la razón, Nacho, le sobran algunos adjetivos, y no es la primera vez. También le faltan un par de retoques, esta vez no lo dejé «dormir», lo escribí y lo mandé. Muchas gracias por el comentario. Un abrazo para ti también.

    2. Pues ni lo toques. Lo que le sobrara se lo comió lo que le faltara y así quedo perfectito.
      Creo que tenía la justa medida, el ángel necesario para tiunfar y es una gozada volver a disfrutarlo, maestra.
      Abrazo.

  14. Ana, me gusta mucho lo que consigues, por la dificultad que supone hacer que sintamos en nuestra piel las sensaciones físicas que describes en el relato, solo con la lectura, y ya apuestas por ello desde el principio, con «el bochorno…». Y el uso del tema de los caballeros del mes, muy original. Un estupendo relato, enhorabuena.

    Saludos.

    1. Debe de ser porque por esta zona el tema del calor húmedo y pegajoso lo sufrimos todos los veranos, así que resulta muy fácil describirlo. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

  15. Propuesta rompedora, nunca hubiese asociado “caballero” con el Ku klux Klan, y eso que efectivamente se organizaban como una sociedad caballeresca… Hasta leer “pantalón” estaba mentalmente en época medieval, sugestión que se dice… ahí he abierto los ojos ¿eh?. Las descripciones metafóricas me parece estupendas. El final es magnífico. Imagino que este arbusto se plantará junto a tu arquero. Como siempre una gozada leerte.

  16. Un relato top. Por la tensión que logras generar con esas frases aceleradas pero que se ve que han sido bien masticaditas, por ese léxico, por ese «adensar» el aire, en definitiva, por proponer algo diferente y rompedor.
    Ale, espero que no tengas mucho que hacer en mayo que entorpezca tu labor de jurado.
    Un saludo.

  17. Un relato excelente, Ana, por la maestría en el lenguaje utilizado, por la tensión in crescendo hasta el final, por ese desvelarse la intriga por los detalles de las últimas frases. enhorabuena, merecida finalista

  18. Nieves Mtz. Menaya

    Tiene esa dinámica de relato ganador, que no decae . Ejemplo clásico de escritura de oficio, sabiamente llevada. Enhorabuena merecisísima!!

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