AGO58. SONIDOS INTERIORES, de Mar Horno García
En el tejado vive un grillo. Por las noches baja a casa y se mete en mi cabeza para amenizar mis sueños con chirridos de estrellas y cricrís azul marino. Su canto es un bálsamo fresco y escandaloso que cauteriza las heridas. Muy temprano, antes de irme a trabajar, lo saco de mi oreja y lo dejo en la mesita de noche. A veces, olvida subir a su azotea y se queda junto al tictac del despertador, mirando las burbujas del vaso de agua. Sabe que volveré al anochecer, derrotado por un desesperado miedo a estar a solas conmigo mismo y me lo meteré en la boca acompañado de un largo trago de ginebra, como si fuese una píldora negra contra el brutal insomnio. Cri-cri, sintiendo sus estridentes sonidos en mis extrañas aguanto los envites de la culpa. Cri-cri, y alcanzo a silenciar el ruido oxidado de rejas que se cierran. Cri-cri, y consigo acallar los gritos mudos de los ejecutados.
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Qué buen final, por inesperado, que buen micro. Y ese grillo que lo mismo es la voz de la conciencia, que una pastilla, que el remordimiento.
Azul de envidia me tienes, que lo sepas
Luisa desde luego tu comentario también se ajusta como anillo al dedo al tema del mes, je, je. En esta travesía del desierto que está siendo para mí el verano, bien merece la pena volver por recibir tu comentario. Un beso.
Mar.. (medio tocaya mía, je, je…), qué inquietante te ha salido el relato!!!
Está fenomenalmente escrito… con ese realismo mágico, preciosas imágenes, a pesar del «repelús» que me daba pensar en un grillo dentro de mi oreja, en la boca… algo tan desagradable, como es un bicho (con perdón para los ecologistas) lo has convertido en algo familiar y agradable, casi balsámico: una píldora, una campanilla, un compañero… pero también un «Pepito-grillo» (nunca mejor dicho, no?), su propia conciencia que le recuerda por qué está solo, encerrado…
Dices muchas cosas sin contarlo todo… eso es lo bonito de los relatos.
Buena elección del título también!!!
Felicidades-zorionak!!
Mucha suerte y un saludo
Marta
Hola Marta, muchas gracias por tu comentario. Ese grillo representa muchas cosas, es un símbolo, pero en otras culturas no tendrían ningún problema en freirlo y al estómago… Un beso.
Mar, es un relato muy sonoro y campestre, pues el sonido del grillo viene asociado a campo. Me ha parecido muy original que el grillo cubra esa soledad que amarga al personaje. Y como siempre eliges las palabras adecuadas para darle el ritmo preciso.
Siempre es un placer leerte, no es la primera que te lo digo, pero es que es así.
Disfruta de tus vacaciones y regresa con las pilas cargadas para seguir regalándonos estas joyitas.
Un abrazo fuerte.
Es verdad Nicolás, yo vivo en un pueblo y el micro me lo inspiró un grillo, uno que oí una noche de éstas, cuando tienes las ventanas abiertas por el calor y cuando el cielo está casi azul marino. Hay sonidos que no se deberían perder.
Desde junio no he escrito nada, estoy en el vacío más absoluto. Espero que sea el cansancio de tantas emociones reunidas durante el año. Muchas gracias por estar siempre ahí. Un abrazo.
Cuentas muy bien el sentimiento de culpa que puede tener un cobarde, que piensa que si no lo hace él otro lo hará. Venga, Mar, gustazo leerte.
Siempre he sentido mucha curiosidad por saber qué siente un verdugo, si su conciencia lo atormentará o por el contrario dormirá a pierna suelta justificando sus acciones ante si mismo, engañándose. Con lectores como tú, casi que sobran los escritores. Un abrazo.
Grillos somos todos.
La Boca del Ello
Pues sí Anónimo y orgulloso, yo lo entiendo así también por esa necesidad tan tremenda que tenemos de ruido. Un abrazo.
Mar, no voy a comentar nada de tu relato porque este mes soy jurado y no quisiera avanzar opiniones, pero sí decirte que he leído en tu blog «Los suicidas» y me ha encantado. No me extraña que hayas sido premiada. Casualmente yo también escribí sobre un colgado, la soga y su sombra y aunque no sea tan bueno como el tuyo, me lo ha recordado.
Enhorabuena por tus merecidos éxitos.
Pues para no adelantar…:-)
Perfecto el de «Los suicidas»
Hola Paloma, qué difícil tu labor este mes. Muchas gracias por comentar. Los suicidas es un micro muy especial para mí que no ha hecho más que darme alegrías. Un colgado y su sombra… poético y aterrador. Un beso y suerte como jurado.
Antonia, es un placer recibir tu comentario. Me alegra que te guste Los suicidas. Un beso.
Muy bueno, Mar. Me gusta como el relato va aumentando en intensidad al llegar al final.
Te confieso que yo también tengo un grillo dentro de mi oído (a veces hasta parece una chicharra) Y, al contrario de tu personaje, me encantaría poder quitármelo y oír el silencio 🙂
Besos.
Hola Sara, debe ser tremendo no poder disfrutar el silencio. El mundo en el que vivimos está lleno de ruido, nos rodeamos con ansiedad de él, el silencio nos muestra como somos y eso nos aterroriza. Un beso y un poco de silencio para tí.
Grillos, grilletes, ¿estás hablando de la conciencia de un verdugo?.
¿Recuerdas aquel caso ocurrido hace algunos años en Extremadura, en que un artista tituló su obra «solidaridad con los grillos» y no se le ocurrió otra cosa que pegar sus patas en un lienzo?. Hubo, creo, multas por maltrato. No te preocupes, macerarlos en ginebra, previamente, es un eximente.
Bonito. Lo he leído tres veces.
Saludos.
Hola Jesús Alfonso. Has dado en el clavo ¿cómo podrá un verdugo sobrevivir, tendrá ciertos mecanismos de su naturaleza humana atrofiados para vivir sin culpa? Me ha gustado mucho tu comparación grillo, grilletes. Un abrazo y gracias por comentar.
De acuerdo si eres bien nacido y bien criado, pero…, no sé yo. La capacidad de adaptación del ser humano a cualquier circunstancia es tan grande que quizás no aparezcan nunca los grillos. Lee el «Pago del Pescadero» (MAY98). ¿ NO crees tú, que la alienación, ya sea católico-nacionalista, abertxalico-nacionalita, o la simple orden del «jefe», no mata al grillo o calla sus estridulaciones ?
un abrazo.
Intentaré pasarme por allí, por ese Pago del Pescadero. Un abrazo.
Me parece acertadísima la metáfora del cri-cri del grillo como la voz de la conciencia. Puede llegar a ser insoportable cuando uno quiere conciliar el sueño.
Enorme siempre, Mar.
Un beso.
Hola MJ, la verdad es que el grillo puede representar la conciencia o también el ruido que necesitamos para acallar nuestras acciones o nuestra soledad. Un besazo.
He de confesar que nunca hubiera adivinado el final. Pero en tus relatos siempre hay un factor de sorpresa muy importante. El grillo es una buena fuente de sonidos, de eso no hay duda. Mucha suerte, el relato, como es normal en ti, es bueno.
Mucha suerte y abrazos
Hola Elena, siempre es un privilegio un comentario tuyo. La verdad es que sólo tenía la idea del grillo y su sonido y como muchas veces pasa vas escribiendo y el propio micro te susurra el final. Un beso.
Siempre disfruto leyéndote. Genial. Mi enhorabuena.
Por cierto Mar, tienes la habilidad de escribir sobre lo que quieres, muchos nos hemos ido por incercia al mar, el tema de este mes empuja hacia allí, sin embargo, tú siempre adaptas los temas a tu inspiración y los haces encajar con maestría, eso no es fácil.
Espero que nos sigas deletitando con tus micros, cuando tardan en llegar, se echan de menos.
Yolanda, la verdad es que he hecho un esfuerzo para participar, y he tardado casi dos semanas en escribir algo digno. Falté el mes pasado y no quería faltar éste. Espero que septiembre me encuentre con fuerzas renovadas. Un beso.
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Sencillamente genial, Mar, y eso que dices estar en el vacío más absoluto ¡caray!. Oye… cuando estás inspirada… ¿qué escribes?.
Eres un pedazo de artista, me quito el sombrero.
No te deseo suerte porque no te hace falta.
Un beso,
Hola Esperanza ¿cómo estás? Que no te miento, que es lo único que he escrito desde finales de junio. Apenas enciendo el ordenador y lo que más me pesa, no visito los blogs de los amigos. Espero que la calma chicha pase pronto. Un beso fresquito.
Fabuloso Mar. Recibe mis aplausos por este micro tan sonoro. Ese grillo… uff se sale.
El verdugo al finalizar su agotadora jornada, regresó a su casa. Después de lavarse las manos, hizo el amor con su mujer.
Muy alto has puesto el listón este mes.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Hola David, gracias por tu comentario. Este mes estoy muy desconectada y no sé qué se cuece. Espero poder darme una vuelta por ENTC para ver que nivelazo hay. Un abrazo.
qué barbaro, qué bien escrito
Muchas gracias Irene. Un beso.
Tremendo relato. Por encima de todo me ha fascinado la cadencia. El relato fluye como una ola y solo te das cuenta de lo enorme que es cuando te ha engullido.
Grande.
Tienes razón Raúl, por encima de todo es un micro muy poético, con imágenes muy bellas. Un abrazo.
Cuando dejamos hablar a la conciencia, ya no hay quién la acalle. Una microdosis kafkiana de excelencia. Gracias por ru relato. Gustavo
Hola Gustavo, aunque conciencias conciencias ya van quedando pocas. Un abrazo y gracias por comentar.
Mar, me encantas cada vez con tus relatos. Lo que me pareció muy interesante en éste es que el personaje no aleja, no aplasta el grillo, sino lo necesita, se lo asume.
Un abrazo.
Nicoleta, el chirrido del grillo acalla otros gritos. Un beso.
Hay trabajos que son un infierno difícil de soportar. Ese cricri de grillo mezclado con alcohol ayuda a acallar los gritos, ayuda a soportar el insomnio, pero qué duro, Mar, qué duro.
Muy bueno. Como siempre.
Abrazos sin ruido.
Lola, yo a veces, también desearía tener un grillo en mi cabeza. Un beso.
Muy bueno Mar. Hasta los asesinos deben de tener conciencia. El problema es que aprenden a convivir con ella.
Te deseo suerte
Gracias José Angel, pues yo creo que hay cosas a las que uno no puede acostumbrarse. Gracias por comentar. Un abrazo.
Un duro relato resuelto con gran elegancia. Enhorabuena, Mar.
Muchas gracias Amparo por tu comentario. Un beso.
Maravilla de micro, Mar. Se lo estáis poniendo al jurado… He leído unos cuantos ya que son una delicia. Y de ti, la verdad, pues no me extraña, ya lo sabes.
Abrazos, Mar.
Miguelángel, yo creo que ser jurado este mes de agosto es como estar de vacaciones, con tanto mar y tanto azul y tanto texto bueno. Estoy esperando el tuyo. Un abrazo.
Gracias Ana. Un beso.
Inquietante, Mar y si como dices, estás en vacío ¿qué va a ser del resto de los mortales cuando espabiles?.
Muy bueno.
Un beso.
Gracias Epífisis, pero el texto llevaba escrito varios meses. En blanco, aunque sea azulado, es como estoy. Espero espabilar en septiembre, cuando entre al cole. Un abrazo muy fuerte.
Hola, Mar, me ha encantado el texto, con los cri-cris azul marino y esos canticos escandalosos q cauterizan heridas!!
Sigues creciendo y creciendo como escritora, maravilloso, hasta donde llegaras??
Un abrazo ya, con ganas de leerte de nuevo
Ignacio Rubio Arese
Hola Ignacio, qué alegría recibir tu comentario. Julio y Agosto he estado en barbecho y casi no he leído nada de los amigos. Te buscaré y enmendaré mis errores veraniegos. Un abrazo.
Cuando escribo un cuento puede salirme bueno, regular, o malo. Cuando tú escribes un cuento puede ser bueno, muy bueno, o excelente. En esta ocasión lo valoro excelente. Estoy orgulloso de participar en un bloc con gente tan buena como tú, Antonia García, Paloma Hidalgo, Alejandro, etc. Gracias maestra por deleitarnos con tus maravillosos cuentos.
Un fuerte abrazo maestra, Sotirios.
Sotirios, recibir un comentario como el tuyo, hace que merezca la pena escribir. Y por cierto, yo no te he leído ningún relato regular ni malo y ya no soy miope, que me operé hace 5 años. Un abrazo muy fuerte.
Mar me sorprendiste con ese final. Un texto redondo y muy bien llevado. Un trabajo difícil donde ese sonido ayuda a sobrellevarlo. Difícil lo tiene el jurado.
¡Suerte!
Besitos
Hola Elysa, un poco tarde, pero siempre me gusta contestar a los amigos, a los que se acercan y pierden un poco de su precioso tiempo en comentar. Un beso muy grande para tí, y espero volver a visitaros a todos pero ya, que las buenas costumbres hay que retomarlas. Un beso muy grande.
Después de leer tu relato, creo que no voy a participar! Genial, como siempre. Un beso, Mar.
Francesc Barberá
Sí, mejor no te presentes, que entonces estamos todos perdidos. Un abrazo.
Genial relato, Mar, como siempre. Al principio el grillo te acompaña, pero luego se adentra y se vuelve estridente e ingobernable. Eficaz y excelente tu modo de escribir. Un placer leerte.
Muchas gracias Rosa por tu comentario, para mí sí que es un placer recibirlo. Un beso.
¡Felicitaciones, Mar! Un gusto volver a compartir menciones contigo.
Saludos cordiales
Gabriel, como te he dicho muchas veces, eres un microrrelatista de referencia, así que el gusto el mío. Un abrazo y que sean muchas más.