Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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AGO90. EL ENCIERRO, de Asunción Buendía Hervás (Asun)

Estoy encerrada. No recuerdo desde cuándo, ni cómo he llegado.
Es una habitación, o una celda, lo mismo da. Un cuadrado blanco, impoluto.
Siempre me han gustado los espacios blancos, me traen paz y sensación de limpieza.
He observado cada pared, no hay ni una mancha, ni una grieta, ni una puerta ni una ventana, nada.
Pero no tengo hambre, luego supongo que habré comido. Tampoco tengo otras necesidades, ninguna, y estoy limpia. No tengo sueño, pero no recuerdo nada, ¿cómo es posible?
Debo estar secuestrada.
Estoy muy asustada. Y muy sola.
Golpeo la pared, pero ¿de qué están hechas? No producen sonido alguno con mis golpes. ¿O estoy sorda?, o estoy loca, o muerta.
No sé cuánto tiempo ha pasado.
Oigo algo, un zumbido. Una levísima sombra se ha dibujado en la pared tan blanca.
¡Es un mosquito! Me río, me muero de risa. Mosquito, cariño. Ven acércate, pícame si quieres. Anda ven, vamos a bailar, cómo me gustaría abrazarte y darte un besito.
Espera, no te vayas.
Un momento, si has entrado, esto tiene al menos una pequeñísima fisura, y una pequeña fisura, puede hacerse más grande… y luego aún más grande… Mi pequeño insecto, mi gran esperanza.

50 Responses

  1. Me ha recordado a un libro de Auster, creo que era Viajes por el Scriptorium. Aunque esta habitación era, si cabe, más cerrada. La idea tiene muchas posibilidades. La forma de interpelar al mosquito no me convencía mucho, pero creo que quizás se trata de un intento por mostrar la locura del encierro. Suerte.

    1. Gracias por tu comentario, no he leído ese libro, solo he leído de Paul Auster el de «un hombre en la oscuridad», y debo decir que no me gustó demasiado, quizá busque el que tu mencionas y lo lea.
      Respecto al relato mío, acabo de llegar, y después de estar muy desconectada, es lo que se me ha ocurrido, quería hacer ver que un mosquito puede ser muy importante, en según qué ocasiones.
      Saludos

  2. La descripción de esa habitación blanca sin puertas ni ventana me produce una sensacion de claustrofobia. Yo dejaría que el mosquito me picara y cuando se pose en la pared, lleno de sangre, lo aplastaria para que la mancha roja cambie la monotonía del espacio. Me ha gustado, ¡suerte!

    Saludos.

    1. Eso quería transmitir un sitio aseptico, pero cerrado y claustrofóbico. Y un mosquitos insignificante que puede ser la salida.
      Tu versión también es muy buena, la sangre para romper la monotonía, me gusta recibir todas las sugerencias, muchas gracias.
      Saludos

  3. Hola Ana, acabo de volver y tengo mucha lectura pendiente, por los comentarios que ocasionalmente pude ver, hay muy buenos relatos de esos bichejos que son los insectos, y tengo ganas de disfrutarlos.
    Gracias por tu lectura y comentario, y tu saludo cariñoso, que tomo como una bienvenida a mi vuelta de las vacaciones.
    Besos

    1. Ay , Asun, me dejaste con las ganas. ¿Qué era esta habitación? ¿Por qué no tiene hambre y no recuerda nada? Tu relato lleno de intriga y misterio. Espero tu protagonista con el mosquito encuentra la salida y se escapa hacia la libertad. Buen relato amiga. Un fuerte abrazo, Sotirios.

    2. Sotirios, tu quieres saber demasiado. De momento sabemos que la protagonista ha encontrado una fisura en su encierro, lo demás, queda a imaginación del lector.
      Besos querido amigo.

  4. A veces cuando nos sentimos prisioneros, carecemos de estímulos, pero a la más mínima esperanza, recuperamos las necesidades.
    En un principio tu protagonista no tiene hambre, ni sueño, etc, pero ante la presencia de un diminto mosquito, hasta siente deseos de abrazarle.
    Pues efectivamente,, siempre hay que tener esperenza.
    Bienvenida de tus vacaciones.
    Un saludo.
    Elena

    1. Totalmente de acuerdo, Maria Elena, este encierro puede ser simbólico, todos estamos prisioneros alguna vez, aunque no sea entre cuatro paredes.
      Gracias por tu bienvenida, aquí estoy adapténdome a mi Madrid.
      Besos

  5. Un relato desasosegante, Asun, no solo por lo que narras, sino y sobre todo por lo que nos nos cuentas. Ese leve esperanza con la que lo cierras no sé si será suficiente a pesar del optimismo de tu protagonista.
    Saludos y suerte a fin de mes.

    1. Rafa me pareció que el tema insectos y el período veraniego en el que estamos iba a propiciar la creación de relatos sobre todo de humor. Por eso quise intentar algo distinto.
      Luego he visto que hay de todo, y muy buenos, por cierto.
      Y respecto al final optimista, siempre me gusta terminar si es posible, felizmente.
      Besos

    1. Diego muchas gracias por tu lectura y comentario. Lo cierto es que a veces creo que todo está ya escrito, por eso nos parece predecible lo que leemos. Es difícil sorprender, yo lo intenté con este conato de fuga propiciado por un mosquito.
      Un beso grande.

  6. Asun, tu relato crea angustia y hace poner al lector múltiples escenarios, desde el ataúd hasta el ser una crisálida. Desde un sueño o pesadilla hasta el nacimiento de un fantasma. No sé, supongo que bailar con mosquitos acota. Suerte.

    1. Ximens quizá es un relato demasiado abierto a posibilidades, en realidad lo escribí bastante mas largo, pero lo de las 200 palabras limita mucho.
      Y sobre bailar con un mosquito, creo que todos lo hemos hecho, al menos inconscientemente a base de manotazos al aire para librarnos de ellos.
      Feliz día festivo.

  7. Cuando los problemas nos llevan a pisar fondo, nuestra mente parece quedarse en blanco sin hallar solución, entonces perdemos la confianza en nuestras propias capacidades y sentimos que todo nos da lo mismo, que ya nada tiene razón. Es entonces, cuando una muestra de afecto o una idea, por muy pequeña o insignificante que esta pueda ser (como un mosquito) nos devuelven esa fe, esa esperanza, de poder revertir todo lo malo y nos renueva en el deseo de seguir luchando.
    ¡Saludos!

  8. Ana me parece una buenísima interpretación, la visión de esas paredes blancas podían muy bien ser una cajita donde estuviera prisionero algún insecto. Quién no tuvo de mascota una mariquita, por ejemplo, cuándo éramos niños y su csa era una caja de cerillas.
    Es maravilloso ver como cada uno lee y construye su propia historia a partir de un mismo texto.
    Encanta de tus lecturas.
    Besos

  9. Gracias Juan Carlos, tener un carácter optimista ayuda a ver una esperanza en cualquier situación. Aún en la soledad de un cuarto blanco y vacío, se coló el mosquito y con él cambió todo.
    Besos

  10. Asun: Perfecta recreación que nos pone en situación de la protagonista. Tu relato encierra mucho, lo que he percibido claramente es la necesidad que tenemos de no estar solos, y en las situaciones extremas nos aferramos a algo que en situación normal ni llegariamos a considerar.Estupendo por hacernos pensar. Saludos

  11. Sin duda Lola, estar encerrados y desconocer la causa es una de las peores situaciones posibles. Pero eso mismo propicia que surja la esperanza, en este caso con la aparición del mosquito.
    Gracias por tu lectura.
    Besos

    1. Gracias Lines, en realidad a mi me parece un relato algo soso, al lado de tantos tan imaginativos y divertidos. Pero en fin no quiero echar piedras a mi tejado…
      Un abrazo también para ti.

    1. Gracias Ligia, será que los que escribimos siempre tenemos dudas acerca de lo nuestro. Y recuerdo haber leído que estas dudas son inherentes y comunes a todo el que escribe. Y además son buenas, según leí.
      Besitos.

  12. Bueno Ana, comento mucho en muchos relatos. Intuyo que será por lo de mi salud, en ese caso si que estoy mejor, pero es un largo camino.
    Muchos besos y gracias, la verdad me gusta mucho la agilidad de este sitio, y los relatos y comentarios me hacen aprender y ver muchos matices.

  13. Angustia transmite tu relato, inclusive hasta llevarme a las paredes de un manicomio acolchonado que no producen ruido y está impecable. El mosquito como símbolo del escape al encierro involuntario. Felicidades Asunción , ¡Saludos!

  14. Qué idea más sorprendente Asun, considerar un mosquito la esperanza, pero es que, como es lo último que se pierde, ese pequeño insecto también la puede simbolizar. Al comenzar a leer pensé que se trataba de una crisálida, pero el mosquito me sacó de esa imagen, entonces quizás sea una habitacón realmente, pero qué extraño que sea tan blanca y aséptica, un sueño. Ahí creo que lo ubico más, en un sueño de esos que te encierran y no sabes cómo salir, hasta que lo más inverosímil, quizás por nuestro propio hacer en la construcción de éste, nos da motivos de esperanza.

    Tu relato aporta muchas posibilidades, creo que a todos nos ha avivado la imaginación.

    Saludos y mucha suerte.

  15. Ufff… Asun, qué angustiaaaa!!

    Bendito mosquito, creo que todos coincidiremos en que nos alegramos de que haya entrado el mosquito en escena, a pesar de que este verano me han torturado de mala manera, je, je…

    Me ha gustado mucho el ambiente que creas.

    Enhorabuena y suerteee!
    Un abrazo
    Marta

  16. Gracias Marta, es verdad, bendito mosquito, abrió una brecha de esperanza.
    Siento que estos bichejos te hayan torturado, pero es lo que tiene el verano, y aún con estos inconvenientes, yo no quisiera que acabara.
    Besos

  17. Un relato claustrofóbico, por muy blanco que fuera todo. Al menos, el mosquito simboliza la esperanza para el desasosegado personaje, aunque para mí, que me he puesto a interpretar en plan negro, puede simbolizar el ataque a la carne humana. Veremos cómo se defiende, y es que la catalepsia debe ser terrible.
    Un abrazo.

    1. Isabel le das una nueva lectura al relato. El mosquito simbolizando un nuevo ataque a la vida. Puede ser. En ese caso pobre de la encerrada, donde ve esperanza está en realidad su fin.
      También es una buena metáfora de la vida real, muchas veces vemos la salvación justamente en la condena.
      Besos.

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