07. ABAJO EL TELÓN
No sé cómo mis hijas han podido salirse con la suya, pero el caso es que junto a la cabecera de mi lecho de muerte... Read More
34. PEREGRINAJE (Eduardo Iáñez)
Lo reconoció en cuanto lo vio encaminarse hacia ella. Ese andar de puntillas y ese braceo desgarbado eran los suyos; pero parecía más delgado, más... Read More
81. DIARIO DE A BORDO (Eduardo Iáñez)
Mi primera bicicleta era una BH roja que pesaba una tonelada. Me la regaló la abuela, después de haberme llevado al médico, preocupada por mis... Read More
3. PLATILLO VOLANTE (Eduardo Iáñez)
Ni en la peor de sus pesadillas habría podido soñar con una criatura así. Una serie de placas translúcidas le recubrían a la perfección el... Read More
26. LA BALÍSTICA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES (Eduardo Iáñez)
Cuando le hice notar al director que los cañones tienen alma, me miró condescendiente. “No me refiero al hueco de la caña”, le aclaré, “sino... Read More
33. LA OCTAVA MORADA (Eduardo Iáñez)
Despierto ante la puerta del castillo. En la torre barbacana, una sola ventana recata su penumbra tras una tupida celosía. Traspongo el cancel y me... Read More
86. SOLILOQUIO DEL RELOJERO (Eduardo Iáñez)
Estaba harto de su oficio. Tener que darle cuerda a ese viejo reloj, tan antiguo como el mundo, le resultaba ya casi insoportable. Llevaba tanto... Read More
77. Maëlstrom (Eduardo Iáñez)
rostros conocidos irreconocibles ojos en blanco ojos muertos de pez frías medusas viscosas como la muerte bocas desencajadas que buscan el aliento de la vida... Read More
37. REMEDIOS CONTRA LA MELANCOLÍA (Eduardo Iáñez)
Un día más, y ya va una semana, los tenía en la puerta a las cinco en punto. Los dos con sus educadas maneras, sus... Read More
15. CUERPO A CUERPO (Eduardo Iáñez)
El azogue frío de la niebla te hurta la vista de tu enemigo. Ignoras cuál es su apariencia, pero sientes su presencia real, perceptible, innegable.... Read More