Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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45. DEL HILO AL OVILLO (Rafa Olivares)

Año 1587. Aquel muchacho ya era popular en la aldea por una peculiar curiosidad, su piel era capaz de soportar temperaturas extremas. Ello daba para mucha chanza y divertimento pero los servidores del Santo Oficio atribuyeron al fenómeno alguna influencia del maligno. Por evitar males mayores, el chico se unió a un grupo de juglares y titiriteros trashumantes y puso leguas de por medio. Al principio echaba una mano en cualquier cosa, pero no tardó en ofrecer su propia actuación en la que retaba a los más osados entre los lugareños a resistir más que él en calderos de agua hirviendo o cubiertos de un grueso manto de nieve. Por las apuestas que cruzaba, pronto se hizo con una considerable fortuna. Un buen día, cuando ya se le consideraba invulnerable e inmortal, el joven desapareció y nunca más se volvió a saber de él.

 

Año 1972. Un empresario desconocido descubre, fabrica y comercializa un tejido resistente a elevadas y bajas temperaturas. Nada se sabe del origen del capital que ha posibilitado tan importante inversión, por lo que la UDEF emprende indagaciones. El nombre del producto les lleva a investigar a un extraño personaje del siglo XVI, un tal Doménico Neoprenus.

25 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    Tiene su gracia el asunto; además, aquí vemos como la poli no solo se dedica a negocios y tejemanejes turbios y actuales sino que se embarca en investigaciones sobre asuntos seguramente más que prescritos. Qué le pasaría realmente al pobre Neoprenus. Porfa, no nos dejes in albis (o como se diga). Me ha gustado, rafa. Perdón, es con mayúscula: Rafa. Ahora sin bromas, un saludo y suerte.

  2. Ángel Saiz Mora

    En todas las épocas hay quien sabe aprovecharse de las situaciones. En años pasados las actividades de algún avispado podrían considerarse magia, siempre en el ojo de la Inquisición. En los actuales, cambiamos la magia por un tejido elaborado con tecnología y al Santo Oficio por agentes especializados. En un caso y en el otro el lucro fácil es similar y despierta las sospechas de la autoridad competente.
    Has establecido un curioso paralelismo que demuestra que el hombre no evoluciona tanto como pudiera parecer. Me tenias un poco preocupado, porque echaba en falta algún chispazo de humor fino marca Olivares, hasta que me he encontrado con el nombre de Doménico Neoprenus.
    No quiero comentar más que luego dices que me excedo, solo rematar diciendo que eres un cachondo creativo.
    Un abrazo y suerte

    1. Ángel, hasta en tu continencia te excedes en valoraciones, que quedan matizadas por el factor de corrección del cariño que nos profesamos. En cualquier caso, me place lo de cachondo creativo.
      Un fuerte abrazo.

  3. Rafa , me alegra leerte siempre, no tengo mucho tiempo pero este minuto largo leyendo a tu ser mágico ha sido del todo reconfortante. En un día de tanto frío bien estaría tener cerca a don neuprenus. jaja. Abrazos y suerte

  4. De pícaro apostador, aventajado pir su rareza, a empresario puntero (¡He dicho puntero!) Casi futurista… Domenico Neoprenus… lo que no se te ocurra a ti…
    Buenísimo, compañero. Hemos pasado de ese ambiente de novela histórica a la guasa futurista…
    Felicidades!

  5. Barceló Martínez

    Hola Rafa, muy divertido tu relato. Ese Doménico Neoprenus me mola. He tirado del hilo y parece ser que convenció a un tal Salvatore Decathlon para que se asociara con él, pero tengo que seguir investigando, porque podría ser una pista falsa. De todas formas, lo que está claro es que el tío tiene una fórmula mágica y se lo está llevando «calentito».
    El cariñoso apelativo que te ha puesto un maestro, y que he leído por ahí detrás, te va que ni pintado. Abrazos encantados.

  6. Además de las aventuras de tu heroico personaje, lo que me gusta de tu relato es la manera de contarlo: dos historias aparentemente inconexas, en dos épocas históricas y un único nexo que se descubre al final y que es, ni más ni menos, que el apellido del personaje. Cierras el círculo y ovación 😉
    Felicidades, Rafa. Buen trabajo.
    Suerte y abrazos.

  7. Martín Zurita

    Hola, Rafael.
    La montaña ha venido a mí y yo me voy a la montaña. Porque tú eres montaña: son dos años (bueno, más, bastantes más contando el REC)que te sigo estrechamente, ¿quién lo diría? Eres el Rafa Nadal de los microrrelatos y del relato corto. ¡Habrá alguien con un palmarés como el tuyo? Lo dudo. Y eres un cachondo sentimental, aunque Ángel Saiz, voz mucho más autorizada que la mía, diga «creativo». O a lo mejor eres un cachondo semental y todo. Luces hecho un chavalote. Te dejé una respuesta en Facebook a tu simpática andanada. Todo el que está con mi mujer está conmigo, en el buen entendido y sentido, claro. Y tú has estado a su favor. Te decía que a lo mejor rogándoselo a Santa Claus o con escalpelo por aquí y por allá, tendría la faz que me merezco. Pero, chico, no tengo ni p.i. de semejantes desempeños y tengo que contentarme con dejaros a cada uno y cada una un encantado (que no mágico) corazón, que me sabe soso, a muy poco. A ver si le voy cogiendo el tranquillo al asunto facebukiano. Ni siquiera sé si se han quedado para L SJ. los LIBERADICTOS, LIBERVIAJANTES, LIBROMANTES, ENTRETENECERNOS LOS ENTRECIENTOS, para lo que somos y perseguimos los entecianos: Supongo que LIBERNAUTAS ya circulará por ahí. Te cuento todo esto por una razón, no creas: con Juan Pérez, Ángel Saiz y Jesús Garabato, integras, a mi modo de ver, la cuaterna de donde debería salir el enteciano de honor 2018, sin orden de prelación; y eso que Juan es mucho Juan.
    El micro actual, pues qué quieres que te diga: uno más con tu marchamo. Esa genial contraposición de épocas. Doménico Neoprenus me trae a la memoria, ahí es nada, el cuento «Los artistas del hambre» de Kafka. Pintoresca forma de ganarse la vida. Y el inmortal, en tu texto, reaparece y gira el cuento en una mudanza maravillosa, mágica. Efectivamente, por el hilo se saca el ovillo. Genial, y con ese humor tan irónico, hasta vitriólico, que te caracteriza. Un as que añadir a los innúmeros repóqueres que has ido juntando.
    Bueno, creo haberme desquitado con creces de los rosados corazoncitos facebukianos. Un abrazo muy muy fuerte que te debía desde hace mucho, muchísimo tiempo, y colmado, insisto, de admiración. Si es que al final todo cae por su peso.

    1. ¡Ay, Eduardo, que no sé qué decirte! Pues que sí, quiero. Rendido, abrumado y ruborizado de tanto halago. ¿Puede nadie aspirar a una leve, aunque sea, mínima, comparación con Nadal en lo deportivo, con los grandes Juan, Ángel y Jesús en lo de juntar letras, y con mi muy admirado Kafka en lo de encontrar tramas? y además con la firma de un maestro en la prosa culta y fluída. Pues que eso, que ya tengo en tus letras mi regalo de Navidad por adelantado. Y sí, yo también te quiero.
      Un abrazo, aunque casto, bien apretao.

  8. Hola, Rafa. Primero, felices fiestas y muchos éxitos para el 2018. Estaba apartado una temporada porque he querido perfeccionar mi italiano y mi francés. A ver si nos quedamos un día y corremos por la casa del campo (estoy en una condición envidiable) ,pero no me extraña porque solo tengo 60 años(ya sabes que voy a vivir más de 300). Cuando leí tu cuento lo primero que hice es mirar la wiki sobre Neopreno. Ja,ja,ja, tu personaje desde luego a quemado muchos c… con su descubrimiento. Me parece un cuento muy ingenioso y didáctico. Muy pronto voy a visitar tu blog. Por cierto ya he colgado mi increíble experiencia con extraterrestres donde aparte de tecnología extraterrestre cuento la historia del universo y nuestro origen. Buon anno nuovo, Sotirios.

    1. Sotirios, qué alegría leerte de nuevo por aquí. Sería un gran honor compartir otra vez una trotada con un Olímpico (ya participé en una Maratón de Valencia en la que el gran Alberto Juantorena hizo unos cuantos kilómetros). Para ponerme a tu altura corro a visitar el blog del mejor cuentista del mundo.
      Que tengas un gran año 2018.
      Abrazos.

  9. No me lo puedo creer estuviste con mi íntimo amigo Alberto Juantorena. Para las personas que no le conocen fue el único atleta que ganó los 400 metros y los 800 en unos juegos Olímpicos. Pues he tenido muy buenos momentos con él. Seguro que algunas personas dirán que soy un fantasma, pero te aseguro que tu no. Mándame en mi email tu teléfono y yo te mandaré con mucho gusto fotografías donde estamos él y yo juntos y te los enviaré por whats app. Un fuerte abrazo, y feliz año nuevo, Sotirios. (Si no encuentras mi email te lo daré yo cuando visito tu blog)

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