Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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DIC84. LA FRONTERA DEL BIEN Y DEL MAL, de Lourdes Abuide

Los charcos se vacían cuando saltas doce veces sobre ellos, las piedras pequeñas vuelan más, cuando les das una patada, que las grandes, los pollos se mueren poco a poco si les das un baño de agua. Las paredes se quedan de un color amarillo cuando estrellas huevos contra ellas. La ira se va con la violencia, la rabia se evapora con el mal pero luego vuelve al cuerpo en forma sólida y ya se queda para siempre. Aquella navidad, de niño, aprendí este tipo de cosas. Aprendí que la violencia engendra violencia , que una torta provoca ganas de  romper un cristal, que la ausencia de la madre provoca ansias  de  matar , que la soledad hace a uno enfadarse contra el mundo. Aquella navidad fue la frontera entre el niño y el adulto. Aquella navidad con la madre muerta y el padre huido creó el resto de mi vida de una forma diferente.

18 Responses

  1. Mercedes Jiménez

    Hola Lourdes, aquella navidad engendró a un psicópata, por lo que parece, un más que posible asesino en serie. La violencia está muy bien plasmada en el texto, las frases, escuetas y muy bien enlazadas. Buena imagen lo de que la rabia se evapora y se queda solidificada en el cuerpo. Me gusta mucho la frase de arranque del texto, «los charcos se vacían si saltas doce veces…» da la impresión de una especie de ritual, de una mente obsesiva-compulsiva. Buen retrato de una mente perturbada, te han faltado la enuresis y la piromanía que junto con el maltrato animal, que mencionas forman la tríada psicopática(sí, veo mucho documental de discovery, se ha notado, jiji). Me ha gustado. Un beso y suerte.

    1. lourdes

      Gracias Mercdedes me gustan muchos tus palabras, solo quería reflejar lo que la infancia supone para la vida. pero has visto muchas cosas interesantes. un beso

  2. Luisa Rodríguez

    Una forma durísima de hacerse adulto. Muy buenas imágenes para ilustrar el efecto búmeran de la violencia. Me temo que el hijo será un alumno aventajado del padre.
    Besos y suerte!!

    1. lourdes

      Gracias Luisa , la vida puede ser así pasamos la vida reflejándonos en espejos o escapando de ellos pero sin duda esos espejos nunca desaparecen. un beso

  3. Duras experiencias de vida que lo hicieron madurar muy temprano. La navidad fue una fecha coincidente con esa tragedia que marcaría su vida por siempre. Relato que ingresa a la realidad de muchos seres anónimos, que dejaron la niñez de forma abrupta tras un acontecimiento que de no haber sucedido, les hubiera permitido crecer con el amor y la protección que da la familia y que todo menor merece y necesita. Algunos se agigantan en la adversidad, otros sucumben ante el dolor y también los hay quienes se vengan de sus desgracias en terceros.
    Me gustó tu micro-relato. Puede crear controversia en lo que será ese niño en la proyección del tiempo, pero expone una verdad de la que ninguna criatura está libre (quedar huérfano o en el abandono).
    ¡Saludos!

  4. Lourdes, unas escenas muy visuales, la ira va creciendo a medida que avenza el texto, desde esa frase, que me ha gustado y dice » los charcos se vacian cuando saltas doce veces sobre ellos» una frase inocente por si sola, pero en las siguientes se convierte en un principio de reproche. Me ha gustado eçla forma de contar tu relato.Sólo una cosa si me lo permites, hay una frase «las piedras pequeñas vuelan más, cuando les das una patada, que las grandes» que creo, hubiera quedado mejor así » «las piedras pequeñas cuando les das una patada, vuelan más que las grandes» en la lectura se entiende mejor.Aún así enhorabuena.
    Saludos

  5. lourdes

    Muchas gracias y también por la corrección , creo que si tienes razón quedaría mejor de esa forma. Gracias por la apreciación tan cariñosa. un abrazo

  6. Aunque es un relato duro y triste está muy logrado, esa enumeración de realidades y observaciones. Ubicas al niño en una familia deshilachada. Sospecho que presenció violencia de género (padre hacia madre) y eso le marco. Venga, que tengas suerte.

  7. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    Ese comienzo ha sido antológico, digno de un genio. ¿De dónde lo has sacado? Seguro que se va a usar a partir de ahora y escribiremos: «todo el mundo sabe que un charco se vacía si saltatas doce veces sobre él».
    Felicidades y feliz año nuevo.

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