Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

36. EL AFORTUNADO GANADOR

Vi el anuncio en el periódico que dejaste en la mesa el domingo. Era un sorteo. ¿Quién iba a pensar que me podía tocar a mí?

Cuando me llamaron inventé la excusa para que te quedaras con los niños. Cien afortunados viajaríamos a la Isla de las Mujeres, a vivir toda clase de placeres. Eso es lo que decía el eslogan.

Llegamos esta mañana. Nos han recibido un millar de mujeres medio en pelotas, con bailecitos sensuales. Luego nos han atiborrado a comer y a beber. Después nos han desnudado y bañado y nos han traído aquí, a la playa. Nos han atado de pies y manos a estos troncos y nos han vendado los ojos. Lo cierto es que la cosa prometía…

Cuando nos han quitado la venda hemos visto al otro grupo de mujeres acercarse. Hasta que no se han ido separando una para cada uno no te he reconocido. ¿Qué es esto? ¿Sabes algo?

Y… ¿qué es eso que llevas a la espalda? ¿Qué pretendes hacer con esas tenazas?

Siempre te pegué porque te quiero…

Dime, puta, ¿no será que el anuncio era vuestro?

 

[FUERA DE CONCURSO] [JURADO MES MAYO]

18 Responses

  1. calamanda

    Ignacio, qué fuerte la represalia y qué trampa han urdido. Ese Lo mate porque era mio aquí parece literal. Suerte y saludos

  2. Gloria Arcos Lado

    Menuda trampa y que venganza tan bien elaborada. Da dolor sólo pensar en lo que tienen pensado. Un abrazo. Gloria

  3. Me pregunto ¿y con quién se quedaron los niños?.
    Muy bueno Ignacio, nos llevas desde un prometedor disfrute a la más cruel, pero merecida, venganza. Felicidades y suerte.
    Un abrazo.

    1. En este aspecto habrá gente que no le guste porque la mujer acaba rebajándose al nivel del maltratador. Pero en realidad es un relato de concienciación, tipo anuncio de la DGT.

      Pd. Ningún maltratador ha sido dañado durante la elaboración de este relato… (Aunque a la mujer del 97 casi se le escapan las tenazas)

      ¡Gracias, Patricia! Besos

  4. Ángel Saiz Mora

    Se ve que conocía bien al marido, aún así, él podría haber pasado la prueba si antes de irse a escondidas hubiese contado a su mujer lo del concurso, ella habría visto entonces algo que él, evidentemente, no tenía: sinceridad, fidelidad y complicidad (todo acaba en «idad», qué cosas), aunque lo de pegar es algo que niega, de entrada, toda comprensión hacia el sujeto.
    Me ha hecho mucha gracia el lenguaje coloquial que empleas.
    Un saludo y suerte.

    1. Se ve que llevaba tiempo sin pasar ninguna prueba, ¿no crees, Ángel?
      Gracias por encontrar detalles en el relato que ni yo mismo sabía que estaban.
      Nos leemos!

  5. aurora royo

    Tu prota era muy sinvergüenza y poco listo, entre otras cosas que me callo porque soy una señorita bien educada.

    Ahora, no se si veo bien combatir un ilícito penal cometiendo otro… gaviotas amaestradas…. eso si!!

    Abrazo.

    1. Ya comenté por ahí arriba que esto deja de ser ficción, que para eso está narrado en primera persona…
      ¿Gaviotas? Diooos, casi prefiero las tenazas…
      Saluods…

  6. Una trampa definitiva. No solo lo ajusticias sino que ademÁs dejas que se cocine a fuego lento para que luego caiga de cuatro patas. Mucha suerte 🙂

  7. María

    He sentido la dulzura de la venganza. Esta vez, plato caliente que sigo saboreando. Caray, qué bien. ¡Así se hace! Felicidades.