Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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32. El corazón en los pies (Mar Horno)

A Eleanora se le cayó  el corazón a los pies. Se le descolgó del pecho y quedó varado entre el talón y los dedos del pie derecho. Hace un ruido de cascabel huero al andar. Se le ha instalado un vacío angustioso en el pecho y un inútil lleno en el plantar. El doctor le ha dicho que habrá sido por un trauma o un desamor y, entonces, ella recuerda dolorosamente que su amante la ha abandonado. Después del diagnóstico, le recomienda una vida tranquila y que no intente enamorarse por el momento. Así que ahora ella se pasa los días sola, podando la pena, observando el vuelo de las libélulas y metiendo los  pies en las aguas del lago para calmar las arritmias. El médico le ha dicho que tranquila, que no le quedarán secuelas. Si acaso, una leve cojera al amar.

55 Responses

  1. Arantza Portabales

    Yo sé que me repito. Pero solo yo sé lo que siento cuando te leo, Mar. Así que solo puedo pedirte que sigas escribiendo. Y los demás mortales, ya te iremos leyendo

  2. Ayyyh los médicos del alma!!! Y los escritores del alma.. Un cascabel huero, una cojera al amar… ¡Et voilá! Desaparece la chica y en su lugar está la maga… Mar Horno.
    Un relato que crece a cada palabra y que me reafirma en mi admiración por ti.
    Dale! Sigue! Escribe! Pide una excedencia! Retírste al monte! Lo que sea… pero no dejes de regalarnos relatos como este.
    Besitos!

    1. Mar Horno

      Muchas gracias Salvador. Desde que vine de Sevilla he escrito más que en toda la temporada, será que algo se me pegó de vosotros. Mi padre siempre quiso que fuese médico pero yo no tenía vocación, aunque yo creo que con palabras también se cura. Un abrazo muy fuerte.

  3. Barceló Martínez

    Hola, Mar. Excelente, me dejas sin palabras, porque las tienes tú todas, y hay que ver cómo las utilizas. Un diez, no digo más.
    Un abrazo.

    1. Mar Horno

      La musa es tan caprichosa. Pero la he agarrado bien. Pero supongo que pronto elaborará un plan de fuga. Un abrazo.

  4. Yolanda

    Pues a mí me quedan secuelas después de leerte, pero no son de cojera, sino de alas que me trasladan a esos mundos mágicos que tan bien manejas.
    Una vez más: gracias.
    😉

    1. Mar Horno

      Yolanda, secuelas ninguna, y menos tú, cuyas letras son un bálsamo para curar todo tipo de males desde la cojera hasta la morriña. Un beso muuu fuerte.

  5. Gloria Arcos Lado

    Increíble tu relato, Mar. Hacía bastante tiempo que no nos deleitabas con tus micros tan impactantes.
    Por favor, sigue haciéndolo. Lo necesitamos para enriquecernos el alma y los sentidos con estos relatos tan hermosos. Besos mil, Mar.
    Un abrazo enorme.
    Gloria Arcos

  6. Mar Horno

    Ay Gloria, sí, hace mucho que no escribo. Las musas son caprichosas. O la vida. O nosotros mismos. Espero seguir con la racha, aunque solo sea por recibir comentarios como el tuyo. Un beso.

  7. El corazón cuando salta muy alto corre el riesgo de caerse y quedarse a los pies y, claro, después cuesta horrores levantarlo y llevarlo a su sitio pero esa cojera se cura con voluntad y compañía de la buena, jaja

    Una genialidad, Mar. Encantada de leerte.

  8. Eva García

    Esta mañana lo leí y tus palabras acompañaron mi día. Magistral, como siempre, o un poco más, si cabe. Un lujo leerte. Un abrazo.

    1. Mar Horno

      Hay veces que una foto en la que apenas se observa nada, te lleva a miles de historias. Esta es mi humilde propuesta, me alegra mucho que te haya gustado. Un abrazo.

  9. Esperanza Tirado Jiménez

    Muchas muchas vueltas tengo que dar a las palabras para llegar a tu escalón.
    Precioso relato.
    ¡¡Felicidades!!

    1. Mar Horno

      A veces no hay que dar vueltas Esperanza, a veces no hay nada mejor que la historia desnuda. Gracias por comentar.

    1. Mar Horno García

      Ay amparo, qué alegría encontrarte aquí, y qué alegría recibir tu comentario. Para mí es un lujo recibirlo. Un beso muy grande.

  10. Modes Lobato Marcos

    Hacía muuuuucho tiempo que no leía algo tan acojonante.
    Concretamente, desde que leí «La muerte es un perro flaco».

  11. Hola, Mar, y ¡enhorabuena!, has escrito un relato de esos que cuando los lees te dices… ¡¡¡pero por qué no se me ocurren a mí cosas como estas!!!
    Un abrazo.

  12. María Sergia Martín (towanda)

    Hola, Mar.

    Una bonita historia de desamor que dejará, quizá, como única secuela esa ‘leve cojera al amar’.
    Si solo fuera eso, nuestra protagonista podría darse por contenta. Hay amores que duelen. Y desamores que duelen más. Tranquila Eleanora.

    Un abrazo grandísimo y suerte.

  13. Asun Paredes

    Hola, Mar. Me alegro de que te inspiraras en Sevilla para escribir, pero creo que la inspiración la llevas tú por dentro, solo necesitas dejarla fluir y le salen relatos tan maravillosos como este.
    Esa «leve cojera al amar» es una genialidad.
    Un beso y suerte. Veo este relato en el libro.

  14. Me encanta tu micro, muy poético y sutil. Con frases inolvidables como la del cierre: «El médico le ha dicho que tranquila, que no le quedarán secuelas. Si acaso, una leve cojera al amar.» Adoro que un texto me obligue a releerlo una y mil veces, porque encuentro en él algo que me emociona. Y con el tuyo me ha sucedido. ¡Enhorabuena!

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