99. El imperio contraataca
Toda la semana igual: mientras volvíamos del colegio, la misma película. La que nos montábamos en el cuarto de hora largo de camino, hasta que las madres encargadas de la recogida, nos iban repartiendo piso por piso. Pablito siempre tenía que hacer de Luke Skywalker, con su flamante casco negro y pilotando el Halcón Milenario. Como era el único del bloque que había visto la dichosa película, nadie se atrevía a discutirle. Pero ya lo pillaríamos, ya. El sábado. Cuando bajara, sin sus padres, a comprar el pan.
Terrible ejército ese, el de los niños.
Yo recibí una pedrada en la nariz en una de esas batallas.
Ja ja ja, yo llevo algún punto de sutura en la cabeza también, je je.
A esos chulitos hay que enseñarles pronto el buen camino, antes de que se tuerzan. Muy bueno Miguel.
Suerte.
Educación, mucha educación, je je.
Gracias Rafa, igualmente.
Me ha parecido muy simpático y muy real, sobre todo porque cuando estrenaron «La Guerra de las Galaxias» yo estaba en el cole y me acuerdo de los niños jugando a la película y de las niñas suspirando por Luke. Y de los álbumes de cromos. Gracias por los recuerdos, besos y suerte.
Recuerdos compartidos pues Ana, me alegra que así sea.
Besos, gracias, igualmente.
Me ha gustado esa fusión de personajes. Por un lado el joven Luke, por otro Dark Vader (con su casco) y por otro Han Solo (con su halcón milenario) y el niño avaricioso que quiere ser los tres a la vez. El resto de la tropa de los de: si no te la doy a la entrada te la doy a la salida. Muy bien reflejado ese mundo infantil con sus propias leyes y normas. Me ha gustado esta fresca versión del clásico aunque barrunte que a Pablito le van a llover hostias como panes XD. Suerte y un abrazo, crack. 🙂
Había unos códigos, je je, y eso había que respetarlo. El que la hacía, tarde o temprano…
Gracias Juan Antonio, igualmente, abrazos.
Muy divertida tu interpretación del mundo de los niños y sus leyes. Y que se prepare el chulito de turno. Fresco relato a pesar de los años pasados.
Parece que fue ayer, je je.
Besos Gloria.
Miguel, no han cambiado mucho las cosas, quiza se les llame a veces acoso, pero los niños cuando no tienen piedad hacen de las suyas. Suerte y saludos
Um, no sé, Calamanda. Yo sí tengo la sensación de que las cosas son diferentes (que me hago viejo, vamos), que antes pasaban muchas cosas, pero que se «resolvían» más rápida y fácilmente, y luego pelillos a la mar y a seguir con el juego de la vida (sin querer quitarle hierro al asunto, que a veces lo tenía, claro). Ahora me parece que todo es más complicado, no lo sé.
Gracias, igualmente. Un abrazo.
!Vaya con el abusón! Muy bueno Miguel. Suerte y abrazos
);-P
Gracias Anna, igualmente. Abrazos.