Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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08. EL PRECIO DE LA DIGNIDAD (Ángel Sáiz Mora)

Supe a lo que me exponía, aunque no creí que iban a llegar a tanto. Puede que sólo quieran asustarme, o quizá sea cierto que el final está próximo. Bromean y fuman durante todo el camino, ataviados con sus trajes a medida, que no puedo ver con la cabeza cubierta. El lugarteniente del capo vino a verme. El joven solista que querían obligarme a contratar, justamente apodado la Voz, tiene cualidades de sobra, un intérprete digno de mi prestigiosa sala de conciertos sin la presión de esta banda de facinerosos, pero nunca he aceptado mandatos. No me arrepiento, hice lo que debía hacer.

El coche se detiene. Sigo maniatado, aunque me despojan de la capucha. Un grupo de extraños en la noche avanza a través de un bosque solitario.

Repiten que podré vivir si pronuncio las palabras de alguien que se arrodilla, dicen que todos resultaríamos beneficiados, pero qué es un hombre si no se tiene a sí mismo. A estos individuos endurecidos les sorprende mi  negativa mientras mantengo la frente en alto, me he ganado su respeto. Cumplirán el trabajo, pero saben que no podrán destruir mi carácter digno, que irá conmigo de aquí a la eternidad.

80 Responses

    1. Ángel Saiz Mora

      Estoy seguro, Juan, el amigo Franky, o Juan sin nata, como le llamaba un amigo mío cuando éramos pequeños, puede dar mucho de sí entre los entecianos.
      Un saludo y gracias por tu comentario

  1. Virtudes Torres

    Este sí puede decir que hace las cosas a su manera. Aunque los resultados ya se ven que no son los que esperaba.
    Será un muerto muy digno.
    Me ha gustado muchísimo. Suerte y un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Un hombre íntegro de principio a fin, eso nadie podrá discutírselo, el problema es que él tampoco va a estar para contarlo, quizá si lo hagan esos gánster y con ello se convierta en leyenda después de muerto. No sería la primera vez que sucede algo parecido
      Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      El problema de la fuerza bruta es que no se atiene a razones y, peor aún, muchas veces se sale con la suya; al menos, en esta ocasión, su victoria sólo ha sido parcial.
      Gracias por pasarte, Paloma. Un abrazo

  2. Casi, casi, es una elección…
    Esta manera que tienes que de narrar, tan a tu manera, me encanta Ángel.
    Mientras espero a que la suerte se ponga de tu lado, te mando un abrazo enorme.

    1. Ángel Saiz Mora

      Todos somos particulares y únicos, no sólo a la hora de escribir, ahí está la gracia. Lo que me satisface es que a ti te haya gustado, lo que viene a ser un empate, porque ya sabes que también disfruto con tus letras.
      Un abrazo, Rosy. Muchas gracias

  3. José Antonio Barrionuevo

    Aunque le hicieron una oferta que no podía rechazar, este hombre, en esta ocasión, quiso mantenerse íntegro y a pie firme. Seguramente, un poco más tarde, caería rendido y humillado ante este grupo de presión que lo atosiga.
    Describes perfectamente una escena tensa, muy tensa, a la par que el personaje en tensión mantiene una impavidez que lo hace digno de respeto. Pero ¿a qué precio?
    ¡Enhorabuena, amigo Ángel!

    1. Ángel Saiz Mora

      Quien se humilla una vez pierde su integridad, abre la veda para que los demás le pierdan el respeto y, peor aún, tampoco volverá a tenerlo hacia sí mismo. El precio para mantenerse vivo es el más alto para el protagonista, pero la alternativa: vivir con la cabeza gacha, a expensas de cualquiera, tampoco debe ser plato de gusto.
      Muchas gracias por la visita, José Antonio, qué gran fichaje enteciano.
      Un abrazo

  4. Mª Belén Mateos

    Muy bueno Ángel. Consigues que nos metamos en tu personaje, que sintamos, a pesar de estar encapuchados, cada paso y cada detalle; ese humo de cigarrillos y esas risas tras las bromas.
    Una dignidad que no le pesa, que la mantiene por encima de todo, por encima de su vida. Un orgullo para verdugos y para la victima.
    Tensión, fuerza y buen hacer se desprende de tu genial relato.
    Un beso inmenso y mucha suerte, aunque con textos como el tuyo los laureles vienen solos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Habla de laureles quien tiene una finca de innumerables hectáreas llena de ellos; los míos apenas me llegan para algún guiso, pero disfruto mucho haciendo de cocinillas, a la vez que no dejo de admirar las recetas de los y las grandes chef, en concreto, las tuyas, no me las pierdo.
      Mil gracias por tu comentario y un abrazo María Belén

  5. Mejor morir de pie que vivir de rodillas, amigo Ángel, aunque son sólo unos pocos los elegidos. Me ha parecido genial cómo has introducido el personaje Frank real y el argumento de la canción en tu relato. Una propuesta muy bien rebañada y aprovechada por tu parte. Me quito el sombrero, Maestro.

    1. Ángel Saiz Mora

      Dicen las malas lenguas que nuestro admirado Frank tuvo relaciones con la mafia, de hecho fue juzgado por ello, aunque él era muy grande y no le hacían falta atajos. Aparte, como bien dices, todos somos valientes de palabra, como un torero de salón, otra cosa es que nos pongan un toro delante, habría que ver entonces si seguíamos tan íntegros.
      Para maestría la tuya, cosa que últimamente te reconocen los jurados y yo me alegro mucho.
      Muy agradecido, Belén. Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Él lleva un héroe dentro y los malos de la película, además, le hacen mártir. Nunca sabemos cuánto podemos dar de sí en una situación extrema, pero no sé si yo llegaría a tanto.
      Muchas gracias, Lorenzo. Abrazos

    1. Ángel Saiz Mora

      Debo estar fatal, porque diría que me ha parecido leer este comentario tan generoso y diplomático anteriormente. En todo caso, no lo voy a negar, me ha gustado.
      Un abrazo para ese autor genial que vive dentro de ese señor cachondo, o mejor, que sea para los dos.

  6. El viaje en coche, donde fuman y bromean, el bosque, el trabajo a cumplir, … Vaya relato negro, negro que te ha quedado!
    Nos envuelves en esa atmósfera y nos dan ganas de que aparezca el héroe de la peli para salvar al hombre íntegro que no acepta órdenes de la «banda de facinerosos».
    Efecto conseguido.
    Un abrazo Ángel.
    Carme.

    1. Ángel Saiz Mora

      En las películas, que no son otra cosa más que ficción, a menudo nos encontramos con finales más o menos felices. Por desgracia, la realidad a menudo es obstinada. Cuántas veces nuestros deseos, convicciones y trabajos van por un sitio y el resultado es otro.
      Agradezco mucho tus palabras, Carme
      Un abrazo

  7. Cristina Requejo

    Llego tan tarde que ya está todo dicho. Me gusta la atmósfera que has logrado crear en este estupendo relato, Ángel; te felicito.
    Un abrazo y suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      No es tarde, ni mucho menos. Aprecio enormemente a todo el que se molesta en detenerse un poco en mis modestas letras, así que te lo agradezco mucho. Si además te ha gustado qué más puedo pedir.
      Gracias otra vez un abrazo, Cristina

  8. Reve Llyn

    Si que lo hace a su manera, si, tu prota. Claro que igual debería replantearse si le compensa. Y no quiero yo con esto quebrar su dignidad, pero vaya, que si el tipo tampoco le parece que cante mal…¡ya son ganas!

    1. Ángel Saiz Mora

      Hay que reconocerle que es íntegro, aunque algunos también le podrían tildar de muy suyo, lo que ya no sería tan positivo. Igualmente, la dignidad es un gran virtud, pero a veces puede traspasar la frontera y caer del lado del orgullo. Seguro que si le hubieran venido con otras maneras haría contratado al gran Sinatra sin pensarlo, y quién no, pero supongo que las formas también tienen su importancia.
      Un abrazo y gracias, Reve

  9. Beto Monte Ros

    Esa habilidad para mezclar frases de canciones, titulo de película y rumores sobre la vida de Frank Sinatra, para crear un relato sobre la valentía, es una muestra de cómo dominas la escritura. Muy bueno, Ángel.
    Saludos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Sinatra demostró méritos suficientes como actor, de ahí la inclusión también de títulos de películas como parte del texto. En cuanto a los rumores sobre sus relaciones ilícitas con la mafia, nunca pudieron probarse pese a que fue investigado, siendo un hecho cierto que tuvo amistad con más de un líder de la Cosa Nostra, pero esto, por sí sólo, no le hace culpable necesariamente de recibir apoyos ilegales, como tampoco resta un ápice a su figura indiscutible.
      Para dominio de la escritura el que tú tienes, Beto.
      Muy agradecido. Te mando mis más afectuosos saludos

  10. Muy visual tu relato Ángel, pero me queda la incógnita si el protagonista es digno o estúpido. Se pierde una gran figura sólo por mantener su palabra. Pero en fin, como dice una canción: A de haber gente pa´todo…
    Excelente relato.
    Un abrazo y suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Efectivamente, a unos les parecerá un héroe y a otros un inconsciente. Como sucede a menudo, habrá tantas opiniones como personas, pero lo importante es que él hizo lo que pensó que debía, a sabiendas, como quedó demostrado, de que era el camino más imprudente y peligroso. Estar conforme con el propio fuero interno es una opción que debe, al menos, considerarse, en caso contrario, acaba por pasar factura.
      Gracias por tu amable comentario y un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Es cierto que le va a llevar a la tumba, pero también que esa entereza difícil de igualar es una gran virtud. En todo caso, parece que el personaje no deja indiferente, cosa que le agradezco, al igual que te doy las gracias también a ti por tu comentario.
      Un abrazo, María

  11. – Muy buen relato y base para una novela y la creación de un nuevo héroe.
    – Me imagino su smoking con un pin de oro con dos letras: MW
    – Me ha encantado tu relato, como siempre. Yo creo que te tengo enchufe, pues siempre te califico con sobresaliente.
    Abrazos

    1. Ángel Saiz Mora

      Lo que pasa es que además de ser un tío grande eres muy generoso conmigo, algo que no sé si merezco, pero que te agradezco mucho. Si de este relato saliera una novela no me imagino a nadie mejor que tú para adaptarla después en un guión para el cine, como también para crear una banda sonora, que de todo sabes.
      Abrazos, Isidro

  12. Ángel, qué bien has entretejido las piezas, que escena tan perfectamente trenzada y de qué modo tan bien pintado nos has llevado por ese camino de la dignidad centrándote perfectamente en el tema propuesto. Felicidades, muchísimas felicidades y suerte. Besos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Hay que tener una sensibilidad especial para captar imágenes y combinar palabras como tú lo haces. Si puedo, no me pierdo nada de cuanto sale de tu taller, y ya sabes que tu micro otoñal me ha encantado, así que no puedo por menos que alegrarme de que el mío te haya gustado a ti también.
      Muy agradecido, Eva. Besos

  13. GIL HERNANDO DE SANTIAGO

    Pero bueno, si estáis todos aquí, hacedme un hueco entre vosotros pues al fin he conseguido esta pequeña meta. Entrar.
    Sobre tu relato Angel te diré que tengo la sensacion de que es autobiográfico en el sentido de que pienso que eres un caballero de la dignidad, que sabe escribir muy bien y lo demuestras enganchandonos con tus relatos. No me gusta. Me encanta y me engancha.
    saludos

    1. Ángel Saiz Mora

      Lo primero que quiero decirte es que me alegro de verte también por aquí, al igual que espero seguirte viendo. Me alegro de que te haya gustado el relato, aunque no sé si yo sabría ser tan digno como el protagonista.
      Un abrazo y gracias, Gil

  14. GIL HERNANDO DE SANTIAGO

    ELEGIA

    El techo era rectangular y liso…, demasiado liso. Fue lo primero que me llamó la atención. No me percaté de su color ni de su contenido. Solo aquella sensación de continuidad infinita, sin fronteras, como la propia sala.
    Se divisaba desde todos los ángulos posibles como un interrogante, al que no sabía dar respuesta. Le miraba y le miraba, y cuantas veces alzaba los ojos hacia aquel cielo, más crecía mi curiosidad.
    Mis contactos con los pintores eran casi nulos.
    No conocía el estilo de aquel arte.
    Pero era arte y tenía estilo. Sin duda moderno, tan actual como su propio autor, – ¿impresionista? -, impresionante.
    La pintura, – pensé -, está hecha solo para los ciegos, como la música para los sordos. Solo ellos saben interpretarla correctamente.
    Se me iluminaron los ojos.
    Y todos aquellos ojos, atados a la pared, – también los míos -, suspendidos del infinito percibieron una sensación amarilla, diferente y real, como si intentasen apoderarse del don de la ubicuidad. Pero sabía que no me pertenecería jamás.
    La ubicuidad era solo suya: del autor, intransferible y envidiable.
    Le tenía enfrente, y no sabia si mirarle a él, o a los ojos de su creación.
    Antonio Saura era la antítesis de su pintura, la sencillez en persona y estaba allí en la puerta del Palacio de la Diputación de Huesca, junto a mí, pero su alma, su oración y su pintura, estaban en otro plano. Al este de los mortales.
    Por eso sabía que ese deseo era pura utopía. De ningún modo llegaría a hacerse realidad, ansiaba de forma dolorosa, verla desde todos los matices, observar todas las verdades parciales, con el fin de poseer la absoluta verdad. Y solo podía abarcarla así, a través de su mirada, desde todas las partes al mismo tiempo, poseyéndola con la vista.
    Me preguntó, -¿qué miras tan fijamente? ¿Has descubierto algo en esta obra?- Soy el autor.
    – Lo sé, -respondí con voz ausente-, aunque no tengo el gusto de conocerle.
    – ¿Y que ves en el techo? – me dijo señalando al techo.

    Con aquel gesto sobrepasaba infinitamente los ojos. el cuadro, y toda su obra.
    – Expresa la verdad. La verdad omnipresente, la que está ahí arriba, como su mirada, sigue su estela.
    El fresco de los ojos estaba aún fresco.
    La exposición como la verdad, era permanente, intangible, como la mirada. Perceptible sólo para aquellos ojos, que a pesar de parecer tan complicados, estaban cargados de sencillez.
    Salimos del recinto. Entonces me preguntó:
    – ¿Has conseguido determinar cual es el estilo de la obra?
    – Sencillamente no. – Respondí -, salvo que el estilo sea la sencillez de la verdad. Desde luego parece sobre todo informal.
    – Es que la verdad no tiene forma.
    Su gesto reflejo, fue esclarecedor. Miró al cielo. Luego clavó sus ojos en los míos:
    – Por fin encuentro a alguien que entienda esta obra. Gracias. Nos volveremos a ver aquí, pues seguro que vendrás a buscarla también mañana.
    Se refería a la verdad, y no a la obra.
    Luego los dos hombres se separaron, aunque sus caminos habían encontrado un punto genial de coincidencia.
    Era Miércoles, 11 de Julio de 1.983.

    EL OTRO RELOJ

    Puse el reloj en marcha con la esperanza de seguir viviendo… Sus agujas comenzaron a girar al revés, arrastrándome como un maremoto.
    Me acerqué a la foto de mi madre que reposaba sobre la mesa de escritorio.
    La mire con perplejidad.
    Parecía cada vez más joven.
    Su pelo iba recuperando el color original, de un tono que ya no recordábamos n i ella ni yo.
    Debí poner una cara extraña pues enseguida se acercó a mí con curiosidad…
    Pero su vista se quedó clavada en el reloj.
    Seguía marchando al revés.
    Apareció mi padre con su gorra de capataz y su bicicleta azul de hierro, para decirme que era la hora de ir a la escuela.

    Mi padre tenía bigote, yo pantalón corto.
    Cantaban las gallinas en el corral, las palomas volaban alrededor de la casa, mientras mamá hacia leche frita en la cocina.
    Llegó la tarde de Reyes.
    En la estación, sobre el carro de madera que servía para llevar las maletas al furgón, estaba la caja verde con la bailarina.
    Dentro la armónica portuguesa.
    Volví a mirar el reloj.
    Estaba parado.
    Mi madre tiene noventa años.
    Mi padre se había marchado hacía ya doce….
    Entre mis manos la armónica vuelve a sonar.

  15. GIL HERNANDO DE SANTIAGO

    BUENO PUES PARA ESTRENARME TE HE HECHO UNA FAENA. TENGO QUE APRENDER COMO FUNCIONA ESTA PAGINA. lO SIENTO. a LA VEZ, Y NO ERA MI INTENCINÓ VES ALGO MAS DE MIS RELATOS.
    SALUDOS.

    1. Ángel Saiz Mora

      En la página lo tienes todo explicado, en el apartado «Concurso» y, dentro de él, en «Bases», aunque te aclaro: Si quieres participar debes escribir un relato de no más de 200 palabras en torno al tema que se propone. En esta ocasión, el asunto de inspiración gira en torno a Frank Sinatra en general, y a su canción «My way» en particular, aunque de una forma libre. Sólo puede publicarse un texto, tú has incluido dos, que demás superan el límite de 200 palabras uno tiene 518 y otro 207, que no tienen nada que ver con el tema. Además, como te has dado cuenta, los has publicado erróneamente dentro de los comentarios al mío, aunque he visto que luego los has colocado también en el apartado correcto.
      En fin, de los errores se aprende. Un abrazo, Gil

  16. GIL HERNANDO DE SANTIAGO

    Muchas gracias, Angel, ero perdona, )=?=?¿Solo se admiten relatos para concursar o hay otro sector donde se publiquen sin animo de concurso?
    Es que no se si se puede escribir sin animo de concursar.
    Saludos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Reitero lo dicho en el comentario anterior: SÓLO relatos para concursar, OBLIGATORIAMENTE en torno al tema propuesto y QUE NO SUPEREN las 200 palabras.
      Un saludo

  17. Margarita del Brezo

    La dignidad de tu personaje ha tenido un alto precio, pero es mayor el valor de tus palabras.
    Un placer leerte, como siempre, Ángel.
    Un saludo

  18. La relación de Sinatra con la mafia tiene una potencia narrativa que se demuestra en relatos como este. Preciosa la labor de intertextualidad, da gusto ir reconociendo las frases escondidas (confieso que me encantan estos juegos). ¡Un abrazo, Ángel!

    1. Ángel Saiz Mora

      Frases de «A mi manera», la esencia de esta melodía, más algún titulo de canción y película, son retales que he procurado adaptar al texto dentro de un todo unitario, englobado en un guión de género negro de una víctima de la mafia.
      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo, Luz

  19. Ángel Saiz Mora

    Sinatra merece ser todos los sobrenombres y siempre permanecerá en la memoria, lo que demuestra su calidad. Salvando esa distancia de años-luz, yo sólo soy un señor que anda por aquí, pero te lo agradezco.
    Un abrazo, Juan

  20. Ángel Saiz Mora

    Tendríamos que saber ver y valorar la belleza en las pequeñas cosas, algo que a veces nos cuesta en medio de esta vida ajetreada y veloz que tenemos. El valor y la dignidad también son valores un tanto olvidados que no viene mal reivindicar.
    Muchas gracias por tu lectura y comentario, Ana.
    Un abrazo

  21. Salvador Esteve

    Has sabido explotar las turbias relaciones de nuestro amigo Frank de una forma original e inteligente, pero además has revestido al relato de un valor añadido, la integridad y el amor propio, un concepto trasnochado en nuestros días. Nadie valorará este acto, pero mirará a la muerte a los ojos sin apartar la mirada, y creo que el mundo será un poco mejor ganando una pequeña batalla. Me ha gustado mucho, Ángel. Abrazos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Nadie le puede quitar mérito a Sinatra, su figura, su voz, su estilo y sus canciones merecen ese podio en el que se encuentra, lo cual no quita para que en su vida también haya habido lagunas oscuras que no quedaron del todo aclaradas y que, son parte de su biografía. Como bien dices, nadie valorará el acto íntegro del protagonista, si acaso, en parte, sus verdugos, pero él nunca se respetaría a sí mismo si no lo hubiera hecho así.
      Muchas gracias por tu amable comentario, Salvador
      Abrazos

  22. Has llevado la letra de la canción a un relato de mafiosos muy adecuado con lo que dicen de La Voz. Hombres con eso orgullo no existen, están todos muertos. Muy cinematográfico. Qué rápidos eres presentando la propuesta. Suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Algo parecido le sucede al protagonista de la novela «Soldados de Salamina» cuando le dicen que es un héroe, él responde entonces que los verdaderos héroes de guerra han muerto.
      Muchas gracias por emplear tu tiempo para leerme.
      Un abrazo, Javier

  23. Calamanda Nevado

    Ángel, le cuadra muy bien tu relato a algunas caracteristicas que nos han mostrado de la figura de Sinatra. Buen ritmo y fluidez en la narracion. Suerte y saludos

    1. Ángel Saiz Mora

      Siempre procuro ajustarme al tema del mes, con algún detalle o un pequeño mosaico de ellos, como ha sido el caso. No ha sido difícil, Sinatra da para muchas y variadas historias.
      Muy agradecido por tu comentario.
      Saludos también para ti

  24. Ángel, ya te lo he dicho anteriormente, pero eres de los escritores de los que tendría un libro suyo en mi mesita de noche constantemente. Por relatos como este. Me gusta mucho tu estilo, tus historias y tu manera de explicar. Mucha suerte 🙂

    1. Ángel Saiz Mora

      Que me diga estas cosas alguien a quien admiro y de quien pienso lo mismo me deja casi sin palabras, no sé si lo merezco, pero te lo agradezco de corazón y me anima a seguir.
      Muchas gracias y un abrazo, Juan Antonio

  25. María Cotero

    En estos tiempos que vivimos donde muchos están dispuestos a perder su dignidad, especialmente cuando hay dinero de por medio, el hecho de que alguien esté dispuesto a perder su vida antes de ir en contra de sus principios es sin duda elogiable.
    Por lo demás…que te puedo decir del relato que no te hayan dicho ya.Suerte. Un saludo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Personalmente, no quiero perder la esperanza de que haya personas íntegras, mejor aún, que todos podamos serlo, incluso en situaciones extremas. Me pregunto si merecerá la pena vivir una vida en la que hemos dejado de ser nosotros mismos, en la que nos hemos vendido por cobardía o dejadez.
      Agradezco mucho tu amable comentario y te envío un saludo, María

    1. Ángel Saiz Mora

      Seguro que Spielberg o Scorsese sabrían hacer un guión decente a partir de esa modesta idea.
      Muchas gracias, Inés. Otro abrazo para ti

    1. Ángel Saiz Mora

      Es lo que tienen los grandes, los que abren camino; ellos emiten su mensaje, en este caso sonoro, original y único; los demás, como bien dices, que no estamos tocados de su genialidad, nos beneficiamos de su eco.
      Muchas gracias, María Jesús. Un abrazo

  26. María Ordóñez

    Ángel, aunque sé que tu relato se refiere al tema del mes, no puedo dejar de sobrecogerme, puesto que la situación que relatas de tan buena forma, describe puntualmente lo que estamos viviendo en este país sin leyes… Día a día sabemos de secuestros y extorsiones a todo tipo de negocios. Si todos fuésemos como tu gran protagonista, quedaríamos pocos… se ha de deber a eso la basura de música y dizque obras que ahora inundan los medios. El texto deja de ser tuyo en cuanto lo publicas. No cabe duda. Lo interpreta cada quién según su realidad. Felicidades, has traspasado fronteras en aras de la dignidad, valor universal. Un gran abrazo!

    1. Ángel Saiz Mora

      Luchar por la propia dignidad se convierte a menudo en una labor solitaria, contra corriente. Vivimos en una sociedad en la que existe una amplísima oferta, casi un bombardeo, pero da la impresión de que todo se parece demasiado, lo que lo convierte en mediocre. Mejor seria poco, bueno, breve y diverso, pero lo que no pasa por el aro se desecha y, al no aparecer, tampoco existe. Cuánto talento se tiene que haber perdido porque nadie le dio la oportunidad que merecía. La dignidad ante todo, luego, que ocurra lo que tenga que pasar.
      Muchas gracias por tu interesante y amable comentario.
      Otro abrazo fuerte para ti

    1. Ángel Saiz Mora

      Es necesario tener algo de flexibilidad, que seamos capaces de adaptarnos a tiempos y circunstancias, pero nunca a costa de renunciar a uno mismo. Ya sabes, Blanca, genio y figura hasta la sepultura. Tú no cambies tu estilo, que como el de Frank Sinatra, tiene sus seguidores, entre los que me cuento.
      Muchas gracias y un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      El protagonista reconoce el mérito de Sinatra, en circunstancias normales le habría contratado, pero por lo que no está dispuesto a pasar es por la imposición, aun con el alto precio que acaba pagando por ello.
      Gracias por tu comentario, Edita. Un abrazo

  27. Bonito homenaje a Frank Sinatra te ha salido, estimado Ángel, pero el precio de esa dignidad se me antoja demasiado caro (aunque muy literario, eso sí).
    Gracias por compartir con nosotros esos últimos hechos y pensamientos de tu protagonista. Me siento como un espectador invitado a primera fila un día de estreno.

    Abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      En la vida real hay gente para todo, quizá exista o haya existido alguien tan suyo como para llevar su integridad al extremo, a su manera. No podemos saberlo, pero sí podemos imaginarlo gracias a la literatura, en la que todo tiene cabida. Por supuesto que estás invitado en primera fila, además, te invito a palomitas
      Gracias por tu comentario, Carles, y un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Cada uno tratamos de dar salida a esta inquietud o afición por las letras que compartimos, sin saber muy bien si tendrá alguna aceptación. Si a ti te ha gustado a mí me satisface mucho.
      Muy agradecido, Juana
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Este protagonista lo tiene claro, prefiere morir a conservar su existencia a costa de la dignidad. Seguro que hay muchas personas que tratan de mantenerla y lo logran, pero seguramente muy pocas lo haría a tan alto precio.
      Muchas gracias, Patricia, me alegra que te guste, como a mí tus letras.
      Un abrazo

  28. María José Escudero

    Aunque no puedo añadir algo nuevo a lo ya dicho por los compañeros, aprovecho para felicitarte por tu buen hacer y tambien para darte las gracias porque es un placer leerte, y porque siempre tienes un comentario amable para los demás.Un abrazo, Angel.Felicidades y suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      El placer es mío cada vez que te leo a ti, María José. Mil gracias por tus palabras.
      Un abrazo y que pases muy felices fiestas

  29. Mar Horno

    Excelentemente ambientado. Valentía y dignidad es una época en la que no eran muy comunes. Intertextualidad muy bien conseguida. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Las presiones de la mafia estaban a la orden del día en la época en la que vivió Sinatra, algo dicen las malas lenguas sobre algunas turbias relaciones suyas en ese sentido, aunque él tuvo todos los ingredientes para triunfar sin necesidad de ayudas ilícitas externas. No sé si a la Voz le habría gustado está ficción que he imaginado, en todo caso, es un homenaje.
      Muy agradecido por tu amable comentario y un abrazo

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