Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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42. El regreso

A Charo le duelen los pies. Ya lleva tres pases sobre los tacones del uniforme de acomodadora. En la penumbra entre la puerta y las cortinas de terciopelo hace calor, así que las entreabre.  En la pantalla, el joven desnudo pasa a la cama desde su silla de ruedas mientras la chica lo mira. A Charo no le gustan las bélicas, pero en esta película las batallas se libran entre costurones del corazón y cuerpos hechos trizas.

―”¿Puedes sentirlo?”-  la chica acaricia la piel rubia.

―¿Puedes sentirlo?

El olor a tabaco rancio agrede la nariz de Charo justo antes de que el gerente le estruje los pechos. “¡No, otra vez no!”, ruega mientras intenta zafarse.

―”¿Puedes sentirme?”- susurra la chica.

―¿Puedes sentirme?

El gerente acorrala a Charo. Su aliento fétido embiste contra sus labios, la cornea con la lengua mientras se abre paso bajo su falda.

En la pantalla, el rostro de la chica revela lo que la cámara apenas muestra. Los espectadores laten al ritmo de la escena. Un gemido atruena la sala. Amor y placer, asco y humillación se acoplan en los oídos del público.

La película sigue. Y seguirá. Tres sesiones diarias.

(Relato fuera de concurso)

55 Responses

  1. Menos mal, Ana, que ya estás en el límite de relatos seleccionados y participas fuera de concurso, porque de otra manera, entre tú y otras como tú, que no señalaré, dejábais sin opciones al resto de humildes escribientes. Bueno, con esto quiero decir que el relato es digno de otro podio; esa fusión entre la escena de la pantalla y la del acceso a la sala resulta estremecedora.
    Enhorabuena. Besos.

    1. Ana Fúster

      De eso se trataba, Rafa. Quería mostrar cómo un acto que es en esencia lo mismo puede resultar un gozo o una tortura según se haga y según sea deseado por ambas partes o no. Muchas gracias por tus palabras y tu visita. Un abrazo.

    1. Ana Fúster

      Sí, estremece, pero ya sabes que ser hembra de la raza humana tiene estos «pequeños inconvenientes». Muchas gracias por tus palabras y por pasarte por aquí. Besos.

  2. Rafa Heredero

    Ana, qué bueno es tu relato y la película de Dalto Trumbo, con esa escena que te golpea por la ternura de la que es capaz la enfermera. Y cómo has sabido lograr todo lo contrario con la escena que describe tu relato. El cine enfrentado a la realidad tres sesiones diarias, y así será siempre.
    Precioso.
    Un abrazo.

    1. Ana Fúster

      Me alegra mucho que te haya gustado, pero creo que la película a la que tú te refieres es la más que desgarradora «Johnny cogió su Fusil». Este relato habla de «El regreso», aquella sobre ex combatientes de Vietnam que vuelven a casa destrozados. En ella hay una escena de sexo entre Jon Voight, que interpreta a un parapléjico, y Jane Fonda que a mí me parece emocionante, pero en su momento levantó alguna ampolla. Muchas gracias por pasarte y por tus palabras. Un abrazo.

    2. Ana Fúster

      Madre mía, protagonistas espero que no. Ninguna mujer, nunca jamás, debería verse en una situación tan traumática y espantosa. Y un público que permita eso (y lo hay, solo tenemos que ver las noticias) no merece el apelativo de «humano». Muchas gracias por tus palabras, Calamanda, y un beso. El comentario anterior iba para Rafa, pero me he equivocado y te lo he mandado a ti, lo siento.

    1. Ana Fúster

      No sé si has visto la película pero, a mi modesto entender, la escena que menciono desata emociones muy conmovedoras, que desde luego son el polo opuesto de lo que ocurre entre la acomodadora y el gerente. Muchas gracias por tu comentario, Patricia. Un beso.

    1. Ana Fúster

      Ayyyy, que cada vez que me decís eso pienso: «bueno, cuando vuelva a concursar ¿van a ir a pedirle la motosierra al vecino del nº 11 de este mes?». Muchas gracias por tu comentario, Edita. Besos.

  3. Ángel Saiz Mora

    Un texto rompedor, directo a los sentidos, dos situaciones paralelas unidas en perfecta simbiosis.
    Gracias por compartirlo, pese a estar fuera de concurso.
    Un saludo

    1. Ana Fúster

      El sexo implica a todos los sentidos, por eso he intentado reflejar al menos el oído, el olfato y el tacto. Quizá podría haberme esmerado más en ese aspecto.
      Lo mejor de este blog es poder compartir los textos, dentro o fuera de concurso, y recibir comentarios de los compañeros. Muchas gracias por el tuyo, Ángel. Besos.

  4. Eduardo Iáñez

    Ya lo sabes, Ana, ya debería saberlo Charo: «Dulce et decorum est pro patria mori». Johnny cogió su fusil. Por la patria. Charo –¡tantas Charos!– deben coger lo que el mercado les ofrece: tres sesiones, un uniforme, los tacones, un jefe rijoso… Por el mercado; por la estabilidad; contra la crisis –nos dicen ahora. Es lo que hay. En el tablero de la guerra, unos juegan con ventaja; otros mueren, entre asco y humillación.
    ¿Estremecedor? Sí. ¿Reivindicativo? También. Como aquella película de los 70.
    Gracias, Ana.

    1. Ana Fúster

      Ay, Eduardo, no creo que la pobre Charo supiese latín. Bastante tenía con saber que su jefe la iba a agredir sexualmente una noche sí y otra posiblemente también. Y no olvidemos que el relato se sitúa en la España de los 70, cuando se consideraba que las mujeres que eran objeto de ese tipo de brutalidad «iban provocando» y los varones, por su naturaleza, no podían resistirse y caían como pobres corderitos. Ahora estamos más protegidas, pero seguro que, como tú bien comentas, aún se dan casos así, en especial por la situación precaria que se vive hoy día.
      Por cierto, como he dicho más arriba, la película es «El regreso», no «Johnny cogió su fusil».
      Gracias a ti, por pasarte siempre, dejarme tus jugosos comentarios y mirar con tan buenos ojos mis relatos. Un abrazo.

      1. Eduardo Iáñez

        Pues fíjate que yo lo de «El regreso» lo tomaba precisamente en el sentido que te apuntaba: el regreso , hoy, a esos abusos a la mujer y a los trabajadores, a la supremacía absoluta del jefe, a la explotación amparada en la difícil situación económica… Y ni se me había ocurrido que apuntara al título de la peli, que apenas si recuerdo, la verdad. Habrá que volver a ella. (Y esto explica que tampoco recordara esa escena de sexo en «Johnny cogió su fusil», que sí tengo algo más fresca.)
        En fin, Ana, que te agradezco que me hayas sacado de mi error. Saludos.

    1. Ana Fúster

      Todas las películas que retratan las consecuencias de una guerra nos hablan de injusticias e impotencia, pero los seres humanos somos tan cerriles que no aprendemos por muchas atrocidades que nos muestren, ya sea en la ficción o en la realidad. Muchas gracias y besos.

    1. Ana Fúster

      No suelo escribir este tipo de relatos porque a mí misma me repele poner en palabras hechos tan duros. Pero este salió de una sentada, como un vómito. Quizá de ahí venga la fuerza si es que la tiene, de que me brotó de las tripas. Muchas gracias por pasarte y otro abrazo para ti, paisana.

  5. Ana Fúster

    La idea era que fuesen situaciones paralelas a nivel temporal, pero muy divergentes en cuanto a sentimiento, ternura frente a brutalidad. Muchas gracias por tu comentario, Ana. Besos.

  6. Que un relato cause maravilla y repulsión a partes iguales es mérito del oficio que tenés, ANA. Ese regreso- tres sesiones al día- a la violencia de género es terrible; a ninguna mujer le gustaría estar en los zapatos de Charo.

    Fuera de concurso o no, ha sido un placer leerte.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Ana Fúster

      Muchas gracias por tu comentario, Mariángeles, me interesa saber que has encontrado en el relato ese equilibrio que dices, porque como he dicho más arriba creo que es la primera vez que entro en un tema tan crudo. Besos.

  7. Isabel

    Las cortinas. De un lado: la película que refleja una historia bella, aunque dura en la piel de Johnny. Del otro lado la realidad dura y nada bella. Y ella observadora silenciosa.
    Pero porqué Charo aguanta tres sesiones diarias?
    Supongo que se siente como esas cortinas.

  8. Isabel

    Ahhh. Es cierto, él no iba en silla de ruedas. A ver si tengo oportunidad y veo «El regreso». Creo que no la he visto.
    Gracias por tu aclaración en el relato 51.
    Besos

    1. Ana Fúster

      Es una película sobre cómo el gobierno USA no supo ni quiso gestionar la generación a cachos que le llegó de Vietnam, al que habían convertido en campo de pruebas de horrores inimaginables. De nada, Isabel. Ya hubiese querido Johnny ir en silla de ruedas…

  9. Magnífico relato, Ana. Como siempre…
    Reconozco que, al principio, también pensé en «Johnny cogió su fusil». No recordaba «El regreso», película infinitamente mejor. Pero lo bueno es que, sea cual sea la película, el relato es redondo, y no deja indiferente.
    Eres una maestra con todas las letras.

    1. Ana Fúster

      Muchas gracias por pasarte y por los buenos ojos con que lees mis relatos, que los hacen redondos aunque tengan aristas. Si quieres imaginarte mejor el escenario, en mi cabeza era el cine Central antes de que lo renovasen, pero ya con la entrada principal por la Plaza de la Merced, no por la de Risueño. Besos.

      1. Menudos recuerdos me has traído a la memoria, Ana… La última película que vi en el Central cuando se entraba por Risueño fue «El joven Winston», también de los 70. Me impactó muchísimo, y eso que en 1973, cuando la vi, yo aún no había nacido…

        Ni tú tampoco, ¿eh? Que los dos somos unos pipiolos.

  10. Mª Belén Mateos

    Relato fuera de concurso y desde luego fuera de serie. Fantástica la mezcla de sensaciones, de imágenes y de sentimientos. Una misma acción puede resultar de lo más gratificante o, tras esas cortinas espesas, una verdadera pesadilla.
    Merecedora de todo halago.
    un beso Ana

    1. Ana Fúster

      Justo lo que comentas era lo que el relato pretendía reflejar, me alegro de haberlo podido transmitir. Tus palabras son de una generosidad extrema. Los halagos los prefiero justitos, que a veces tienen la curiosa manía de subirse a donde no deben.
      Besos y mil gracias.

  11. Ana Fúster

    A mí también me revuelve, obviamente, el tema de la violencia sexual y nunca lo había tratado hasta hoy, pero ha salido así.
    En cuanto a tus joyitas cinematográficas, esas «Historias extraordinarias» me ponen los dientes largos. No la he visto pero me encantaría. Gracias por pasarte y por los murciélagos que me regalaste, hacen mucha compañía.

  12. Una estupenda ambivalencia de sentimientos contradictorios tu relato. Suerte con las deliberaciones que eso de escoger aquí debe ser como ir al dentista. Un abrazo y suerte 🙂

    1. Ana Fúster

      Muchas gracias por tu comentario, Juan Antonio. Por suerte, no soy jurado este mes, pero te aseguro que prefiero el dentista. Besos.

  13. Reve Llyn

    ¡Ay Ana, que asco! ¡Pero qué asco me ha dado tu relato!
    …aunque debería felicitarte, porque me da que es lo que buscabas.

    Felicidades.

    1. Ana Fúster

      Pues sí, Evelyn, estas cosas dan asco, rabia, impotencia… pero siguen pasando todos los días en todas partes a estas alturas de la película. Gracias por tus felicitaciones y un besazo, recompañera.

  14. Yolanda

    Siempre es un gusto leerte Ana, felicidades por esa habilidad con la que conduces la historia, por ese paralelismo que estableces con maestría entre realidad y ficción.
    Mi aplauso.
    Y un beso admirado.

  15. Salvador Esteve

    Ana, recuerdo vagamente la película, pero sí me viene a la mente la sensación de ternura que propiciaban las escenas de amor entre los protagonistas. Has superpuesto una escena dramática real con una maestría exquisita, por lo que el contraste es brutal. Buenísimo. Abrazos.

    1. Ana Fúster

      Muchas gracias por pasarte y por ese comentario tan positivo. Sí, es una película que merece una revisión, con esa Jane Fonda que se sale. Besos.

  16. Buena frase: «batallas se libran entre costurones del corazón y cuerpos hechos trizas.» Relato «vasos comunicantes» donde dos escenas se superponen y contraoponen y el ritmo se mantiene. Un acierto, Ana.

  17. Izaskun

    Genial, Ana. Un mismo hecho que sin embargo se viven contrapuestos, y el público, presente en ambos…Magnífico.
    Abrazos

    1. Ana Fúster

      Sí, el público como siempre, sin enterarse de nada… o haciendo que no se entera, que es mucho más cómodo. Muchas gracias por el comentario. Besos.

    1. Ana Fúster

      Muchas gracias por el comentario. Para mí el verdadero podio este mes ha sido lograr escribir algo coherente, porque estaba bastante bloqueada, y ver que puedo tratar un tema que me repugna. Besos.

  18. Ana, de lo que he leído hasta ahora, me parece que eres la primera que escribes desde el patio de butacas lo que se ve en la pantalla y entre las cortinas. Me gustó a pesar de la dureza.
    Un beso

    1. Ana Fúster

      Me resulta curioso que destaquéis tanto la dureza, no porque no sea duro lo que se cuenta, sino porque en este blog he leído bastantes cuentos sobre violencia de género explícitos y con desenlace terrible. Quizá la dureza derive de la repetición, el bucle de las tres sesiones diarias mientras le dure el trabajo, y en el contraste con la ternura. Una misma luna con una cara brillante y una completamente oscura. Me estáis haciendo reflexionar mucho. Muchas gracias y un abrazo, Epi.

    1. Ana Fúster

      Que a uno lo exploten siempre es tremendo, pero cuando es de este modo debe de ser terrorífico. Gracias por tu comentario y un abrazo.

  19. Ana Fúster

    Una gran cosa de este blog es que todos somos amateurs jugando en la misma liga y aprendiendo unos de otros, con competitividad sana. Seguro que si hubiera Champions League las cosas serían más feas. Saludos y muchas gracias por ese comentario tan positivo.