Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ENCUENTRO A17 . SEGUNDA RONDA

SALVADOR TERCEÑO – JUANCHO PLAZA

Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 100 palabras (la frase propuesta no suma) antes de las 20 horas (hora local española) del VIERNES 25 DE MAYO y cuya ÚNICA CONDICIÓN es incluir en el texto de forma literal la frase propuesta, que ha sido extraída del poemario Una manzana en la nevera” de Sandra Sánchez. Vuestra frase, que puede ir localizada en cualquier lugar del relato es

ASÍ QUE HA SALIDO AL JARDÍN

Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.

Tras la publicación de ambos relatos publicaremos al final de esta misma entrada un enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el SÁBADO 26 de MAYO a las 20 horas.

El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.

PODÉIS VOTAR EN ESTE ENLACE

9 Responses

  1. La hierba olvidada

    La casa, hasta ayer habitada, es ahora un fósil helado, hostil. Días de cansancio acumulado. Alguien lleva salchichón y cervezas al salón, pero, donde debería notar apetito, solo siente una feroz dentellada. Tiembla recordando pesadillas infantiles: el tiburón blanco y aquellos cocodrilos que perseguían a Tarzán. Flaquea recordando besos en la oscuridad. Así que ha salido al jardín y ha descubierto el molde vacío de sus recuerdos. Las manos en los bolsillos, como su padre. Su peso aplasta la hierba olvidada. Unas gotas mojan sus zapatos. Los eucaliptos de la calle arañan un cielo que augura tormenta. Y todo es terrible y hermoso, en cierta forma.

  2. Chaparrones
    Hay días en que caen como chuzos de punta. Cuando suenan las alarmas corremos desde cualquier sitio. Desde casa, la iglesia o el colegio. Los cines siguen sin abrir y en los bares el vino está agotado. Los hombres se quitan el frío y desatan la lengua con licores de estraperlo. Nos encontramos en los refugios mientras escuchamos los silbidos asesinos. Buscamos los brazos de la madre, la mirada del hermano, la cara del amigo, para saberlos a salvo. Hoy papa estaba harto, así que ha salido al jardín y, abriendo su paraguas, ha decidido no volver a esconderse.

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