Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ENCUENTRO B18 . SEGUNDA RONDA

EDITA NOGUEIRA – MANUEL MENÉNDEZ

Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 100 palabras (la frase propuesta no suma) antes de las 20 horas (hora local española) del VIERNES 25 DE MAYO y cuya ÚNICA CONDICIÓN es incluir en el texto de forma literal la frase propuesta, que ha sido extraída del poemario Una manzana en la nevera” de Sandra Sánchez. Vuestra frase, que puede ir localizada en cualquier lugar del relato es

A LA ESPERA DE SU CRUEL DESTINO

Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.

Tras la publicación de ambos relatos publicaremos al final de esta misma entrada un enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el SÁBADO 26 de MAYO a las 20 horas.

El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias

Podéis votar desde este enlace. 

7 Responses

  1. RUMBOS ASIMÉTRICOS

    La joven llevaba varios meses en estado vegetativo, a la espera de su cruel destino. Cuando este llegó inclemente, fue recibido a los pies de la cama por una madre infatigable y serena, cuyo rostro reflejaba algo parecido a la felicidad absoluta, difícil de comprender. Pasados unos días de ineludibles pésames, agradeció interiormente a la amante secreta de su esposo que la eximiera de obligaciones extra y, decidida, lo dispuso todo según tenía planeado: aprovechando una escapada furtiva del marido, llamó a sus amigas para saciarse de abrazos y mimos antes de emprender, a solas, el viaje que la llevaría al reencuentro con su amada hija.

  2. Manuel Menéndez Miranda

    REFUGIADOS

    El sofocante sol de mediodía abrasaba los cuerpos de los refugiados arracimados en la playa a la espera de su cruel destino. La expresión de sus rostros mostraba una total desesperación; el último ápice de esperanza que les quedaba se había extinguido al descubrirnos esperándolos. Ni siquiera suplicaron piedad, estaban tan agotados y hambrientos que volvieron a embarcar sin oponer resistencia y se alejaron mar adentro rumbo al infierno del que habían huido. Los llantos apagados de los niños mientras desaparecían fue lo más duro, pero no podemos mostrar debilidad. No hay recursos para todos y nosotros no tenemos la culpa de la guerra que asola Europa.

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