Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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76. ENCUENTROS (Pulgacroft)

Paré allí simplemente para suicidarme. Era el típico hotel de carretera en medio de la nada. Perfecto para dormir…o para morir.
Una vez en la habitación, tumbado en la cama, hice repaso a mi vida por si me hubiera dejado algún motivo por el cual debía quedarme en este mundo, pero una vez más, no lo encontré. No tenía familia, apenas amigos, nadie dependía de mí… ni siquiera los antidepresivos me ayudaban a encontrarle el color rosa a mis días anodinos. Ahora, al menos, me servirían como pasaporte hacia ese otro mundo que no podía ser peor que éste.
Estaba absorto en esos pensamientos, cuando un gato completamente negro -sí los de la mala suerte- se coló por la ventana. Se tumbó a mi lado suplicando con ese maullido que sólo sale del hambre. Me miró fijamente y algo me removió por dentro.
Intenté ignorarlo levantándome a preparar mi coctel mortal, pero el gato comenzó a restregarse entre mis piernas. Sucumbí. Observé como tomaba la leche que pedí para él y una vez hubo terminado, se subió a mi regazo ronroneando.
Noté que había decidido adoptarme.
Irónicamente encontré mi motivo color rosa en color negro y forma de gato. Sonreí.

35 Responses

  1. Hace poco leí que en el Antiguo Egipto eran portadores de buena suerte porque se les asociaba con Bastet, la diosa de la alegría de vivir. Me alegro de que tu protagonista cambiara de planes: me gustan los finales felices!!
    Un abrazo.

    1. Ah pues mira eso no lo sabía Paloma, gracias por compartirlo. También le va bien a mi relato esta otra «acepción de suerte gatuna» jeje.
      Otro abrazo para ti!
      😉

  2. calamanda

    Esperanza, nos cuentas la importancia de las cosas pequeñas, que curiosamente resultan ser las más grandes. Suerte y saludos

    1. Oye Pulga te he llamado Esperanza, es que le acababa de comentar a ella, y estoy liada con e móvil y mi hija y los sanfermines y los robos. Un caos en mi casa.
      Disculpa, que no se ni lo que hago.
      Besos Sandra guapetona.

  3. Mª Belén Mateos

    Historia con un comienzo terrible y un final feliz y felino. Siempre hay algo a lo que agarrarse, solo hay que buscarlo y a veces en las pequeñas cosas se encuentra más fácilmente.
    Un beso sandra

  4. Se suele decir que el futuro no es tan negro como lo pintan, y este micro es la excepción que confirma la regla ¡Bendito ese color negro que se vuelve rosa en la forma de un gato!

    Me gustó mucho, SANDRA, te felicito.

    Cariños,
    Mariángeles

  5. Ángel Saiz Mora

    Siempre hay alguien que nos quiere y nos necesita, aunque a veces nuestro cerebro o espíritu se empeñe, machaconamente, en negarlo o ignorarlo.
    Un animal puede ser la mejor compañía en muchas ocasiones.
    Me ha gustado la elección de ese hotel, «perfecto para dormir», o «para morir».
    Un gusto leerte en cualquier momento y lugar.
    Un abrazo y suerte.

  6. Gloria Arcos Lado

    Dejas traslucir esperanza donde solo había presagios de muerte. Qué gato más majo, necesitado de amor y al mismo tiempo sobrante de él para entregarlo a un ser solitario. muy bueno Pulgacroft.

  7. Esperanza Tirado Jiménez

    No soy muy de animales, pero este relato con gato me ha llamado mucho la atención. Encontró un motivo para alegrar su triste vida.
    Me gustó mucho cómo lo cuentas.
    Suerte.

  8. aurora

    ¡¡¡¡¡MIAUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!

    Coincido con Angel en el gusto por la frase “perfecto para dormir”, o “para morir”, al din y al cabo, la muerte es un laaaaaaaaaarrrrrrgo sueño.

    Abrazo.

  9. Eduardo Iáñez

    Un comienzo convencional para un final original. ¡Acabar adoptado por un gato y encontrar así la negra razón de una vida sin rosa! Curioso…
    Suerte, y saludos.

  10. Ana Fúster

    Nunca se sabe qué nos va a salvar de nosotros mismos. Me gusta que en este caso hayas elegido un gato negro, que a menudo se asocia con relatos de terror e historias oscuras, para devolverle a tu protagonista la ilusión por la vida. Besos y suerte.

  11. Rafa Heredero

    Con qué naturalidad cuentas eso de «Paré allí simplemente para suicidarme», y cómo das un giro completo a la historia y a la suerte de tu protagonista con la ironía de un gato negro, precisamente. Esa sonrisa final es el broche que necesitaba el relato.
    Suerte y saludos.

  12. Pues me ha gustado mucho tu historia por muchos motivos. Por esa sonrisa que al final se encuentra, porque la traiga un gato (he tenido una relación especial con ellos) y porque utilizas un vocabulario y unas expresiones que considero muy acertadas. Mucha suerte 🙂

  13. Vanesa Granada

    Me ha gustado mucho, y es que a veces nos dedicamos a ver más allá cuando realmente las pequeñas cosas son las que nos hacen grandes, como un simple gesto o un ronroneo :). Suerte Sandra.

  14. Tengo una amiga que dice que quien vive con un gato no necesita psicólogo. Tu relato retrata muy bien esa necesidad tan humana de encontrar alguien que nos quiera, o mejor aún, alguien a quien querer. Muy acertado ese «noté que había decidido adoptarme» sobretodo, tratándose de un gato.
    Suerte y abrazos

  15. Pulga, un microrrelato muy original, que juega con la ironía para darle la vuelta a la realidad o la ficción, según gustos. Y del que bien se podría interpretar que el protagonista tiene mala suerte hasta al momento de morir, puesto que la aparición de un gato negro, sí negro, le impide llevar a cabo su redención. Olvida esta interpretación, que es bastante complicada, jaja.

    En cualquier caso, un buen microrrelato y muy bien hilvanado.

    ¡Suerte con el concurso!

    Saludos.

  16. María Rojas

    Yo me inclino por el final optimista. La ilusión gatuna puede saltar en cualquier momento. Buen relato.
    Abrazos.

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