Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ENE105. UN PERRO Y DOS DESTINOS, de Nieves Martínez Menaya

Ausencio se detuvo un instante y murmuró a su perro. Hablaba solo. El viento había enmudecido y la tarde, perezosa, quería a toda costa desembarazarse de la luz. “Viento seco”, anunció a su vecino, que como un rayo pasó sin mirarle. Tropezaron. Tras el encuentro, el bastón cayó sobre la acera dejando al anciano a merced de sus fuerzas. De regreso a casa, en el buzón encontró varias cartas. En uno de los nichos asomaba un gran sobre y optó por extraerlo de la punta. Se lo daría mañana. “Tal vez quiera charlar del incidente o aceptar un café”. Al menos hablaría con alguien.
Al día siguiente, cuando despertó, no iba a olvidar lo único que de especial debía hacer sin falta: subiría a entregarlo. Con dificultad, subió las escaleras, golpeó la aldaba y esperó. “No están. Vamos, Laika!.” Y la carta decía : “….ha sido usted seleccionado para ocupar el puesto de trabajo. La entrevista tendrá lugar mañana a las 08:30 h. De no ser así…»
A lo lejos se oyeron las doce en las campanas y él se alejó esperando ver aparecer por la avenida al que, a buen seguro, sería un nuevo amigo.

37 Responses

    1. Nieves

      La soledad….. y sus daños colaterales. Cuántos sobres no habremos robado de los buzones de algunas almas con tal de cruzar con ellas unas palabras.
      un saludo

  1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    Está bien tejido este relato. Me gustaría saber qué hecho de ha hecho imaginar esta situación y de dónde has sacado el nombre de Ausencio.
    Besos, Nieves.

    1. nieves

      La verdad es que no he conocido ninguna situación que me haya inspirado esta historia, ni tampoco a nadie con ese nombre. Creí que me lo había inventado yo pero veo que existe.,Fue al echar la basura,(momento en que me rondan mis musas.Lo sé:»Ausencio, Ausencio,Ausencio…» Y me gustó) Por lo demás, la construcción del relato fue como el proceso de un puzzle de la Torre Eifel de 2.000 piezas: primero haces un poco de la punta, bajas a la pata derecha, vuelves arriba. Fue complicado cuadrar. Así está él.
      Estos Ausencios pueden estar a nuestro lado en nuestra Panadería y nuestra Frutería y nos comportamos como si tuviésemos mucha prisa, sin dedicarles esa calma para hablar del viento o de la lluvia , que es ya – y con razón- lo que más les importa.

    1. nieves

      Contigo da gusto: siempre intentas entender lo que no entiendes y nos ayudas a nosotros mismos a entendernos. K bueno el detalle de «llevado y traído» ( por lo del trajín
      del ancianito). Estás a todo!

  2. Un tal Miguel

    No puedo ser imparcial al dar mi opinión porque me incluyo en el grupo enorme de tus fans-seguidores. Me tienes ganado antes de empezar a leer. Pero hoy lo voy a hacer más despacio que en otras ocasiones porque sé que hay algo más de lo que he captado. Y lo conseguiré.

  3. Nieves

    Te daré una pista que no necesitas: La vejez es una forma sofisticada de soledad. Por lo demás, no hay más que rascar.
    Mero pretexto para manifestarlo.

  4. Me llama la atención sobre todo el ritmo que las palabras escogidas (hay muchos sonidos con zetas y ces, zzz) le dan a un cuento que trata sobre la soledad del viejo en contraste con las prisas del otro. Creo que destacaría esto del micro, el acompañamiento musical.
    Un abrazo.

  5. Nieves

    Unas creen escuchar música en mi relato, otras encontráis
    relaciones cabilísticas. Sois como hadas buenas: sois capaces
    de sacarle partido a un relatillo tan plano como éste. Díme, cómo lo haces? Impresionada estoy con esta asociación:

    1 perro y 2 destinos = 12

    Creo que te estás especializando. No serás una lamia, verdad?

  6. RELATO 105- BIS

    Como es una página de poco tráfico y recoleta, quiero dejar en las paredes de mi relato este grafiti a modo de mono- logo, mejor dicho, mono-grafo ( o monoglifo). Me apetece estanochecontarme cómo llegó hasta mí el tal Ausencio. A los que os gusta leer todo lo que se cruza en vuestro camino, como a mí, incluida la letra pequeña de un billete de Ryan Air (sustancioso, por cierto y lleno de sorpresas, también muy cierto)estáis invitados. Aviso con tiempo: no voy a decir nada de interés. E incluso nada. Avisados, empiezo a contármelo:

    Como he dicho más arriba, a veces sucede cuando voy a echar la basura, que en el caso de mi calle, es una experiencia muy agradable que invita a la reflexión. A esa hora en que la luz y las tinieblas entran en un aparente conflicto ya definitivamente resuelto, aparecen. Ellas. No sé cuántas son o si es sólo una. Es como el asalto de un insecto ponzoñoso , cuando ocurre. Una sensación irrepetible: la(s) Musas(s) me han entregado algo inesperado con lo que saben que voy a empezar a trabajar. A veces es una palabra. Esa, la que me faltaba. Y se me antoja la mejor, la más apropiada, la que mejor expresa la idea; la que contiene todo el mensaje necesario. Y llega. Como de alguna parte. Gratis. Y la ves genial. Y la haces tuya. Otras , es una frase larga, con su sujeto y predicado; incluso con adverbios circunstanciales y de tiempo o con otras cosas cuya función no sabría identificar Perfecta. Inaudita. Redonda . Luminosa. En el camino crees haber encontrado un billete al que disimulas inclinarte a coger. Te sientes ungido por algún tipo de suerte y tocado por una leve casi-presencia que te ha dictado, sí dictado, una idea en la que tú no has tenido nada que ver y de cuya autoría eres ajeno . Me pillan sin boli y mientras regreso a casa, intento repetirlo una y mil veces. Así fue: este relato, tras el trayecto de mi deber cívico, debiera haber comenzado así, que es como Ellas me los dictaron:

    “Pertrechado de infinitos silencios, Ausencio se acercó a la valla y murmuró a su perro”. Tal cuál. Con nombre propio y todo . Y yo me dije…. Pero vamos a ver…… y TUVE que montarme una historia cuyo borrador ha sido rocambolesco porque Ausencio ha subido y bajado mil veces por esta escalera haciendo diferentes cosas y con diversos encarguitos, repitiendo incansable la escena como si del rodaje de una película se tratara . Verdaderamente he tenido la sensación de haber presenciado las tomas falsas de un film. Nunca había trabajado tan a ciegas. Y todo por aprovechar una frase regalada de la que me enamoré desde el primer momento pero que tuve que cambiar por exigencias del guión.

    Ese cambio creo que no me lo perdonan. O tal vez sí. Cualquier día de estos, a esa hora crepuscular en la que gustan acechar, tal vez les pida ayuda para algo que estoy pensando en escribir. De no ser así, puede que de ahora en adelante se me conozca como “La del síndrome del Diógenes”

    Escribo porque llueve.19.enero 2013. Nieves Martínez Menaya

    1. Esas musas del ocaso, yo que tanto reciclo, no las he encontrado nunca.A mi me visitan las de la ducha por la mañana y las de la plancha cuando me toca, pero cada uno tenemos las nuestras. Me encanta este bis porque tu relato, que hasta ahora no había coemntado, me resultaba muy visual y ahora, hasta le has puesto una luz peculiar.
      Leo y contesto porque aquí si que llueve y se nos lleva el viento.
      Y un beso, porque sí.

    2. Nieves

      También cuando plancho, particularmente. Cierto. Me gusta, jate,porque me ensimisma, porque es un mirar
      no viendo. La ropa, esa superficie anodina pero a la vez cotidiana y doméstica, es un pretexto.
      Me encanta que hayas aterrizado aquí, Eva porque lo que has comentado a Jams en el «No habrá alfombra roja» es todo un alarde de sensibilidad.Otro beso porque sí, venga!

    3. Ricardo

      Mira que bajo veces a cumplir el cívico deber. Hasta he intentado bajar el reciclaje por separado,papel, plástico, vidrio. Da igual. Ve veo un zote.Mis musas se niegan a reciclar conmigo.Tu sistema no me sirve. Intentaré descubrir el mio. Uf ¡que dificil…!
      Entretanto disfruto con tus cuentos.
      Un beso.

  7. La esposa de Ausencio se llamaba Vivencia ¿la recuerdas?
    Sí, era mujer discreta y generalmente no pasaba desapercibida.
    Dejó huella en muchos

    Para este hombrecillo ella es hoy presencia perpetua,
    Se quieren, se hablan, ya no riñen… “se tienen”.

    Hoy no pide grandes cosas, pero aun cabe la espera de algo mas:
    El contacto con otros.
    Es mendigo de compañías y no tiene apuro por ello.
    Disfruta de cualquier migaja… hasta un “buenos días” es un regalo.

    Un beso Ivy
    Jose

    1. Nieves

      Sé que hablas en lenguaje cifrado y metafórico al referirte a Ausencio y su historia, todo ello inexistente, pero sé a qué ausencias y vivencias te refieres.Veo que has conectado con esa idea de soledad, de la migaja, de la «palabra» , como única recompensa.
      un beso , hermano

  8. Nieves

    No hace falta que te disculpes, tranquila Ana. Yo creo que todos te conocemos a estas alturas de la película y sabemos que no tienes mala intención.
    Siento que no te haya gustado mi comentario o parecido frío
    pero es que todavía estoy dándole al coco a lo de los dos
    perros, las doce campanadas, el gran jefe «Viento seco» ….
    No te preocupes, mujer, que aunque pueda parecerlo, no me ha sentado mal. Entonces quedamos en eso; que ni churras ni merinas. Un saludo: Nieves

  9. Rosa Molina

    Hola Nieves, después de leer tu relato y toda la coletilla de comentarios, no sé por qué voy a felicitarte más: si por tu comentario explicativo o por el relato en sí, que me gusta mucho. Leyendo en voz alta los micros y me di cuenta de la sonoridad del tuyo, también de las imágenes, y esa soledad, presente y persistente hasta el final. Vaya, que muchas felicidades por todo. También por tus diálogos con nosotros. Abrazos.

  10. Ricardo

    Mira que bajo veces a cumplir el cívico deber. Hasta he intentado bajar el reciclaje por separado. Ahora papel, luego plástico o vidrio. Da igual. Ve veo un zote.Mis musas se niegan a reciclar conmigo.Tu sistema no me sirve. Intentaré descubrir el mio. Uf ¡que dificil…!
    Entretanto disfruto con tus cuentos.
    Un beso.

  11. Juan A. P.Guadilla

    Lo he leído dos veces y ahora sí que lo veo claro:
    Ausencio, en realidad, es un Agente del KGB. Hablaba solo, pero lo que hacía era dar órdenes por el transmisor de su solapa para eliminar (desembarazarse) de otro Agente cuyo nombre en clave era «Viento seco», el cuál había sustraído del buzón unos planos secretos.
    Ba-La-laika, en clave es » Vamos Laika» – nombre del Agente doble y el » Ha sido usted» significa en clave: » te he descubierto. Devuélvelos mañana a las 08:30……De no ser así»

  12. No he leído todos los relatos, pero este debería estar en las discusiones finales. Pues narra mucho que no se dice, la soledad del viejo, la ceguera del joven que atropella (mala educación, quizás preocupado por la falta de trabajo) y de como muchas veces producimos daño sin ser consciente de ello. Además, esta muy bien escrito. Quizás, solo quizás, y esto es asunto mío, el contenido de la carta lo pondría al final, tras el párrafo del nuevo amigo. No sé.

    1. Nieves

      Mº Ximens,no sé si narra mucho que no se dice o se dice mucho que no narra, el caso es que si te digo la verdad, todo ha sido un intento para ver si era capaz de contar algo como Redondo Lavín, pero ví que a antes de llegar a las 100 ya me había liado. Y tuve que seguir airosamente. Normalito
      Has captado muy bien las tres cosas que yo hubiera destacado:
      la soledad, la indiferencia y el desconocimiento del daño ocasionado.Como decía más arriba, probé con ese final que
      comentas pero opté por uno más cinematográfico que literario. El literario era, efectivamente: » Y la carta decía…»
      Me dije: si lo entiende Ximens es que no me he liado tanto
      (guiño). Me he quedado más tranquila. Me había asustado cuando te he visto por aquí 😉

  13. Anonymous

    Muy buena, e original, la apostilla-interpretación de Juan A. P. Guadilla en su comentario. Yo en cambio difiero, no es una película de James Bond, sino, más bien, del tipo «Los Lunes al Sol».
    De los dos destinos, y dejando a un lado el perro y gregario destino de Laika, el que sale peor parado de este relato es, precisamente, ese parado que vive con su pareja en ese pequeño pueblo, donde se escuchan los sonidos de las campanas, no hay ascensores ni timbres, y encima, los viejos jubilados que no tienen otra cosa que hacer que pasear perro y ver obras municipales, toman iniciativas que joden al personal las expectativas de un trabajo que parecía seguro. Pobre muchacho que anda loco, sin mirar ni por donde pisa, ir a cruzarse, por mor el destino, con el destino, así mismo, de un viejo metomentodo y manipulador.
    Muy bien, Nieves, esta incursión por la vida tranquila y aburrida de cualquier pueblo de esta España donde un cuarto de la población está en paro, otro cuarto, jubilado, un tercer cuarto lleva una vida perra y el último son las típicas mujeres del reposo y la invisibilidad. Salud. Marcos.

  14. piribiribi

    es un relato interesante te hace pensar en los pequeños detalles,que se nos pueden escapar y del efecto que estos puden tener cambiando el curso de nuestra vida.

    1. Nieves

      Oh, cielos, yo sólo quería aprender a resolver problemas literarios de narración y resulta que me salen espías, azares
      traviesillos, viejecitos malos, dobles sentidos, dos perros, un vecino, dos bastones, un destino, dos cartas, una iglesia, doce campanas…..me voy a echar la basura. Como las pille…

  15. Nieves

    Ya te digo, Marcos, no serás tú el que le ha tirado el bastón, verdad?;) guiño. Pobrecito Ausencio, mío! Si es un abuelete….
    Este relatillo de tres al cuarto no tenía de salida
    muchas pretensiones de encerrar mensajes internos ni nada por el estilo. En todo caso capturar ese instante inusual de pillar » in fraganti» al azar haciendo de las suyas utiizando una mano inocente. En todo caso, tal vez pretendía sugerir que cuando dos realidades de distinta naturaleza entran en contacto (sentimiento y un puro hecho espacio-temporal), corren el riesgo de colapsar.
    Y de ese frágil tejido , repartido en dosis aleatorias y desiguales, están formadas nuestras vidas: azar y casuística frente al deseo a secas, desprovisto de cualquier mecanismo que lo ampare o refuerce. En el fondo, el azar, los dados mandan.
    Ya lo decía Einstein.
    Gracias ,amigo, pero pobrecito vejete. Me había encariñado. Él sólo me ha obedecido durante dos meses. ves? somos marionetas.
    Un abrazo
    (sigo leyendo y subrayando las Obras Completas)

  16. Pues después de cómo está el mercado, haberle quitado un puesto de trabajo es bastante peor que tirarle un bastón.
    Lo que me ha llamado la atención es el título porque no parece tener mucho que ver con el resto, no?
    Suerte, Nieves.

  17. Soledad

    Un micro que rezuma imágenes de nostálgica soledad.
    Bien desarrollado nos conduce de forma sutil a un sorprendente final.

    Un saludo

  18. Nieves

    Este micro es como la refracción de la luz en un prisma:puedes ver la historia desde dos puntos completamente diferentes.La soledad, efectivamente, es el hilo conductor y acaba siendo causa más que efecto. Me agrada que hayas utilizado la palabra «imágenes» porque fundamentalmente es lo que persigo.
    Gracias! Un abrazo

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