Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ENE107. RECUPERACIÓN, de Alfonso González Cachinero

Cuando despertó, estaba como nuevo. No notaba molestia alguna, ni siquiera unas mínimas agujetas o un leve dolor de cabeza, nada. En la penumbra buscó manchas en su piel, pero no encontró ninguna, salvo unas cuantas cicatrices limpias que no le incomodaban en absoluto. Se sentía más joven, incluso olía bien. A pesar de encontrarse solo, se pudo incorporar fácilmente. La recuperación había sido milagrosa y las piernas le sostenían con fuerza. Todo indicaba que la operación había resultado perfecta.
     Recordó fugazmente los detalles de los últimos días, las palabras que había pronunciado, el esfuerzo final… En ese preciso instante, de pronto, lo comprendió todo. Todo cobró sentido. Por fin se habían acabado las dudas. Se hallaba seguro, pleno, probablemente feliz.
     Despuntaba el alba cuando salió de aquel oscuro lugar. Hacía tres días que no veía a nadie y quería reunirse con su madre y los suyos, decirles que estaba bien. Además, tenía hambre. A la primera persona que encontró fue a María Magdalena.

22 Responses

    1. Hola, Milty! Me alegro mucho de que te haya gustado leerlo y de que te haya sorprendido. Se me ocurrió imaginar cuáles habrían sido los sentimientos de Jesucristo en el momento de «despertarse» después de morir. Intenté ponerme en su lugar, procurando no meter la pata con los aspectos «históricos».
      Muchas gracias por tus palabras.

    1. Guau, genial!! En efecto, el protagonista podría haber sido Frankenstein perfectamente (salvo por el final, claro). En cambio a Drácula ya lo veo más difícil, no me lo imagino buscando a su madre, aunque quién sabe hoy en día, tal y como están los vampiros…
      Muchas gracias, Eva, por tu interesante lectura y por las palabras de ánimo. Un abrazo.

  1. Calamanda Nevado

    Alfonso, este acontecer continuo lleva, fluidamente, al milagro inesperado de su recuperación. Saludos y suerte.

    1. Muchas gracias, Aurora. Podría haber sido un cambio de sexo, pero no!! He puesto todo mi empeño en que el descubrimiento final no fuera predecible y me satisface que te hayas llevado la sorpresa que quería producir. Durante la lectura puede interpretarse de muchas formas, pero al final se aclaran las cosas. Ese era el truco.
      Un abrazo.

  2. XDD Efectivamente, el hambre y Mª Magdalena se prestan a un juego de palabras, pero creo que no, que no pasó nada de eso, al menos que se sepa. Muchas gracias a ti por haber leído, sonreído y escrito. Un abrazo.

  3. Pues yo no me imaginaba nada, conforme lo iba leyendo me iba aumentando el interés, y la sorpresa final ha sido considerable, es un texto muy original y nada predecible. Sólo me descoloca un poco una cosa: «la operación había resultado perfecta».¿? Un abrazo y suerte.

  4. He dudado muchísimo con esa frase hasta el último momento, no sabía si ponerla o quitarla. «Operación» es una palabra que, en este contexto, despista mucho al lector (quizá demasiado) y lo encauza directamente al ámbito médico y quirúrgico.
    Pero también puede interpretarse como «maniobra», «plan». Es decir, que había salido perfecto el plan previsto (la resurrección). Es una lectura posible, aceptable, y la única correcta cuando sabemos lo que ha sucedido.
    Me he arriesgado. Quizá haya manipulado un poquitín, pero así la impresión final es mayor, ¿no?
    Muchas gracias por tu comentario, Ana. Y un abrazo.

  5. Alfonso, muy original. nos tienes expectantes. Sabemos que al protagonista le han intervenido en algún tipo de operación, y esperamos que el narrador nos lo cuente, pero al descubrirse el final: ¡vaya sorpresa! Nos dibujas una sonrisa, y pensamos ¡claro! por eso solo nombra a su madre,… Muy bueno.

    Un abrazo.
    Amparo Martínez Alonso

    1. A su madre y a los suyos, sus discípulos. Porque lo del padre ya es otro tema diferente…, mejor no tocarlo. Pues me alegro mucho de que mi relato te haya mantenido en vilo hasta el final, donde todo encaja: las cicatrices, los tres días, la madre, el sitio oscuro, el recuerdo de la agonía final, etc. Y por supuesto Mª Magdalena, la revelación definitiva.
      Muchas gracias por tus palabras, Amparo, y un fuerte abrazo.

    1. Lo del título puede ser, pero le he dado cien vueltas y no he encontrado nada mejor. Mea culpa. En mi descargo diré que no podía dar ninguna pista que desvelase de quién se está hablando, lo cual limita mucho. Pero se admiten sugerencias.
      Es cierto lo de la naturalidad. Me interesaba el lado humano del personaje, no el divino. Un personaje que se despierta como nuevo, que empieza a recordarlo todo y que repentinamente toma conciencia de su nueva condición. Pero que sigue siendo un hombre, un hijo, etc.
      Muchas gracias por tu interesante aportación y por tu apoyo. Un abrazo, Susana.

    2. Ya que preguntas, «Recuperación» como título lo sustituiría por «Despertar», o por «Amanece», esto en plan leve y un poco para mí soso. Y en otro tono, y aprovechando tu texto, «Reencuentro», «Incorrupto», o algo así, sin dar muchas pistas pero abonando el terreno.
      Abrazo.

    3. Muchas gracias, Susana, por este comentario tan interesante. Manejé uno parecido a «Amanece», pero no me convencía del todo. En cuanto a «Despertar», a mí en particular no me engancha porque no es muy original que digamos, dado que es el tema mensual. Fíjate en que ya hay unos cuantos titulados así, o muy parecidos.

      El título debe ser frío, para no aportar pistas. «Incorrupto» da una pequeñísima pista. «Reencuentro» es, de los que propones, el mejor sin duda; aunque yo he preferido centrarme, no en el reencuentro, sino en la convalecencia (aunque no hubiera tal), en el posoperatorio, en la asombrosa mejoría.

      Está difícil, ¿verdad? Es tan subjetivo. Te agradezco mucho tus sugerencias. Un fuerte abrazo, Susana.

  6. cuco

    Me ha gustado mucho el relato, he tenido que volver a leerlo para apreciar los matices y la palabra operación usada como misión es un detalle buenísimo, enhorabuena

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