ENE120. EL NEÓFITO, de María Rojas
Cuando despertó, el paleontólogo soñaba entre oscuras aguas freáticas. Cuando despertó, el sarcófago abierto rebosaba de luz azulina. Cuando despertó, la momia de la reina niña lo arrullaba entre sus delgadísimos brazos. Ya despierto, saltó al mundo con la ilusión de ser el primer bebé dinosaurio del siglo XXI.
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Ja, ja, ja, la imaginación al poder, es lo único que no se momifica…
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María, en tan pocas palabras, has navegado entre las épocas de los sarcofagos y el siglo XXI. Simpático tu bebé dinosaurio.
Un abrazo.