Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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59. ENTROPÍA

Soñaba con coleccionar instantes. Depositarlos en cajitas pequeñas, sentir el olor a madera al cerrar la tapa  y no abrirlas jamás. Le reconfortaba la idea de saber que pasara lo que pasara, tendría un ancla en este mar frenético. Cuando ya nada es para siempre, ni siquiera sus pasos en el asfalto podían seguir el ritmo desenfrenado del cambio.

Ya se lo había preguntado antes la oruga a Alicia, ¿Puede saberse quién eres ? No, no lo sabía. Como en aquella película de los 70, solo sabía quién era esa mañana, era una falda en tono pastel que había metamorfoseado en una cazadora de cuero negro. Cómo iba a tener la respuesta, si lo único que parecía permanecer en el tiempo era el olor a chicle de fresa que se iba apagando cada vez que masticaba.

Encendió una cerilla y el olor a madera ardiendo se difuminó con el de la fresa. Ahora tenía más clara que nunca la respuesta. ¿Puede saberse quién eres tú? Era la que ya no quería un ancla, era la que prefería abandonarse al vaivén de las olas.

13 Responses

  1. Ana Fúster

    Me gusta mucho el último párrafo, que libera al personaje de su obsesión por coleccionar instantes pasados que le hacen sentirse más segura y la lanza al presente, desarrollando la idea que ya apuntas en el segundo párrafo («sólo sabía quién era esa mañana»). Le deseo buen viaje sobre las olas del día a día, y a ti besos y suerte.

  2. Isabel

    ¡Qué bonita entropía! El caos, el desorden que mide esa entropía para mi es importantísimo, es la única manera de poner verdadero orden en un sistema (material o humano).
    Y tu protagonista está empezando a dirigirlo.
    ¡Bienvenida!

  3. Carles Quílez

    Buen relato, Adriana. si no voy errado, la protagonista es una suerte de reflejo de la Sandy de Grease.

    Me ha gustado mucho eso de utilizar el sabor del chicle como unidad para medir el tiempo.

    Saludos.

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