Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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65. Errantes (Javier Ximens)

 

Con el fusil al hombro y vestido de derrota llegó a la aldea una noche de ventisca, niebla y confusión. En la primera casa pidió cobijo, le abrió una mujer desgreñada —con la tez morena curtida por el fuego del hogar— que le preparó una sopa y una cama caliente. Muchas vigilias de soledades desde que su marido partió a la guerra, la atracción de los cuerpos jóvenes, el ventarrón, el miedo y el deseo se apoderaron de ellos y yacieron unidos. En la amanecida, el joven soldado abandonó la morada y prosiguió el viaje por el sendero que asciende a la sierra. Cuando se le echa la oscuridad y la niebla blanquea el contorno llega a un pueblo en medio de la tristeza, golpea con la aldaba de hierro fundido la puerta de una casa y una mujer joven le abre la puerta, se aman con pasión y en el amanecer prosigue su camino, ese que le llevará de las tinieblas a otra noche con la misma mujer, la que había fallecido en el incendio de su hogar tras conocer la muerte de su marido en el frente.

 (Versión revisada)

 

24 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    Nos dejas un texto con unas imágenes muy potentes y escrito con maestría. Me hace evocar esas historias de aparecidos que se contaban en las reuniones nocturnas invernales ( también en las veraniegas, se supone) y que provocaban el miedo en algunos, pero servían, también , para afianzar esa comunión ancestral que solía darse en los habitantes de los pueblos. Me gusta, Javier. Saludos y suerte.

  2. Martín Zurita

    Hola, Javier.
    Un texto potente, caracterizando quizá a los «maquis», ¿o es que no eran soldados los maquis? Estiras el chicle, el nudo como nadie y consigues un final muy poderoso pero mejorable, quizá, a mi entender, no dando lugar a esas cuatro oraciones de relativo seguidas QUE (4), a mis oídos, o a mis exóstosis, provocan cierta cacofonía.
    Un abrazote y feliz verano.

  3. Ángel Saiz Mora

    Una mujer fantasma que espera a su marido muerto, que bien pudiera ser el mismo soldado que vaga por sus tierras y con quien termina por pasar la noche. Si no me equivoco en mi interpretación, que todo es posible, ambos espectros están condenados a vivir en una espera agónica interminable, a encontrarse y a separarse, quién sabe si por toda la eternidad, errantes en un viaje sin fin.
    Una historia de aparecidos que transmite la inquietud de los personajes, condenados a un quiero y no puedo, a la pura impotencia, unidos por la noche, separados de forma irremediable en cuando el sol asoma.
    Un abrazo fuerte, Javier. Buen verano y suerte

  4. Para mi gusto y entenderes, el texto hasta la mitad ( «…sendero que asciende a la sierra»), es magistral, soberbio. La segunda mitad, creo que merecía una pequeña revisión que lo descomplicara un poco y no desluciera lo anterior.

  5. María José Viz Blanco

    Estimado Javier, me parece una historia muy atractiva la que nos presentas, aunque quizás un poco confusa, hacia el final. Sea como fuere, tu prosa siempre es cuidada, con palabras llenas de significado, que nos hacen pensar y deleitarnos en ellas. ¡Enhorabuena!
    Un abrazo.

  6. Nuria Rubio

    Javier, quizá tu relato no brille como hubiera podido hacerlo (los «errores formales» ya señalados deslucen una historia que se perfilaba, en su inicio, extraordinaria). Con todo, tu texto consigue envolver al lector en la atmósfera fantasmagórica que acoge a los personajes. Por esto último te felicito sinceramente.
    No me tomes a mal el apunte crítico; lo expreso desde el más absoluto respeto. Podría haber optado por el silencio… pero he preferido escribirte estas líneas, que vienen a decirte que, pese a los «errores», tu propuesta tiene fuerza.
    Saludos afectuosos y mucha suerte

      1. Nuria Rubio

        Gracias a ti, Javier. Por la parte que me toca, me quitas un gran peso de encima. Me costó una barbaridad decirte lo de los «errores» formales. Me alegró enormemente decirte lo bueno del relato (la atmósfera, la fuerza).
        La que progresa y aprende cada día de ti y de otr@s soy yo.

        Un abrazo inmenso, «caballero de las dos sombras» 😉

  7. Para mi la potencia de las imágenes y de esas soledades que se unen pero que siguen solas no tiene lugar a dudas; pero me pierdo al final, lo he releído, hay una vuelta de tuerca más y no la pillo. No sé si los compañeros se refieren a eso, parece que sí.
    El texto merece la pena.

  8. Nos pasa que, a veces, tenemos en la mente una historia clara, fuerte, palpitante (como esta), llena de imágenes vivas. Y creemos que la estamos plasmando, tal cual, en un texto… Porque conocemos el principio, el desarrollo, el desenlace. Y no entendemos que el lector no lo vea tan claro como nosotros. A mí me pasa (como escritora, como lectora).

    Un abrazooooo fuerte, Javier.
    Felices vacaciones con tu Saly de la mano!!!

  9. Martín Zurita

    Hola, Javier.
    Ahora me gusta, ahora el texto sí es uno de los tuyos, siempre que pongas la «l» delante de la «a» en el penúltimo renglón (la muerte), jajaja.

  10. María

    Javier, sigo medio temblorosa… ese ambiente tenebroso y esos amantes fantasmales que tan bien describes me han dejado así. Un abrazo por eso!

  11. Pues a mi me ha parecido muy entrañable desde el principio, sólo había que imaginar a ese soldado vestido de derrotay con miedos para saber que en esas condiciones sólo podía yacer con una mujer que lo entendiera y pudiera darle lo que necesitaba en cada momento. No cualquier mujer. Es muy bello. Siempre lo he dicho, el amor puede hacer milagros y este aquí relatado, es grandioso.
    Felicidades Ximens. Encantada de leerte. Feliz noche.

  12. Martín Zurita

    Hola, Javier.
    No tengo ni idea de lo que eso significa. ¿Cómo se desbloquean? Lo mismo he tocado donde no debía. Soy, en lo informático, bueno como en tantas otras cosas, un pato. O hablaré con JAMS, para ver si él lo arregla. Lo cierto es que tu comentario me interesa mucho. Un abrazote.

  13. Nuria Rubio

    La «versión revisada» es «más-Ximens». Dice mucho de ti que la hayas escrito.
    Mil gracias por no tomarte a mal las pequeñas críticas. A mí, como te decía en mi segundo comentario (por cierto, tengo un complejo de pesada impresionante), me has quitado un peso de encima; me sentía francamente mal por haber señalado errores formales en la primera versión.

    Doble abrazo con inmensa suerte

  14. No leí la anterior versión del texto, pero este microrrelato que acabo de leer me parece muy bueno. Me ha sorprendido el final, que se vislumbra cíclico y eterno; una triste historia de amantes fantasmas. Muy conseguida la ambientación.
    Un abrazo.

  15. Coincido con Sara: leo el texto ya revisado y me parece un cuento estupendo, un bucle infinito de amor con una ambientación exquisita. La historia es muy buena y daría juego para un cuento más largo (si lo escribes me encantaría leerlo).
    Un abrazo y suerte.

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