Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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3. FOBIA (María José Viz)

Aquel mordisco le seguía hiriendo en lo profundo. “Estaba jugando”, le decían, pero un miedo irracional se apoderó de la niña. En la calle se paralizaba en cuanto veía, aunque fuese de lejos, algún perro, del tamaño que fuera. Le dolía, en momentos así,  el muslo que aquel pastor alemán dejó marcado. Era una llaga que la volvía vulnerable y que ella odiaba sentir.

Con 22 años, Alicia regresaba, sobre las siete, de sus clases. En una de esas tardes, notó una presencia tras ella. Se giró, con miedo, y vio que se trataba de un perro. Probó a darle esquinazo, pero… ¡nada!

El momento de entrar en casa fue complicado. Se giró hacia el animal, envalentonándose, y le dijo:

-¡Anda, bonito, vete! ¡Déjame en paz, por favor!

(Prefirió tratarlo con “cariño”, por si se enfadaba). El animal seguía sin despegarse de ella. Fue en ese momento cuando Alicia se detuvo a observarlo, a pesar del temor. Tenía el cuerpo lleno de mordiscos y le impresionó ver su escuálida delgadez. Su aspecto resultaba penoso y lamentable.

Justo cuando el animal empezó a emitir unos lastimosos aullidos, Alicia notó que una lágrima resbalaba por su rostro. Luego, el llanto incontrolable la invadió.

59 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    María José, entiendo perfectamente el temor que siente tu protagonista, pues yo he vivido una situación similar. Nos dejas un relato muy hermoso y sensible para empezar el año. Que alguien pueda superar sus miedos ayudando a otro ser tambien a superarlos, me parece muy meritorio. Enhorabuena y suerte. Saludos.

  2. Jesús Garabato Rodríguez

    Gracias, querido Jesús. Tú y yo sabemos que hay una gran parte de autobiografía en el texto y, por eso, he querido compartirlo con todos. De cómo una «fobia» se puede transformar en conmiseración, en ponerse en el lugar del ser lastimado cruelmente, sea animal o persona.
    Un beso.

  3. María José Viz Blanco

    Jajajaja, ya suplanto al propio Jesús. Perdón, estaba su sesión abierta, y ha pasado eso… Eran las palabras que dirigía a Jesús, las que he puesto en boca de él mismo.
    Un abrazo a todos.

    1. Que divertido enterarse de que el amor y las letras son buen complemento. Les dejos a María José y Jesús lo mejor y más bello para este 2017 y los que estén por venir. Que vuestro matrimonio perdure hasta volverse leyenda y mucho éxito en vuestra aventura.

      1. María José Viz Blanco

        Gracias, Jean. A Jesús y a mí nos ha unido el amor por la música y las letras, lo cual no es poco… Nos alegra saber que bendices nuestra unión, :). Abrazos.

  4. Ángel Saiz Mora

    Las fobias tienen su fundamento, el miedo es su consecuencia. Pese a ello, entre los seres vivos existe siempre la posibilidad de algún tipo de empatía. A nada que profundicemos nos daremos cuenta de que tenemos mucho en común: temores, necesidades y aspiraciones.
    Por un nuevo año donde la buena comunicación y las letras, que todo lo curan, no dejen espacio a las negativas fobias.
    Un abrazo y suerte, Jesús

    1. Ángel Saiz Mora

      ¿Como que «Jesús», quise decir Maŕia José. Mis dsculpas. Se ve que mi organismo aún no ha asimilado todo el cava de Nochevieja. Abrazos

  5. Martín Zurita

    Hola, María José.
    Escribes muy bien: parecen verse los pasos del perro, uno y otro, aquel y este (sería bonito que fueran el mismo perro)conforme avanzan las líneas y los párrafos. Seguro que se trataba del mismo perro y que una lágrima resbalaba por los ojos de los dos hasta que las de ella se convirtieron en un manantial. Olvidando mis deseos, o una interpretación libre pero plausible, resulta muy hermoso que alguien que fue herido se solidarice con quien lo hirió o uno de su especie. Y que quien hirió a ella o a otros busque amparo en el herido. Las fobias se superan, casi todas, con el amor, con la generosidad. Me gusta mucho tu texto y a ti preguntarte ¿quién eres, ¿sales en la foto?, y desear que seas feliz siempre. Un beso.

    1. María José Viz Blanco

      Gracias, Martín. Tu propuesta de que fuesen los dos perros el mismo está muy bien pero quizás fuese un poco inverosímil, al transcurrir varios años. Yo he querido poner a mi protagonista con 22 años para hacer ver que la fobia infantil persistía, a pesar de ser ya adulta.
      A mí no me conoces personalmente. Si me quieres ver «en acción», jajaja, te invito a que veas el vídeo de presentación de mi libro: Creaciones mínimas, que hice en A Coruña, justo el día de la Quedada: el 17 de diciembre. Allí verás y podrás escuchar a otro conocido tuyo: Jesús Garabato (mi marido). Un abrazo.

  6. Muy bonita historia, me gusta como esta enlazado el trauma y la compasión por ver algo, lamentablemente, muy normal hoy en día.
    Mis felicitaciones y mucha suerte.

    1. María José Viz Blanco

      Muchas gracias, Juan Antonio. Precisamente el miedo convertido en compasión por un animal que le recuerda otro, del mismo tipo, que le provocó mucho dolor me parece loable, en la protagonista que he escogido.
      Un abrazo.

  7. Una historia que me ha encantado y también emocionado. Y que gracias a los comentarios he podido conocer a su autora presentando «Creaciones mínimas». Sorpresa también ver a Jesús acompañándote, qué buena pareja, 😉
    Un abrazo y suerte.

    1. María José Viz Blanco

      Gracias, guapa. Me pongo colorada al saber que me observáis por el ordenador, jajaja. La presentación fue bastante improvisada, pero nos lo pasamos todos muy bien. ¡A ver la de Santiago de Compostela, el próximo 28!
      Me alegra saber que te ha gustado mi micro.
      Un abrazo fuerte.

  8. Maravilloso relato el que nos dejas, María José, con una lección de superación a través del mejor de los sentimientos: la compasión. Con más frecuencia de la que se cree se superan las fobias de esta forma, intentando superar nuestra propia debilidad al ver la de otro ser tan de cerca.

    Encantada de leerte.

    1. María José Viz Blanco

      Muchísimas gracias, Manoli. No te imaginas lo que me gusta leer lo que tan generosamente me dices.
      Un enorme abrazo.

  9. Blanca Oteiza

    María José, tierna historia de una fobia que se transforma en pena y amor por ese perro. A veces cuando algo nos da miedo no nos paramos a mirarlo de cerca y si alguna vez lo hacemos (como tu protagonista) observando con detenimiento nos damos cuenta que ese que nos daba miedo, también tiene sentimientos e incluso sufre.
    Un abrazo

    1. María José Viz Blanco

      Blanca, has descrito perfectamente mi intención al escribir este relato y me alegro muchísimo de que se haya entendido el mensaje que quería transmitir al escribirlo.
      Otro abrazo grande para ti.

  10. Inés Z. López

    Es complicado superar una fobia, pero tu protagonista entiende mejor que nadie el sufrimiento del animal. Me ha gustado mucho, María José.
    Un abrazo y mucha suerte.
    Feliz Año

    1. María José Viz Blanco

      Muchas gracias, Inés.
      Yo también te deseo mucha suerte y que el año que acabamos de estrenar esté repleto de buenas vibraciones y mucha, mucha escritura creativa.
      Besos.

  11. María José Viz Blanco

    Pues sí, Edita, te confieso que hay mucho de autobiográfico en este relato. Siendo niña me mordió un pastor alemán y eso supuso que tuviese fobia a los perros. Reconozco que, todavía hoy, me dan miedo ciertas razas, pero la diferencia con respecto a la niñez es que puedo apreciar a los perros bonitos y dóciles y valoro mucho su alto grado de fidelidad y el ser el mejor apoyo para su amo o ama. Aún me falta para ser capaz de jugar con ellos, pero he dado grandes avances en mi particular «fobia».
    Un abrazo.

  12. Salvador Esteve

    Una experiencia traumática puede crear una fobia y enajenar sentimientos que, tal vez, solo otra emoción de igual fuerza pueda restablecer. La protagonista, a través de la sensibilidad, transforma sus miedos en empatía y, ya sin temor, libera sus emociones. Muy buen relato, María José. Abrazos y suerte.

  13. María José Viz Blanco

    Salvador, lo has expresado de forma magistral, no puedo añadir nada. Muchas gracias.

    Muchos abrazos también para ti.

  14. Muy bonito relato del que se saca una gran lección. Nuestros miedos no nos deben nublar tanto como para no ver lo que hay más allá. En este caso la protagonista lo vencen y se da cuenta de que el perro no quiere hacerle ningún daño sino, al contrario llamar su atención en busca de ayuda y cariño.
    Por los comentarios se ha desvelado que formas una bonita pareja junto a Jesús, pues enhorabuena y mucha felicidad para este año.

  15. María José Viz Blanco

    Muchas gracias por tus deseos de felicidad. Nosotros también te deseamos lo mejor, Asunción. Y, respecto al texto, me gusta mucho tu interpretación ya que, básicamente, es la mía.
    Un abrazo muy fuerte.

  16. Transportas en tus palabras la intuición que derrochan los perros, la compasión que ambas especies compartimos. Sólo quien ha sido mordido puede entender el dolor de las dentelladas, y así nos muestras, entre lágrimas, la belleza de entender a otro ser vivo tan distinto.
    Buen relato, María José.
    Un abrazo.

  17. María José Viz Blanco

    No sé qué añadir a tu bello comentario, Antonio. Sólo una palabra: gracias.
    Otro abrazo grande para ti.

  18. Calamanda

    María José, ofreces naturalidad y sencillez en las descripciones, las haces imaginar y compartir. Suerte y saludos

  19. La conozco, la fobia de la que hablas la conozco y la padecí hasta hace un año. Fue cuando decidí traer un cachorrito a casa.
    Uf, cómo me ha cambiado la vida desde entonces.
    Me ha emocionado mucho tu historia, será que me hago mayor.
    Un abrazo gigante y suerte.

  20. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Towanda. Me encanta lo que me cuentas. Cualquier fobia se puede vencer y los perros tienen tantas cualidades que dejan en la sombra los pocos casos de ataques irracionales o que, simplemente, no entendemos los humanos el porqué de su existencia.
    Besitos.

  21. María José qué hermosa redención. Tu protagonista a pesar del temor se detiene a mirarle y toma conciencia de su vulnerabilidad, infinitamente mayor que la de ella. No sé cuál de los dos tenía más motivos para temer al otro, pero ambos pueden llegar a superar sus miedos y su dolor seguramente movidos por las mismas emociones, el amor y la compasión. Me emocionó tu relato. Mucha suerte con él.

    Saludos.

  22. María José Viz Blanco

    Sí, Maribel. A mi protagonista lo que le está produciendo un cambio en su manera de ver al «enemigo perro» es percatarse de que ese que le está siguiendo está herido, es débil y se siente solo. El paso siguiente es sentir verdadero amor por él.
    Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.

  23. María José Viz Blanco

    Jajaja, Juan, ¡cómo no te voy a querer! (tomo prestada la frase dedicada al gran JAMS, pues tú también eres merecedor de ella).
    Mi relato puede resultar un tanto triste pero, creo, he dejado un final feliz (o, al menos, camino de serlo…). Por otra parte, estoy de acuerdo contigo, respecto al tema: MIEDOS. Con los años y la experiencia se van apartando algunos y puede que vengan otros. En nuestra mano está el poder alejarlos o vencerlos, definitivamente.
    ¡¡¡¡Muchos besos también para ti!!!!

  24. Hola, Mª José, qué suerte encontrar de nuevo la sensibilidad de tus letras en esta página. Hermosa historia de superación a través de la empatía, de transgredir los límites de las circunstancias y mirar al otro sin las etiquetas que las cicatrices del tiempo han marcado en nuestras experiencias previas. Una dolorosa liberación que inspira. Un abrazo, Mª José.

  25. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Manuel. Tú sí que muestras una gran sensibilidad en tu comentario (y en todo lo que escribes).
    Otro abrazo para ti.

  26. José Ignacio Blanco

    Pero es que Alicia no ve a un perro, sino a ‘un ser’ que ha sufrido y sufre lo mismo que ella, tan violento, tan injusto. Creo que Alicia es una bellísima persona, cuya humanidad está por encima del miedo que siente. Bien por ella. Y bien por ti, bonita historia, bella historia, sin duda. Mucha suerte!!!

  27. María José Viz Blanco

    Muchísimas gracias, José. Precisamente he querido mostrar que la humanidad está muy por encima de cualquier sentimiento negativo, aunque éste sea una fobia.

    Un fuerte abrazo.

  28. Laly Del Blanco Tejerina

    Bonito relato. El mensaje que saco es la empatía que se crea entre seres que comparten un mismo sufrimiento. A veces tememos a alguien que resulta ser mas inofensivo que nosotros mismos. Me gusta mucho. Suerte.

    1. María José Viz Blanco

      Cierto, Laly, a veces sobredimensionamos lo que vemos como un peligro. Muchas gracias por dejar tu comentario y me alegro de que te haya gustado.
      Un abrazo.

  29. MªBelén

    Dicen que las fobias, el miedo, son muy cobardes si se les mira a los ojos.
    En tu fantástico relato se aprecia el fino hilo que separa el temor de la compasión. Ambos han tenido una experiencia parecida y quiero pensar que juntos la van a superar.
    Preciosas lágrimas de palabras nos dejas.
    Un beso grande María José

  30. María José Viz Blanco

    Belén, como siempre, tus palabras son bellas y sentidas. Un comentario precioso, amiga. Muchas gracias.
    Yo también te envío un enorme beso.

  31. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Antonio. No sabes cuánto me alegra que te haya gustado. La compasión antes que el miedo, efectivamente. Eso he querido expresar y me ilusiona que se haya entendido mi mensaje.
    Un abrazo para ti, también.

  32. María Jesús Briones

    Seguro que Alicia, hizo de aquel perro su mascota. Cuando se ponen así de insistentes, en el estado que nos describes, no hay quien se resista.
    Buena suerte y un besito virtual, María José.

    1. María José Viz Blanco

      Sí, vamos a pensar que Alicia, llevada por la compasión y la comprensión del dolor del animal, lo «adopta» (aunque caben otros finales menos amables….). Muchas gracias, María Jesús, por dejar tu comentario.
      Un fuerte abrazo.

  33. Hay miedos que entran en alguien de bien pequeño y perduran. Curioso que del mismo causante se pueda proveer la cura.
    Un relato que nos hace sentir el miedo, la valentía, la pena, la compasión, … Todo nos lo traes con tus palabras.
    Un beso M.José.
    Carme.

  34. María José Viz Blanco

    Gracias por tus cariñosas palabras, Carme. Me alegra saber que he sido capaz de transmitirte tantos sentimientos con mi humilde relato.
    Besos.
    María José

  35. Olga Noya

    El miedo a los perros es muy común, incluso dentro de las fobias. El miedo a estos animales se ve aumentado por la cantidad de casos de ataques que se han dado a personas por parte de los mismos. Dicen, que los animales huelen tu miedo y por eso se aprovechan de ello, para salirse con la suya. Menos mal que no es generalizado. Y que tu protagonista, Alicia, se haya dado cuenta de que al igual que algún perro nos puede maltratar a nosotros, puede hacerlo también con otros perros.
    Muy bueno tu relato. Que tengas mucha suerte y besotes, María José.

  36. María José Viz Blanco

    Gracias, Olga, por comentar. Efectivamente la violencia existe en todo tipo de seres, tanto humanos como animales. Y el miedo, en muchas ocasiones, hace que una persona no sepa diferenciar entre lo bueno y lo malo.
    Besos y suerte.

  37. Una historia que puede ser real. El temor a los perros y la ternura ante ellos, y el momento en el que ocurre el tránsito. Y todo lo que simboliza el relato, aquellos traumas o prejuicios que adquirimos en la vida hasta que un hecho lo cambia todo. Suerte.

  38. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Javier, por dejarme tu comentario. La historia no solo parece real, efectivamente lo es. Está basada en una anécdota. Los miedos muy arraigados, convertidos en fobias, son muy difíciles de eliminar pero hay casos, como el que cuento, en los que se va por el buen camino de su superación.
    Un fuerte abrazo.

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