INSPIRACIÓN… VIGILADA
El incidente no había durado más de medio minuto. Era un hábito adquirido por instinto ocultar los sentimientos, y además, cuando ocurrió aquello, se hallaban exactamente delante de una telepantalla. Sin embargo, a Winston le había sido muy difícil no traicionarse y manifestar una sorpresa momentánea, pues en los dos o tres segundos en que ayudó a la joven a levantarse, ésta le había deslizado algo en la mano. Evidentemente, lo había hecho a propósito. Era un pequeño papel doblado. Al pasar por la puerta de los lavabos, se lo metió en el bolsillo.
Mientras estuvo en el urinario, se las arregló para desdoblarlo dentro del bolsillo. Desde luego, tenía que haber algún mensaje en ese papel. Estuvo tentado de entrar en uno de los waters y leerlo allí. Pero eso habría sido una locura. En ningún sitio vigilaban las telepantallas con más interés que en los retretes.
George Orwell, 1984.
Pues hay jarrones en los restaurantes……
Alguno habrá que estará pensando ahora por qué no comunicó ciertas cosas con papelitos deslizados en la mano de alguien en vez de con emails…
Me encanta esta novela. La he leído más de una vez y siempre encuentro matices nuevos.
Una gran novela para reflexionar. Quien no la haya leído, se la recomiendo.