Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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111. Isla Isabel, por Javier Ximens

 

Era hermosa de cintura para arriba, quizás la más lozana de las mozas, pero una enfermedad infantil le había dejado las piernas quebradas. En la treintena tuvo un hijo. Su padre dijo que la había forzado un vagabundo que pasó la noche en el pajar. Nadie vio al forastero. Su madre calló. Isabel, sin embargo, anheló el hijo.

Cuando las mujeres de rosario le quitaron el niño fruto del pecado y lo entregaron en el hospicio de Talavera, ella se marchó a dos leguas de la aldea y se puso a llorar. Poco a poco se fue formando una laguna a su alrededor. En el centro, donde Isabel soportaba su pena, brotó una isla de sal. Allí vivió muchos días, los pájaros le llevaban la comida y el rocío el agua. Los escasos vecinos que pensaron en ir a socorrerla desistieron para no desatar la ira y ser también desmembrados del pueblo.

Un día dejó de llorar. Ante el recelo de que desapareciera la laguna, las frecuentes oraciones y el sacar a pasear los santos trajeron las lluvias. Diluvió. Al descampar, Isabel no estaba. La isla permanece. Espera.

33 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    A ver si lo interpreto más o menos bien, Javier, porque me da la impresión de que tu texto puede estar abierto a no pocos matices. Estamos hablando de una isla a la que se ha visto abocada, o relegada, una muchacha a quien su entorno ha marcado como indeseada, a la que han arrebatado un hijo por suponerlo fruto del pecado. Las oraciones y los santos en procesión terminan de limpiar a esa mujer marcada de la tierra.
    Un relato cargado de simbolismo que incita a varias e incluso diversas lecturas. Una vez más, lo siento, Javier, aunque, legítimamente, sueles esperar críticas, no lo vas a conseguir en micaso, no al menos en esta ocasión, en que has modelado un texto elegante y original.
    Un saludo y suerte.

  2. Virtudes Torres

    Hola Javier.
    Se me antoja que está hablando de las Lagunas de Villafranca.
    Aparte de eso me parece una leyenda preciosa. ¿por qué no podría ser así? Una laguna salada consecuencia del silencio sospechoso de la madre y de la vana indulgencia de esas mujeres de rosario.
    Saludos.

  3. Ximens hola. Es preciosa tu historia a pesar de lo triste del relato. Me ha encantado la manera de contarlo y todo lo que encierra. Felicidades y suerte.
    Besicos muchos.

  4. Mar Horno

    Hola Ximens, qué alegría volver a ENTC y encontrame con un relato como el tuyo, que he podido disfrutar a mi antojo. Es una historia muy bella y contada de forma muy poética. El final abierto es precioso. Un abrazo.

  5. calamanda

    Javier, el tiempo y el apoyo de los demás; trajo buen resultado para tu protagonista; que esperen las islas solitarias mucho tiempo. Bonito y bien contado. Suerte y saludos

  6. Una historia preciosa por lo delicada y lo bien narrada que te quedó. Esa isla de sal fruto de sus lágrimas es un recurso poético muy bonito.
    Un saludo

  7. Javier, yo no puedo dedicarle más que alabanzas a este texto tuyo, en el que se mezclan varias historias: el abuso sufrido, la sociedad hipócrita que castiga a la inocente, la soledad de la pena y quizás, la liberación final de esta «sirena» de piernas inútiles que ha construido un universo acuático a su alrededor. Es maravilloso y deseo que tengas suerte a final de mes.
    Abrazos

  8. Amparo Martínez (Petra Acero)

    Me gusta la personalización de la isla. Que una isla «espere» resulta muy evocador, casi fantasmal, juega con el destino, con la justicia…
    Me gusta cómo cuentas lo que «no cuentas» del padre y la madre, de las del rosario y la sociedad.
    En este relato, cosa mia y de las leyendas, me quedo con la forma antes que con el contenido.

    Un besoooo

  9. María

    Qué tristeza tan grande, que no se va ni con el diluvio. Me ha tocado el corazón. Gracias por tan hermoso relato.

  10. Si esto no es realismo mágico se le debe parecer mucho. El maestro Ximens se acerca al maestro Gabo. Te quería pillar con lo de «descampar» pero me he ido al diccionario y es sinónimo de escampar. ¡No hay manera!.
    Te vuelves a meter en las quinielas.¡Suerte!

  11. Un relato que suena a leyenda. Creo que encierra un poco de todo: drama, denuncia,… los vericuetos del redactado te llevan a una segunda lectura para afianzar lo que de primera ya haces sospechar. Como siempre, hay trabajo, buen hacer y tablas; muchas. Enhorabuena una vez más y suerte 🙂

  12. Hola, Ximens.

    Siempre me gustaron las leyendas y las interpretaciones que, a lo largo de los tiempos, se les han ido dando. Por tanto, creo que es un acierto el tono mágico que imprime al texto.
    Tengo una pregunta: ¿es necesario lo de las piernas quebradas? Para mí no aporta mucho porque ella se aleja unas cuantas leguas para llorar (por lo que sus piernas no debieron ser obstáculo).
    Ese «Espera» del final abre un mundo de posibilidades para dar rienda suelta a la venganza.
    Me gusta mucho salvo lo que te he comentado.

    Besos y suerte.

    1. Ya sabes, Tow, de qué va esto, una cosa es lo que se tiene en la cabeza del escritor y otra la interpretación del lector. Para mí, en este caso, que la joven fuera hermosa pero fuera coja es fundamental, la sitúa en el grupo de los niños marginados del pueblo. Quizás si hubiera tenido bien las piernas en vez de dos leguas se hubiera marchado a la capital, no sé, esa es otra historia. Ese «espera» final hace referencia a que a esa isla irá una nueva joven marginada, por eso Isla Isabel es la Isla de las mujeres, pero claro, eso no está dicho.

  13. Bonita historia, has convertido un hecho terrible de abusos en una leyenda muy bella.
    El final me ha desconcertado un poco, pero me ha gustado mucho.
    Saludos.

  14. Salvador Esteve

    Ximens, poético relato, y esa palabra final nos deja con la incertidumbre y el desasosiego de injusticias futuras. Muy bueno. Abrazos.

  15. A mí este tipo de leyendas me atrapan. Es casi un juego para el lector. Está muy abierto a varias interpretaciones. La que yo voy a dar es posible que ni se acerque pero me arriesgaré. Yo creo que la viola el padre, que solo es guapa de cintura para arriba porque es una sirena, de ahí la enfermedad de no vivir en su hábitat. Y después sus lágrimas crean su naturaleza adecuada y vive en las profundidades de los mares esperando al tritón de su hijo. No, no me he tomado nada antes de leerlo jeje, que ya veo que lo de los santos no cuadra mucho con mi versión. Bueno, suerte, Ximens, y siento si he destrozado tu relato con mi lectura.

  16. Ximens, un cuento con doble historia dónde sobresalen tus palabras como la punta del iceberg, dejando sumergida el resto de la historia, que tiene puntas afiladas. Excelente cuento.

    abrazos

  17. Eduardo Iáñez

    Pues yo, querido Javier, renuncio a toda exégesis. Me quedo con la poesía, con el lirismo que encierra tu relato. De hecho, ni siquiera creo que sea especialmente simbólico, sino que, sencilla y magistralmente, has sabido revestir de belleza la sordidez de una sociedad, de la sociedad, de nuestra sociedad… Un abrazo.

  18. Jorge Luis Guillén

    La tristeza inmensa de la protagonista se visualiza con las lagrimas empozadas. Me gustan estas historias donde se presentan mitos y leyendas.

    Felicitaciones, Ximens.

  19. Hola Ximens, tu micro tiene un aire de misterio que el lector va desgranando. No dices de quien es el niño, pero lo sugieres. Un final que marca.
    Suerte y abrazo

  20. Comenté en tu casa y repito:
    la primera parte me trae recuerdos de LECTURAS como «los Santos Inocentes», en serio esa forma de ver a la chica, su deformidad, su incompatibilidad con la vida del día a día en un pueblo aislado.
    Después la fantasía la aleja de todo y todos y crea su propia isla, un pequeño atolón de lágrimas del que también desaparece . Un final con intriga y abierto. Muy bueno. Abrazos y seguro la encuentro en algún lugar deshabitado.

  21. silvia ginesta

    triste relato, hermano mío, la pobre lisiada marginada por un pueblo donde ni las madres tienen compasión, bien contado, con un final más triste, aún. un abrazo fuerte y arriba, no se le desea suerte a un estupendo escritor.

  22. Estoy de vuelta Javier, y llego para leer este «cuento» que bien podría ser un clásico. Me ha gustado esa forma de enlazar imágenes y como nos llevas de la mano hasta el final.
    Un abrazo.

  23. María Elena Sánchez Álvarez

    Hola Ximens, que triste historia, donde la marginación, la ignorancia y las creencias, arrebatan a tu protagonista del privilegio de la maternidad, arrastrándola al olvido y a la soledad.
    Que bien nos lo cuentas.
    Te felicito por tu mención de Abril. Estos meses estoy más liada y llego muy tarde a los comentarios.
    Suerte Ximens.
    Un abrazo

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