Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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JUL46. CAMINOS, de Susana Revuelta Sagastizábal

Sofía se siente perdida en esta vía muerta donde todo es polvo y soledad. Ya no escucha el traqueteo del tren que ha abandonado, ni  distingue el rastro de humo de su chimenea diluido en un cielo de nubes grises.
Se ha apeado casi en marcha, con el cuerpo arrugado y el alma seca. Contempla los caminos de hierro por los que ha deambulado toda su vida de vagón en vagón, soñando con un destino.
A lo lejos presiente la llegada del siguiente convoy. Respira hondo, se gira y con la cabeza bien alta, da el primer paso hacia un futuro incierto. La visión del nuevo horizonte le inquieta, pero confía en que en el desierto no encontrará más espejismos.

 estelasdetinta.blogspot.com

16 Responses

  1. Susana le has sacado todo el jugo a la estación de tren, la vía muerta y a todo lo que en nuestro subconsciente tenemos en relación con el ferrocarril.
    Lo he tenido que leer tres veces.
    Muy bien Susana.
    Un beso.

  2. kistila

    como la vida misma…
    tantas ganas a veces dejar de una vez a tus compañeros de viaje… tantas ganas de cambiar de dirección o saltar al tren que pasa a tu lado…
    cierto que habíamos cogido el billete y el destino del viaje con mucha ilusión pero…
    susana: muy interesante pero una pena que no hayas hecho este relato mas largo porque me gusta tu manera de escribir metáfora a metáfora…

  3. Isabel

    Aunque pienso que desarrollar la misma metáfora de vida=tren en frases sucesivas puede parecer un poco repetitivo o redundante, reconozco que has conseguido un final que te resarce con una estupenda e inquietante idea: no encontrar más espejismo justo en el lugar donde son comunes. Resulta gratamente desalentador.

  4. Inés Zapirain

    «El cuerpo arrugado y el alma seca», uno casi està deseándo que Sofía encuentre su destino y sea feliz.

    Un abrazo

  5. Susana

    Gracias a todos por parar aquí un ratito. Inés, no sé si Sofía será feliz, pero al menos dejará de ser infeliz. Isabel, te agradezco mucho tu opinión sobre el peligro de ser repetitivo, lo tengo en cuenta, tu comentario me es necesario. Kistila y Paloma, las metáforas son un mundo, me encanta jugar con ellas, es como describir un beso con colores o música, me atrae el reto, aqunque soy consciente de que me falta más práctica. Ana, la idea del espejismo en el desierto la tenía por ahí apuntada y esta vez tuvo salida, creo que buena. Y Alejandro, como siempre gracias por leerme, tienes razón. Existen escenarios recurrentes, muy apropiados para contar una experiencia como esta.
    Hasta pronto a todos.

  6. La vida y el tren es una metáfora entendible, por eso, aun abusando de esta figura, el mensaje se materializa. Me ha sorprendido la metáfora de cierre, y me ha gustado. El contraste del camino de hierro y el desierto es atrevido y desconcertante. «En el desierto no encontrará más espejismos». Buen cierre: esperanzador comienzo.

    Un abrazo.

  7. Ha hecho bien en saltar en marcha, cuando un tren nos lleva a donde no queremos, hay que abandonarlo aún a riesgo de rompernos algo en el salto. Pero nada de quedarse en una vía muerte, hay que subir a otro rápido. Un micro precioso. Un abrazo.

  8. kistila

    una cosa es «rompernos algo en el salto» otra romper el corazón de seres queridos en particular hijos…

    por esto algunas veces seguimos en el mismo tren, por esto miramos tanto por las ventanillas y por esto nos obstinamos a «dar color» a nuestro vagón ya destartalado y ponemos música alegre…

    el cuerpo mas arrugado es cierto pero ¡ negándose en tener el alma seca!…

  9. Muy buen relato Susana, me ha trasmitido el mensaje de que en esta vida no hay que conformarse y hay que asumir riesgos para intentar ser feliz escapando de donde nos lleva nuestro destino. Como ya te dije una vez me gusta el uso que haces de las metaforas.

    Te deseo mucha suerte, un saludo.

  10. Susana R.

    Agradezco mucho vuestros comentarios. Ana U, hazte a la idea de que los trapicheos y mentiras nos acompañarán todos los días, hasta que… lo dejo aquí. Petra, la estación donde se baja es remota, como las de esas pelis americanas donde salen esas bolas rodadoras, me sugiere soledad y aislamiento. Yolanda, gracias por comentar. Lola, pensé en titularlo «Caminante no hay camino», pero no me atreví. Mar, la chica no se sube a otro tren porque ha decidido cambiar de medio de transporte, es un cambio radical. Kistila, tienes razón, pero opino que todo no puede ser. Lo primero es estar entero uno mismo para ser creíble, para ser persona. José Ángel, sí, esa es la idea, aunque lo de ser feliz no te lo garantizan en ningún lado.

    Un abrazo a todos.

  11. María Elejoste

    Es poético y alentador. Me gusta como manejas las metáforas, sigue soñando con un destino y súbete en marcha al siguiente tren, seguro que merece la pena el viaje.

    1. Susana R.

      Claro que sí, María, el viaje de la vida siempre merece la pena. Mi personaje, de momento, continuará a pie, pero si encuentra otro tren en otra vía se asegurará, antes de subirse, de que no esté cochambroso.
      Un saludo.

  12. Anonymous

    Espléndido relato, Susana: conceptual, denso en su brevedad y de machadianos horizontes. Dile de mi parte a Sofía que ha hecho muy bien en apearse del tren. Ah,y que si encuentra un espejismo, tal vez sea el palacio de Kublai Khan… Cualquier cosa mejor que el polvo y la soledad de esa vía muerta.

    Un abrazo

    Ricardo J. Gómez Tovar

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