JUN103. A CONTRALUZ (EL FRANCOTIRADOR II), de Xavier Blanco
Desde la ventana otea la plaza: nada, nadie, como si el mundo hubiera abierto un paréntesis. Su mirada descubre, sobre los adoquines, un sombrero que zigzaguea arrastrado por el viento. También distingue la sombra de la muchedumbre agolpada en las esquinas, esperando su turno. Asoma una mujer a la carrera. Emboscado, decúbito y con la culata apoyada en su hombro, inspira profundamente. Mantiene sus pulmones quietos mientras apunta y, luego, dispara. La mujer cae abatida. Un niño corre; se escucha el grito ahogado del gentío. Aprieta el gatillo de nuevo. El cuerpo menudo del chaval se estrella contra el pavimento. Absorto, mira el sombrero que voltea caprichoso, como si una batuta incorpórea lo hiciera danzar entre los acordes del viento. Desde la ventana ojea la plaza. Luego, cierra los ojos: quizás cada bala lleva escrito el destino de un hombre; tal vez despierte y la guerra sólo sea una terrible pesadilla. Se queda ahí, ensimismado en sus pensamientos. Luego regresa a la vida, pero nada es mentira. Su vista se pierde persiguiendo el serpentear del sombrero. El viento transporta un olor repulsivo, mitad miedo, mitad muerte, que densa el aire hasta hacerlo irrespirable. Corre un hombre. Dispara.
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Sí, Xavier, creo que desgraciadamente «cada bala lleva escrito el destino de un hombre». por eso las fabrica quien las fabrica y las porta quien las porta.
Extraordinario, imperdible micro.
Un gran abrazo
Xavier, eres un maestro, recuerdo tu primer Francotirador, recuerdo el segundo, y ahora nos traes un tercero. Para mí ya es difícil escribir sobre el viento, o sobre las flores, pero tú además te limitas y te has centrado en un tema. Me huele a saga. Ya espero impaciente tu francotirador de julio. Felicidades por el texto. Un abrazo
Enhorabuena Xavier, reflejas muy bien el horror, yo , que soy militar y otros muchos que leyeran tus escritos abominaríamos de lo que nos cuentas.
Que no vuelva a pasar nada de lo que relatas.
Un abrazo
Un buen relato, sin concesiones… Vemos capítulos de película. El sombrero es el único que parece tener vida propia y sin miedo, reta al francotirador… el alma de sus vencidos toman cuerpo en él y se rebelan. El protagonista está hastiado de su vida, dispara como quién va a comprar el periódico.
¡Enhorabuena!
No pierdes el tiempo describiendo al personaje, ya se ve definiendo solo. Cuando creía que quizás podría aflorar en él alguún sentimiento ¡pum! otro disparo y vuelve a soplar ese viento que acompaña todo el relato.
Muy cruel, muy bien descrito.
Un abrazo.
Cada bala lleva el destino de un hombre, más bien su final, uf, que duro tu relato Xavier, qué visual es y qué dolor produce. Reconozc que es genial aunque me duela.
Un abrazo,
Excelente, Xavier. ¿El destino lo escribe el que aprieta el gatillo, el que se pone sin querer delante, el que diseña/comienza/financia las guerras…?
Un abrazo.
Implacable. La historia y el texto.
este cuento es un tiro
Es una escena, más que descrita, cincelada. Es tremendo como describes los detalles, cómo vas narrando la acción. Me gustan tus paisajes, ya lo sabes. Y este es otro.
Un abrazo, company.
Me recuerda la película «Enemigo a las puertas»(2001) dirigida por Jean-Jacques Annaud. Durante la batalla de Stalingrado(1942) dos francotiradores, uno ruso(Jude Law) y el otro alemán(Ed Harris) libran una guerra en solitario. Es la adaptación de una novela de William Craig basada en un hecho real. Los dos francotiradores existieron,Vasili Záitsev era el soviético y Mayor König el alemán. Os la recomiendo, no me suelen gustar las películas bélicas pero esa me marco.
Efectivamente «Enemigo a las puertas», es la película que se me venía a la mente y no acertaba con el título. Es como si hubieses descrito un fotograma de esa peli. La escena queda reflejada perfectamente a través de las acciones, y curiosamente aún no ha disparado. Me gusta el final con una sola palabra : Dispara.
Buena aportación Xabier,
un abrazo.
Buen relato, de los que mantienen en tensión y sin respirar. Frase cortas, contundentes y que clavan en la imaginación la escena que está describiendo. Muy visual.
Besitos
Es terríble la frialdad del fancotirador, que realiza sin piedad su trabajo. Sus reflexiones sobre la guerra y su absurdo nos hacen reconciliarnos con él, no hacen sentir un poco de piedad pero luego el micro nos da otro bofetón y todo vuelve a su sitio, al horror de disparar otra vez. Cuánta calidad hay en tus letras. Un abrazo.
Gracias a todos y a todas por vuestros comentarios. Es un placer compartir este vicio de las palabras con vosotros. Mi objetivo era dispararos entre los ojos, haceros ver las imágenes y decir alto y claro NO A LA GUERRA.
Un abrazo