JUN114. LADRÓN DE HISTORIAS, de Laura Garrido Barrera
Abrí la contraventana de mi buhardilla y miré la línea perfilada sobre el horizonte. Cielo azul intenso, mar en calma, trinos madrugadores, montaña solitaria. Siempre idéntica estampa. Mi editor apremiaba con urgencia: misterio, miedo, algo terrorífico. Amor, ternura, y sueños es todo cuanto yo era capaz.
El vigésimo día, observé unas cordilleras de nubes cabalgando sobre el horizonte. Las más negras eran arrastradas con violencia por rachas de viento huracanadas, las más grises flotaban errantes cambiando sus formas. Giraron su rumbo bruscamente aproximándose hacia mi caserío, y descubrí en sus masas evanescentes: rostros de pupilas huecas y bocas deformes, guadañas y patéticos cuerpos. La inspiración me sobrevino al tiempo que la errante nube negra cernía su oscuridad sobre la montaña. Cerré la ventana y tomé mi cuaderno para escribir durante tres días seguidos sin pausa. Escuchaba el viento mojado arrasando los pétalos de mis rosas. Tras cien páginas y un agotamiento interior que apenas sentía, abrí triunfante las contraventanas. Un aire endiablado penetró por una de ellas y mis cuartillas volaron por los aires dejándose arrastrar por el viento. Gaviotas de hojas blancas de las que sólo conseguí atrapar el título : “Ladrón de historias”.
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Me quedo con los «rostros de pupilas huecas y bocas deformes, guadañas y patéticos cuerpos»
y las «Gaviotas de hojas blancas » y la originalidad con que retratas la pérdida de tu trabajo, pero te quedó un título perfecto, en el que unes ficción y realidad.
Ya sabes, a empezar de nuevo que tu editor se desespera.
Suerte.
Gracias Antonia, es un placer recibir tu comentario y que hayas señalado esas frases que tanto me gustó elegir. Mi inspiración vino de una corriente de aire en un día de tormenta, en un mes que …¡no hubo flores!, más que todo porque no llegué a presentar mis flores por una mala gestión del tiempo.
Un beso.
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Laura, cuanto siento ese desenlace, pues cuando uno tiene un trabajo titanico como ese hecho, que se lo lleve el viento es peor que recibir una daga en el corazón. Desconocía que tu editor fuera tan macabro con sus historias. Tú dile, que la manda eres tú y que la temática de las historias corre de tu cuenta.
Muy visual el relato y muy bien hilvanado.
Suerte para el concurso.
Un fuerte abrazo.
Mi editor es un alfiler que se me clava en el cuello cuando algo me cuesta, pero…afortunadamente ¡no sufro por ello! ¡porque escribir sobre el viento ha sido tan sencillo como escribir sobre flores o sobre lluvia!.
Gracias por estar aquí, ta atento a las publicaciones del resto. Hoy daré un paseo por todas vuestras letras.
Besos.
Qué preciosa historia!!!
Tu precisión narrativa para una idea profundamente poética.
Bravo, Laura!
Gracias Patricia, ¿sabes que ocurrió de verdad? …la primera versión, la que voló con el viento…¡era la ganadora de este certámen! ¡ja,ja!….
Esa historia vuela en el pico de un ave migratoria hasta Argentina. Cuando la tengas ¡publícala!, tienes mi permiso.
Besos Patricia.
Premonitorio el titulo, Laura. Y hay que ver como es este viento, en este caso un ladrón, primero inspira y después roba el fruto de esa inspiración. Me ha gustado mucho tu forma de contarlo.
Me alegra leerte por aquí.
Besitos
Gracias Elysa, me «inspiré» precisamente en las «inspiraciones de aire fresco».
Luego lo expiré claro…por terminar de otra forma.
Gracias y un besote.
Laura, esta mañana llueven folios en Barcelona, he recogido unos cuanto, ya te explicaré. Los ladrones de historias están ahí, en el el aire, en las nubes, en el viento, y especialmente en nuestra mente, anidan en la autocrítica, se esconden en la exigencia, en la perfección…Buen texto Laura, esa prosa poética que fluye desde el horizonte, que aterriza suave para luego desaparecer entre los arpegios del viento. Me gustan los relatos que se ven, que se acunan entre las palabras. Suerte en el concurso, escritoras como tú estarán -seguro- en ese libro.
Un abrazo.
¡¡ Muchas gracias Xabier!!. Es un placer y un halago recibir este comentario de tu pluma lanzada al viento. Hoy no cojas paraguas, intenta cazar alguna de esas hojas-gaviotas que vuelan a cielo abierto.
Un abrazo.
La imagen que más me ha gustado es la de esas gaviotas de hojas blancas. ¿A dónde se habrá llevado el viento la historia? Y me hace pensar en un final abierto, y sigo el micro, y sé que no va a acabar bien, porque como quería el editor, tiene que ser una historia terrorífica. Mucha suerte, un beso.
Gracias Mar. La historia voló muy lejos. Dice Patricia que la tiene en sus manos (me lo dijo en el blog) y que ha mandado su historia a mi casa en manos de otra ave migratoria. Aquí estoy …esperando.
Muchos besos.
El viento es un ladrón cuando todo se lo lleva pero ¿qué pasa cuando otra persona se encuentra en su jardín un montón de hojas blancas (escritas por tu pluma) y traídas por el viento? El viento también es dadivoso. Porque yo me imagino a esa persona sentada feliz en su jardín, leyendo.
Me ha gustado mucho tu cuento, Laura.
Un beso.
Gracias Sara. Si llovieran cuentos en mi jardín (el público que tengo abajo) estaría todo el día sentada en un banco …esperando a verlos llover para poder leerlos.
Besos alados.
Me ha gustado tu historia y la forma en que la cuentas. Usas imágenes fuertes, vivas, y recreas un mundo en muy pocas palabras. Enhorabuena por el relato Laura.
Un beso
Gracias Paloma, es un placer estas palabras tuyas que me llenan como un aire cálido de verano sin hojas. (Ahora las agarro con un clip para que no se me vuelen 🙂
Muchos besos
por estar ausente no había leído tu relato… decirte que me gusto mucho todo, lo mismo el contenido que la manera de expresarlo…