Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

JUN74-1000. SANTA AGUEDA, de Inés Zapirain

Fue en la primavera de 1912, Olivia y yo jugábamos en el jardín cuando cometí el error de contarle que veía a la abuela. Mi madre nos escuchó y santiguándose buscó a mi padre. La nana había muerto un año antes, así que mis comentarios desataron la furia de papá. Don Rafael, el médico del pueblo, diagnosticó locura. Acabé con diez años en Santa Agueda. En aquel sanatorio no había espejos, mejor, así no vería desteñirse el azul de mis ojos con las lágrimas. Las monjas me temían, mis padres nunca venían y las virtudes de la santa no me alcanzaban. Pero la abuela no me abandonó, nana me contaba un cuento distinto cada noche. Hizo que mi estancia en aquel lugar sombrío tuviese magia. Compartí habitación con hadas, duendes, luminosas valquirias y valientes caballeros…
Una noche, San Jorge vino con su caballo blanco para matar al dragón que aprisionaba mis días, y me llevó con él, aferrada a su brillante armadura.
Duré mil cuentos en Santa Agueda, ni uno más. Ahora he vuelto a casa; mis padres no pueden verme, Olivia en cambio me presiente. Pero le he pedido que calle, no quiero que entre en Santa Agueda.

20 Responses

  1. Inés Zapirain

    Paloma, gracias por pasearte por mi relato, siempre me han gustado este tipo de historias y mira que me esfuerzo por verles, pero nada…todavía no se me ha aparecido ninguno;)

    Un abrazo

  2. Inquietante, lo leí anoche antes de ir a la cama y he dormido con pesadillas, nada más levantarme vuelvo para decírtelo y que me borres de tu influencia.POR FA.

    1. Inés Zapirain

      No sé si voy a poder ayudarte, yo misma llevo días soñando cosas extrañas…y decirte que el sanatorio existe, no creo que ayude….

      Un besazo

  3. Inés, me has puesto los pelos de punta. Mira que me gustaba lo de Sta Águeda, pues es la patrona de un pueblo donde voy mucho… ¿Y ahora?… Pensaré en los cuentos y en sus fantásticos personmajes, pero no los contaré, no quiero llegar al 1000.
    Precioso, impacta y remueve, pero es muy tierno al mismo tiempo.
    Un beso

  4. Inés Zapirain

    Gracias Petra, yo la conozco de Alsasua, allí en euskera la llaman Agate…aunque el sanatorio está en Modragón.
    Cuál visitas tú?

    Un beso

  5. kistila

    no me esperaba el ultimo parágrafo que me impacto…

    todo el cuento muy bien llevado con mucha magia…
    yo tenia una tía Anna que era para mi como una hada madrina contando cuentos, cantando y jugando con nosotros… a menudo la llamo para que me eche una mano pero nunca se me apareció…

  6. Inés Zapirain

    Gracias Kistila, debes de echar mucho de menos a tu tía.
    De todas formas, no verla cuando la llamas, no quiere decir que no esté contigo.

    Un beso

    Por cierto, me encanta tu nombre.

  7. María Elejoste

    Precioso cuento Inés, tierno, sugerente… enhorabuena!!
    sólo por el apellido tan sidrero ya sabía que no andaríamos lejos, pero no me imaginaba que pudiésemos ser paisanas.
    Cuando vivía de alquiler, una de mis compis trabajaba allí en Aita Meni y contaba muchas batallitas de las internas. Una de ellas impactaba. Era de una mujer muy mayor que llevaba toda la vida en el psiquiátrico, y un día empezó a decir que la habían abandonado allí de niña y que su madre se le había aparecido en sueños y que iba a ir a buscarla. Debió dar tanto el coñazo con su historia y como hasta las monjas más mayores siempre la habían conocido allí dentro, se pusieron a buscar su expediente y efectivamente!! la habían dejado allí con unos 10 años por el único motivo de ser hija de madre soltera, y cuando murió la madre ningún pariente quiso hacerse cargo de la niña. Vaya decía la verdad!!, unos días después murió mientras dormía.
    Ni son todos los que están ni están todos los que son.
    Precioso cuento, hace mucho que no paseo por Santa Agueda, la próxima vez que vaya por allí estaré atenta a tus espíritus.
    María

  8. Inés Zapirain

    Kaixo María!
    Tu comentario me ha puesto los vellos de punta, es una historia triste y preciosa al mismo tiempo, alucinante, la realidad supera la ficción con creces. Eso de que murió días después de conocerse su historia mientras dormía…Creo que hoy me beberé una sidra a tu salud y a la de aquella niña – mujer, esta historia va por ella, por vivir en su tiempo olvidada.

  9. Inés Zapirain

    Muchas gracias Susana, tu comentario anima mucho, me voy a la cama con una sonrisa de oreja a oreja:)

    Un abrazo.

  10. Anonymous

    Hola Inés, había pasado de largo tu relato más que todo por lo de Santa Agueda y los frenopáticos y hoy me he detenido a leerlo, como si fuera San Jorge en mi caballo blanco, y me ha gustado a rabiar, ¡precioso!, no le falta ni le sobra una coma. Y luego los comentarios muy bien. Quiero añadir que los «freno-pákitekedas-pátoalavida» estés o no estés sonau, fue una realidad para bastantes personas. los familiares y la sociedad se desentendían de los «supuestos» enfermos mentales como si fueran muebles que se dejan en un desván. Hoy ya no es así, menos mal… más que todo por si nos llevan a la fuerza y con la camisa de la idem puesta.
    Bueno, que ¡enhorabuena por tu relato!… estoy enamorada…¡zas! jopé que no pegues en la cabeza, maltratadorrrrrrrRRRRRR, que aluego tendremos niños tontos, atontau, ji,ji,ji… tú, si que vas a ir al freno-pa… el que te vas eres tú garrapantas-garrafantas, Eliodoro Vicente Pablo, que te lo tengo avisado… que no matan solo los hombres, que también las muheres, quesí, quiyo.
    Perdonen que no me levante, aqui un maltratador.

    1. Inés Zapirain

      Gracias anónimo, me alegro de que te guste.

      Tu minirelato final me ha parecido curioso…pero me descoloca un poco.

      Un saludo.

  11. Anonymous

    Inés, no interpretes mal lo que te he escrito al final, como te he dicho antes, solo es para quitar hierro al asunto y porque a veces me da, según escribo, por terminar con un texto haciendo el gamberro. Solo es para hacer unas risas. Se supone que estoy relatando un diálogo entre dos personas que andan un poco «sonadas».
    Un saludo, para ti.

Leave a Reply