Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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2. LA ESTRATEGIA (María José Viz)

La corta vida de Elena era una carrera de obstáculos. Sus compañeros utilizaban estratagemas rastreras para conseguir que se fijasen en ellos. Y eso la sacaba de quicio. Aceptó, a regañadientes, los consejos de Jorge para que en la próxima rueda de reconocimiento, la del domingo, pudiese dar lástima a alguno de los matrimonios babosos y desesperados que asistiesen.

Jorge era un año menor que ella, pero era mucho más astuto. Procedía de una familia desestructurada (como se dice ahora), igual que todos los que malvivían allí. Era manipulador de sentimientos y lograba, poniendo unas caras de pena muy estudiadas, recibir más trozos de pan y sonrisas compasivas de las cuidadoras.

Ante el espejo y con Jorge al lado, Elena ensayó muchas veces la cara de pena que iba a conseguirle unos padres. Se aproximaba el domingo. Ya no faltaba nada para demostrar sus dotes de actriz.

Cuando aquella pareja, de sonrisa boba, se acercó a ella, Elena prorrumpió en una carcajada estrepitosa. Tras el desconcierto inicial, el hombre y la mujer también se rieron y lo continuaron haciendo al introducirse los tres en el coche.

13 Responses

  1. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Juan. Yo siempre digo que la mejor estrategia es no tener estrategia. La naturalidad y espontaneidad de mi protagonista tiene un valor determinante para que sus futuros padres se queden prendados de ella. Puede que esta situación no tenga cabida en la realidad que vivimos, pero, como creación literaria, me ha apetecido mostrarla.
    Besos.

  2. Jesús Garabato Rodríguez

    Estoy de acuerdo contigo, María José. En ocasiones, la mejor estrategia es pasar de estrategia y tratar de ser uno mismo. Si nosotros no engañamos lo más seguro es que los demás nos respeten o, en el caso contrario, al menos nos sentiremos mejor, que ya es bastante. Buen relato, María José. Enhorabuena. Un beso y suerte.

    1. María José Viz Blanco

      Muchas gracias, Jesús, veo que tenemos la misma concepción sobre el modo de enfrentarse a la realidad.
      Otro beso enorme para ti.

  3. Ángel Saiz Mora

    El teatro queda para los actores. Es mejor mostrarnos tal como somos, para que nadie se lleve luego sorpresas y no haya malentendidos. Mucho mejor esa carcajada limpia y alegre que una pena fingida. Esta filosofía es la que aplica tu personaje, sin hacer caso a otras recomendaciones, con ella triunfa y hace que el final sea feliz, de forma literal, para todos, con un mensaje de lo más positivo.
    Un abrazo grande, María José. Suerte

    1. María José Viz Blanco

      Muchas gracias, Ángel, ya tenía ganas de un «happy end» en mis relatos. Ya sabes que soy bastante dada a lo trágico… Yo soy una persona muy positiva y pocas veces muestro esa faceta en mis escritos. Lo dicho, ya tocaba.
      Un abrazo y suerte para ti, también.

  4. Parece que las risas, en esta nueva familia, no van a faltar. Buena estrategia la que demuestra Elena a Jorge y demás compañeros. Buena apuesta, Mª José.
    Un abrazo, y suerte.

    1. María José Viz Blanco

      Muchas gracias, Rosy, me alegra saber que te gusta «mi estrategia», jajaja. En la vida debemos ser naturales o intentar serlo, al menos, pues la autenticidad de la persona es, a mi juicio, la mejor cualidad.
      Un abrazo.

  5. Lo bueno de la ficción es que nos permite que las historias acaben bien: Elena, siendo Elena, llega al corazón de sus futuros padres con una carcajada. ¿Puede haber algo mejor para una niña que quiere ser adoptada?
    María José, gracias por acordarte de los poderes de la risa! Y por hacerlos tan poderosos.
    Un abrazo.

    1. María José Viz Blanco

      Paloma, la risa no debería faltar nunca de nuestra vida. Es cierto que el dolor, en ocasiones, nos desdibuja la sonrisa, pero tenemos que hacer lo posible para que la risa vuelva a brotar. Es absolutamente necesaria y la mejor medicina.
      Otro abrazo.

  6. María José Viz Blanco

    Gracias, Calamanda. No he pretendido elaborar una moraleja a la antigua usanza, pero es cierto que he pretendido hacer un canto al optimismo.
    Un abrazo.

  7. Salvador Esteve

    Ser natural, renunciar a la manipulación y a la mentira hace que te vean con el corazón. La protagonista así lo comprendió y las emociones fluyeron libres. Muy buen relato, María José. Abrazos y suerte.

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