Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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53. La vida que emerge (La Marca Amarilla)

Hubo una cabaña en un árbol, en medio de un valle alejado de todo mar, a la que llamaron camarote 115, los centímetros que medía el intrépido Jeremías.

Jeremías, en su camarote, leía novelas de aventuras marinas al río que pasaba a pocos metros, pues el agua parecía la misma pero siempre era diferente, y el día que comentaba las vicisitudes del “capitán de 15 años” de Verne se le ocurrió la osadía.

Bajó la cabaña, la remendó para asegurar su flotación y, convencido de poseer la embarcación más segura del mundo, pensó zarpar el día en que cumpliera 15 años.

Escribió una nota: “Ver el mar y que la libertad marque mi rumbo. Eso quiero. Como dice papá: la incertidumbre no debe frenarnos, sino envalentonarnos”, y partió.

No llevaba mucho recorrido cuando en un meandro la embarcación se golpeó fatalmente con una enorme piedra. El joven logró llegar a la orilla, pero al camarote 115 se lo tragó la corriente, despedazado.

Jeremías volvió hundido a casa y mamá se apresuró a guarecerlo.

Papá, que inculcó el albedrío a su hijo, ya pensaba en construir el camarote 162.

–  Si quieres navegar tu vida, necesitarás una buena embarcación – le dijo.

23 Responses

  1. Modes Lobato Marcos

    Señor Cejudo, su relato me ha recordado el primer libro que me regaló mi padre, Las aventuras de Tom Sawyer.
    Ese universo infantil donde la vida giraba en torno al río, especialmente en los meses cálidos.
    Su relato es una preciosa metáfora del aprendizaje de la vida e incluye moraleja final.

    Toda su historia raya a gran altura desde el inicio, pero destacaría la frase «mamá se apresuró a gusrecerlo».
    Enhorabuena, es usted un maravilloso escritor, tremendamente ecléctico y con una amplisima variedad de registros.

    Sinceramente me gustaría verle explotando más a fondo historias con el regusto nostálgico de la infancia…
    Y no bromeo.

    Eso sí, no entiendo por qué no te tuteo, sabiendo como saben todos que eres mi mejor amigo…

  2. auro

    ESTE RELATO ES LA RE-OSPERA, que diría mi madre!!

    UNA PASADA, UN LUJO, EL RELATO MÁS ORIGINAL DEL MES…. NO SE QUE MÁS DECIR. LO VEO IMPRESO DESDE YA. VEO HASTA LA ILUSTRACIÓN QUE LO ACOMPAÑA… LO VEO, LO VEO, LO VEO Y ME GUSTA UN MONTONAZO.

    Abrazo.

  3. Blanca Oteiza

    Miguel Ángel, preciosa historia y casi me atrevo a decirte que la más original de este mes. Llena de metáforas que nos recuerda a esa época de los cuentos de aventuras. La moraleja que cierra el relato es un final excelente.
    Un abrazo

  4. Virtudes Torres

    Tierno, encantador, precioso.
    Un relato diferente que no deja indiferente al leero.
    Se nota que me ha encantado?
    Saludos. La suerte ya la tiene.

  5. Ángel Saiz Mora

    No sólo eres un escritor como la copa de un pino, que bien pudo ser ese árbol en el que estuvo colgada la cabaña antes de ser barco, sino que además se trasluce de tu texto horas infinitas de lectura, oficio y, permíteme, sabíduría. Iba a decir yo lo de Tom Sawyer, pero veo que se me ha adelantado el gran Modes, que no se le escapa una.
    Muy bueno, de verdad.
    Un abrazo

    1. aurora

      Modes y Angel, ¡qué clásicos os veo!! Estos personajes los veo más en amarillo y con cuatro dedos.

      Lo cual hace que el relato aún me guste más. Ya he dicho arriba que me vuelve loca… y si no ¡lo digo ahora!

      Abrazos.

  6. Reve Llyn

    Que relato más original has cuajado con el tema del mes, nada fácil a priori, y que bien te ha quedado. Huele a textos de esos de aventura juveniles (o no), a literatura clásica de los despertares a la vida, pero en formato monodosis. Felicidades.

  7. Ana Fúster

    Nos das una dosis de nostalgia con esas lecturas infantiles y juveniles que nos llevaban a explorar mundos lejanos, y mucha envidia al pensar en que Jeremías podía leerlas en su casa en el árbol, nada menos. Pero lo que me toca la fibra en este relato es el padre que quiere inculcarle al hijo algo fundamental: que en esta vida la incertidumbre le espolee en vez de frenarlo. Besos y suerte.

  8. Isabel

    Con 1,62 m ya podrá defenderse mejor, sí señor. Este Jeremías es un chaval afortunado. Primero por sus padres; segundo por tener esa cabaña donde imaginar aventuras; tercero por poder ponerlas en práctica; cuarto por salir airoso de ellas y finalmente por seguir creciendo y soñando.
    Un gran relato. Precioso.

  9. La Marca Amarilla

    GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS a tod@s por vuestros comentarios!!! De verdad!!

    Uno intenta escribir pequeñas historias que se agranden en vuestras cabezas!!! 😉

    Besos y abrazos!!!

  10. Mª Belén Mateos

    Marca, un relato que aparenta simpleza cuando detrás esconde todo un mundo, una enseñanza, una aventura… Todos hemos sido niños y creo que casi todos nos sentimos identificados con esta pequeña anécdota.
    genial, un abrazo.

  11. La intertextualidad de tu texto abruma desde el río de Heráclito hasta Julio Verne, pasando por Tom Sawyer y la parábola en la que se convierte tu texto. Un relato, seguro muy trabajado y con mucho mérito literario. Si yo fuera jurado, tendría en cuenta todas estas características. Suerte, Miguel Ángel.

  12. Buen texto Miguel, comparto el hilo e los comentarios, novelas de aventureros llenos de juventud y rodeados de naturaleza y una forma de crecer en la vida muy diferente a los días que corren.
    Buena escritura y buena narración, eso sí se me escapa del tema del mes y hace usted muy bien.
    Abrazos y suerte

  13. El Titanic del mes lo has reconvertido en cabaña flotante y el iceberg ha quedado reducido a una piedra en el río, pero la lección de vida que ha aprendido el prota y la forma de contarla son exquisitas. Yo también he visto reminiscencias de Mark Twain, y también lo veo ganador.
    Suerte y abrazos

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