Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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40. LAZARUS (Arantza Portabales Santomé)

El día que te fuiste yo estaba demasiado preocupada decidiendo si haría lasaña o albóndigas. En la radio sonaba una de Bowie, que se moriría tres días después. Claro que yo no lo sabía. Lo de que me dejarías, tampoco. Lo único que sabía es que tú preferías lasaña y yo albóndigas. También recuerdo que llovía. O quizá no lo hacía, pero es romántico recordarlo así. Como un día gris, lluvioso y triste. Quizá hacía sol. Y además Bowie estaba vivo y estrenando un álbum nuevo. Coño, era un gran día. Por lo menos hasta que entraste en la cocina. Albóndigas, dije yo, clavando la vista en tu maleta gris. La grande. La que nunca usamos porque cargada, pesa más de los veinte quilos reglamentarios que imponen las compañías aéreas.
Tú te fuiste y yo me quedé paralizada con la vista fija en el bol de la carne picada. Después hice una estupenda lasaña con doble capa de bechamel. Sabes que no soporto la bechamel pero me la comí entera. Conteniendo las náuseas. Escuchando en la radio la última de Bowie una y otra vez. El locutor repetía que era un gran día. Quizá hacía sol. Quizá.

52 Responses

  1. Seguramente, al paso de los días, se dará cuenta realmente de lo que ha sucedido. Sabrá si llovía o no, sabrá que no era la misma canción de Bowie la que se repetía y sabrá que lo que le hizo daño no fue la lasaña sino el EGO.
    Muy bien el retrato de la situación.
    Buenas noches y felices sueños.

  2. Víctor J. Menargues Ramón

    Hola, Arantza.
    Me ha parecido espléndido tu micro. Esa dicotomía lasaña/albóndigas es una metáfora en toda la diana. Más aún: realmente es el tema que, con un pulso narrativo tan certero, subyace a lo largo de la historia.
    Que ella “no lo sabía” (lo de que la dejaría), queda constatado en ese aturdimiento final suyo, que incluso la lleva a cocinarse lasaña, en vez de albóndigas, después de haberse quedado viendo “la carne picada” (otra metáfora de situación magnífica). No es de extrañar, pues, que, como narradora protagonista, no esté segura de si ese día hacía sol o no, o vaya usted a saber.
    La maleta a reventar, habla por sí sola: el tío no se deja allí ni los kleenex.
    Por último te diré que me ha encantado también conocer ese punto de romanticismo que, pese a lo que le ha sucedido a la prota, ha querido ella mostrarnos, tiñendo con él su discurso.
    Enhorabuena, pues.
    Aunque es muy difícil superar la calidad de un micro tan redondo (lo tiene todo-todooo), te deseo mucha suerte.
    Un cordial saludo.

      1. Víctor J. Menargues Ramón

        Hola de nuevo, Arantza.
        En mi anterior comentario me ha faltado decirte que las dos últimas frases de tu relato son las que, para mí, culminan su esfericidad de forma magistral, ya que son ellas las que dan significado al título que has elegido, dejando que sea el lector quien complete su sentido bíblico.
        Si Carver viviera, también se habría quitado el sombrero al leerte.
        Besos desde Alicante.

  3. Yolanda Nava

    Este va de cabeza al libro. Me ha encantado la imagen de la naleta grande, la que nunca usan.
    Sello portabales sinónimo de calidad.
    Muac, muac.

  4. Arantza, me has dejado sin palabras, leo y releo, no me explico como se logra esa perfección. Lo entiendo, o no… pero me gusta, es formidable…
    Un abrazo y suerte.

  5. MIGUEL MANRIQUE

    Supongo que tienes, sí, esa maleta, pero llena de estupendos micros, como éste. Lo que pasa es que siempre nos pillan con el pie cambiado o con la lasaña en la boca. Felicidades. Un saludo.

  6. Ángel Saiz Mora

    Una protagonista que asociará una mala experiencia, espero que superable, a otra de verdad irreparable: el adiós de Bowie. También a la lasaña y a las albóndigas. La digestión se prevé pesada, son muchas cosas a olvidar, no como este relato, que es para enmarcar, aunque igual no se deja, pues tiene una calidad que rebosa y apabulla.
    Abrazos y suerte, Arantza

  7. Un relato sembrado de perlas que el lector va descubriendo y paladeando en cada nueva lectura. Una plaza menos en el libro, que Su Señoría Arantza ya ha hecho la reserva.

    Besos desde Alicante, los auténticos, los de siempre, los que no cogen la maleta y se largan.

  8. Gracias a todos. De verdad. Yo creo que me encumbraré como cocinera en Entc. Tengo un relato de mayonesa cortada, otto en el qye hice tortilla, otro de lentejas y chorizo….Jajaja. En fin, tengo una maleta gris enorme. La lleno de besos para todos vosotros, familia enteciana.

  9. Ana Fúster

    Joé, Arantza, me has pisao el comentario, que iba yo a hablar de tus micros masterchef. Bueno, pues ahora te digo que sigas cocinando relatos con ingredientes en apariencia sencillos pero mezclados tan hábilmente y cocidos con tanta precisión que hacen que el lector se chupe los dedos, o las meninges o qué se yo. Un beso y suerte.

  10. Cómo me gusta esa voz de la protagonista. Qué bien lo haces, Arantza. Nos acercas a una historia a través de los pensamientos (cercanos, verosímiles) de un personaje. Entras en el lector como si le conocieras de toda la vida, como con derecho (me encanta).

    Un abrazo grande

  11. Ton Pedraz

    Ahí dejas ese ir y venir magistral por los entresijos de esas historias magníficas que acostumbras a elegir. Difícil no aprender al leerte.
    Suerte,
    Ton.

  12. Mª Belén Mateos

    Un relato con un aroma a lasaña que me encanta.
    Que bien cocinas cada sentimiento y lo sabes transmitir para vivirlo a la vez que lo hace ella.
    Una maleta gris con todo una historia en su interior.
    Fantástico Arantza, eres una artista.
    Un beso grande guapa.

  13. Cristina Requejo

    Buenísimo, Arantza. Por un momento sentí la bechamel amarga en el paladar.
    Ni suerte te deseo, que vas sobrada 😉
    Un abrazo.

  14. Es increíble lo que se puede transmitir desde la cotidianidad de las albóndigas versus la lasaña, y la radio como mar de fondo.
    Me parece un relato exquisito, que sin hablar de sentimientos, los transmite por los cuatro costados.
    ¡Enhorabuena!

  15. Arantza,sabia por terceros que escribías bien pero al leerte tengo que decirte que has superado mis expectativas. El relato es fresco, directo, sencillo pero cargado de contenido. Enhorabuena, me ha encantado.

  16. Y en el fondo, qué más da que lloviera o hiciera sol, que cocinara albóndigas o lasaña con bechamel nauseabunda, todo es provisional. Todo termina en algún momento. Lo importante es que siempre hay una oportunidad de levantarse y volver a andar.
    Por lo demás, sobra decir que es un relato espléndido.
    Saludos cordiales

  17. Margarita del Brezo

    Da igual lo que hagas con la carne picada, Arantza, te sale para chuparse los dedos y deleitarse con cada ingrediente.
    ¡Suerte!

  18. María Rojas

    Señorita Portabales, es usted única. Guardaré y mimaré su relate que me ha fascinado. Lastima que desde Las Palmas no pueda ir al encuentro y darle un fuerte abrazo.
    Quizás otro día. Quizás.

  19. El caso es que este micro lo había leído y me gustó mucho, pero es de esas veces que no dejas comentarios. Me alegro especialmente porque así puedes invitar a cenar a mi precaria familia, están de patatas y berza…
    Un abrazo y encantada de estar ahí contigo.

  20. Pablo Núñez

    Pues yo lo acabo de leer y desde el título hasta el punto y final nada le falta ni le sobra. Para colmo, soy fan de Bowie y cómo sentí su pérdida. Qué bien juegas con su canción, contando esa prematura muerte que dejó anunciada en el video de la canción que da título a tu relato, mientras vas contando la historia de una despedida definitiva.
    Me ha encantado, Arantza.
    Un beso muy fuerte y este relato sí que es Galicia Calidade.

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