Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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50. LECTURA FORTUITA (Isidro Moreno)

Vio su nombre escrito en una larga lista y una cadena de recuerdos y deducciones le abordaron.

Seis años hacía desde que atrás quedara su Irlanda, su casa y  Laurence. Aún recordaba su llegada y los contradictorios sentimientos ante la estatua de la libertad pues, tras cuatro semanas de viaje con cientos de inmigrantes hacinados en un viejo trasatlántico, la esperanza, alegrías, penas  y el temor a lo desconocido, formaban un cóctel de extraño e imborrable sabor.

Victoria Evans había superado casi todo, excepto el silencio de su prometido  que, hacía seis años, en la única carta recibida desde Belfast, le expresaba sus deseos de reunirse con ella en pocos meses, declarándole una vez más su amor y sus ganas de, por fin, reunir el dinero para tan largo viaje.

Nunca más  supo de Laurence, hasta ese día ojeando un libro, que se iniciaba con la trágica lista de las personas fallecidas en el hundimiento del Titanic.

Tras algunos nombres figuraban breves referencias de identidad. De Laurence O’Sullivan, únicamente se indicaba que colgaba de su cuello, un corazón de plata con una inscripción:   L.O.V.E.

Solo ella sabía que esa inscripción correspondía a las iniciales de Laurence O’Sullivan y Victoria Evans.

 

IsidroMoreno

14 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    En ocasiones los desaparecidos lo son porque no quieren ser encontrados. Resulta una paradoja el hecho de que el mar, que contribuyó a ser un muro de separación y mutismo, se convierta también, de forma fortuita, en depositario de una noticia, puede que esclarecedora. La aparición del colgante abre algunos interrogantes y deja el final abierto. Quizá el viajero no fue tan desapegado, tal vez tenía poderosas razones para no establecer comunicación, lo que no quita para que conservara sus sentimientos intactos. No me extrañaría nada que guardaras algún as en la manga y esta pareja haya existido realmente. En todo caso, la sonoridad sajona de sus nombres queda de lo más cinematográfica. Dicen que el tiempo quita y da razones; el mar es más chulo, él quita y devuelve personas, a veces con pistas.
    Te mando un abrazo fuerte, amigo Isidro. Suerte.

    1. Una historia de amor en la que el desaparecido apareció casi como ilustre al ser tragado por el océano en ilustre y desafortunado Titanic. Una amante que espera noticias durante más de un lustro y que de forma casual encuentra que no fue traición sino fatalidad en un intento quizá de sorpresa y unión en un «nuevo mundo»… La vida…
      Muchas gracias por tu lectura y comentario.
      Un fuerte abrazo, amigo Ángel.

  2. Por intenso que sea, el amor a menudo no puede compensar la pobreza y la distancia surge como consecuencia de ello. Laurence consiguió la fortuna que buscaba, pero a costa de la esencia de su vida que quedó para siempre sumergida y atrapada en las letras de ese colgante.
    Emotivo relato que recoge un drama que muy bien pudo pasar, con un final de un gran simbolismo resumiendo magníficamente el espíritu de tu historia.
    Muy buen relato, Isidro. Enhorabuena.
    Un abrazo.

  3. En un tiempo en el que las comunicaciones no eran como ahora, pues en cruzar el atlántico se tardaba casi un mes, no existía el whatsapp y no todo estaba al alcance de todos… los obstáculos por falta de comunicación y las distancias, eran todo un caldo de cultivo para historias que hoy serían impensables.
    Muchas gracias amigo Antonio por tu comentario.
    Un abrazo

  4. Ton

    Hola Isidro.
    Me encanta esa precisión con la que cuentas un relato tan duro. Historia que, por otra parte, podría haber sido real. Leyéndolo se me viene a la cabeza todos aquellos emigrantes gallegos que abandonaron su hogar y a los suyos desde el puerto de A Coruña. Hay documentos gráficos que te encojen el corazón.
    Enhorabuena y suerte,
    Ton.

  5. MªBelén

    Una espera eterna, una duda, una fatalidad y una lista que desvela la realidad más terrible.
    Nunca se pudo realizar ese deseado encuentro, las aguas ahogaron la esperanza.
    Buen relato, me gusta mucho esta historia que nos cuentas que quizás pudiera ser cierta.
    Un beso Isidro.

    1. Muy bien resumido por tu parte. Fueron y son tantas las aventuras y desventuras con motivo de las migraciones humanas, que lo extraño sería que una historia similar no hubiese ocurrido.
      Muchas gracias por leer y comentar, amiga M. Belén. Un fuerte abrazo.

  6. Salvador Esteve

    Los anhelos de un futuro mejor forjan el triste destino de ese amor que se hunde con la leyenda, pero la triste verdad aún flota en el océano y, tal vez, la protagonista, con sus recuerdos ya sosegados, pueda empezar una nueva vida. Me ha gustado mucho, Isidro. Abrazos y mucha suerte.

  7. Malu

    Una historia dura donde las haya, ¿cómo se puede vivir más de un lustro sin tener noticias de tu amor? Lo que nos demuestra lo fuerte que era la sociedad de otras épocas comparada con la de ahora, puros débiles que morimos por no recibir respuesta a un whatsapp en unos minutos.
    Gracieta aparte, decirte que tu historia es buena, querido Isidro, creíble, porque pudo ser real que tu protagonista perdiera la vida justo cuando le faltaban días para reunirse con su amada y triste porque su ilusión se ve truncada con el hundimiento del Titánic.
    Un beso grande, enhorabuena y suerte.
    Malu.

  8. ¡Cuánta razón llevas! como dicen por nuestra tierra «A buenas horas iba a esperar ella 6 años al novio en nuestros tiempos!» A la media hora ya le habría enviado ella una foto por whatsapp con los dedos índice y meñique apuntando el cielo»
    Jejeje, nada tienen que ver las relaciones humanas con las de hace un siglo.
    Muchas gracias paisana por tu agradable comentario.
    Un besazo.

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