Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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MAR75. CERTEZA, de Ricardo Plantagenet Médano

Soy el único que sabe que hoy, día uno de enero de 2084, voy a morir.
Me crie entre lamentos y lloros por los dolores de la enfermedad en mi madre, a los siete años y, posteriormente, en mi padre. Viví con la obsesión de lo injusto que resultaba soportar toda esa serie de lastimosas decadencias o lacras hasta que nos llegara la muerte.
En mi simplista manera de pensar y con mis estudios científicos diseñé un chip que, injertado bajo la piel, podía ser oprimido para producir la muerte sin dolor del portador y puse una extensión máxima en la vida de sesenta años. Me pareció que esa edad era la aceptable porque más allá de ella todo eran achaques e injustas dolencias. También me pareció honesto que cada persona supiera exactamente cuándo iba a morir.
El producto de mi trabajo me fue arrebatado por el gobierno y en compensación a mi ingenio me dejaron vivir hasta la edad de 84 años, sin privarme de un solo achaque ni dolor, mientras que mi invento se convirtió en un arma en sus manos. Al primer síntoma de enfermedad larga o, incluso, corta el chip se accionaba y un improductivo menos.

50 Responses

  1. Calamanda Nevado

    Ricardo, los gobiernos y su largo brazo llegan a todo. Curiosamente, en mi relato de este mes también aparecen. Suerte y saludos.

  2. Todos sabemos que no hay futuro, al menos no como quisiéramos que fuera, sin embargo, este micro me hizo pensar, el problema no está en nosotros, sino, en nuestros genes, no nacimos para sufrir. Excelente micro, Ricardo. Muy bien hilvanado y con un final que nos induce a intentar que nadie sea capaz de arrebatarnos, no ya la vida, sino, el derecho a decidir cuándo y cómo acabará.

    1. Esa era la intención del relato, querer expresar que todos deberíamos poder morir dignamente, no deber, sino tener la posibilidad de ello y conforme a nuestra voluntad.
      Gracias por pasarte a comentar, amigo, ahora voy a por el tuyo que antes cuando lo leí me dejó o_O
      Un abrazo.

  3. Jugó a ser Dios, y el castigo le vino de la mano del hombre, haciéndole sufrir lo que tanto quería evitar.
    Muy buen micro que da para pensar mucho, yo no se si querría saber cuando voy a morir, siempre me quedarían cosas por hacer sentir o vivir.
    Me ha gustado mucho y creo que es un micro muy bueno y bien centrado en el tema elegido
    No es más de lo mismo, en un tema un poco…

  4. Anonymous

    Me ha gustado mucho el relato, en la línea de visión «apocalíptica» de un futuro dominado por unas élites controladoras.

    Pero hay una cosa que no entiendo, dices que alargaron la vida del protagonista a partir de los 60 hasta los 84 «sin privarme de ningún achaque ni dolor», con lo que, según explicas, tendría que haberse muerto ya no? O es simplemente que planteas la posibilidad de achaque aunque no tuvo lugar??? No sé, no me queda claro.. Porque ese chip se pone en funcionamiento precisamente cuando hay algún síntoma de enfermedad… o no???

    Por lo demás, la idea me parece muy creativa y que da pie a la reflexión… me ha parecido muy significativa la sentencia final: «un improductivo menos».

    Suerte!!

    Un saludo
    Marta

    1. Muchas gracias por pasarte a opinar, Marta. En realidad esa era la idea, que uno mismo pudiera morirse en cuanto sufriera; luego una vez que el gobierno se apropió de su invento, para darle las «gracias», a él le «permitieron» sufrir todo tipo de achaques y dolencias que era precisamente lo que quería evitar.
      Es un halago que consideres creativa la idea y digna de una reflexión.
      Un saludo.

  5. Nicolás Megías Berdonce

    Buenos días, no se si a mi me gustaría tener un chip de esos… como he leído en algún comentario anterior, intento jugar a ser Dios, y el juego le salió mal…

    Mucha suerte Ricardo, un abrazo.

    1. Muchísimas gracias por pasarte a comentar, Nico (todavía me acuerdo de tu primer comentario y de por qué no los hacías).
      El protagonista jugó a ser Dios pero que esto sucederá de una manera u otra también para nuestra desgracia.
      Suerte con tu relato.
      Un abrazo.

  6. Ginette Gilart

    Hubo otro tiempo en que no era necesario llevar un chip para estar «eliminado». En la Alemania nazi, rápidamente hacían desaparecer a los «improductivos», además de otros «indeseables». Esperemos que en el futuro no lleguemos a estos extremos. Aunque nunca se sabe; el ser humano es capaz de lo mejor como de lo peor. En todo caso no quisiera vivirlo.
    Suerte, Ricardo.
    Un saludo

  7. Belén Molina

    Me ha gustado mucho la opción de una muerte digna también para los humanos de tu relato, aunque la causa, cuando el gobierno roba la solución, es escalofriante por lo real que pudiera ser en algún momento. ¡Suerte!

    1. Espero que nunca esté en manos del Gobierno pero me encantaría, de verdad, que estuviera en manos del individuo, de cada uno de ellos, porque tragedias horrorosas en familias y vidas equivocadas y forzadas podrían irse con libertad y se ahorrarían los sufrimientos que conlleva para el afectado y sus dolientes.
      Muchísimas gracias por tus palabras, Belén
      Suerte con el tuyo.

    1. No puedo meterme en discusiones filosóficas, éticas y morales sobre esas decisiones, dado que no son tomadas por los individuos afectados y sí por el poder.
      De todas formas, gracias por tus palabras, Susana.
      Un abrazo muy fuerte.

  8. Pues me ha gustado mucho este relato apocalíptico cumpliendo con el tema del mes. Pobre hombre que en vez de poder morir con dignidad como él pretendía para los demás tuvo que morir en plena vejez y habiendo sufrido todo tipo de achaques.
    Sobre si me gustaría saber cuándo me voy a morir pues yo sí lo quisiera saber. ¿Por qué no? Pienso que aprovecharíamos mejor nuestra vida.
    También honro y me uno a la idea de poder morir dignamente con la sola voluntad de la persona.
    Suerte, Ricardo.

  9. kistila

    una cosa es cierta:
    si estoy en contra de la eutanasia es porque es «otra» persona que la inflige según «su» criterio… a menudo escudándose en cierta voluntad de antaño del paciente o familiar…

    ¡¡pero no tengo nada en contra del suicidio…!!

    a veces soporta uno achaques y dolores porque se puede preferir seguir participando a la vida de la naturaleza y de nuestros seres queridos…
    cuando se es consciente de que hay una sola vida… pues… pues fastidia dejarla por la nada… y se sigue aguantando un poco mas, un poco mas…

    1. A mí me parece bien que cada uno aguante lo que quiera hasta el último aliento de vida y de dolor, pero porque lo haya escogido no porque le fuercen (sin mencionar las enfermedades, claro) que eso ya es clarísimo.
      La duda se me plantea cuando las personas no pueden comunicarse y pedir que las desenchufen, que se acabe ya, que basta… Eso es lo más doloroso y, por eso, partió la idea.
      Cuántas veces tiene uno que escuchar al día (yo sí): Quiero morirme, Ojalá el Señor me lleve ya con él. Si me muriera hoy sería el hombre más feliz de mi vida… y así… y, sin embargo, nadie les da la opción, en cuyo caso, tb veríamos cuánto hay de verdad y cuánto de gruñón.
      Pero y esos que no pueden pedirlo?

      Gracias por tus palabras, Kistila.
      Ten mucha suerte con tu relato.
      Un abrazo.

  10. kistila

    gracias Ricardo por tus deseos de suerte pero sé perfectamente que no doy ni la talla ni el cariz para tal cosa… me conformo en que guste a algunos…
    a mi lo que me gusta de este espacio ofrecido por Jams es la oportunidad de leeros a todos y que se haya vuelto un espacio del compartir opiniones: la ilusión de amistad…
    yo también he estado con moribundos… de los que se persignan en particular…
    mi vice-abuelo, de 101 años estando con una mala gripe, repetía nombrando a su mujer ya fallecida: «Marie-Louise, ¡ya voy, ya voy! ¡¡pero que miedo tengo!!»…

    1. Siempre se tiene miedo a lo que se desconoce pero en los religiosos de fé y convicción profunda… no entiendo la reacción.
      Pero es cierto que la mayoría de todos nosotros tememos a la muerte.
      Yo no. Y no lo digo como un mérito porque más bien me convierte en un imprudente y alocado pero está ahí… es mi hermana… con ella terminaré mi viaje, así que mientras tanto a danzar…
      Y si es cierto que este lugar es como un pequeño refugio de amigos para intercambiar opiniones. Solo siento no tener horas suficientes en el día para poder departir con todos vosotros o comentar en vuestros relatos.
      Gracias por pasarte. Vice-abuelo será como bisabuelo aquí, no? ¿El padre de tu abuelo?

    2. kistila

      (el idioma que se me atraviesa algunas veces… en efecto se trataba del padre de mi abuelo… yo tenia 18 años cuando murió)

      en efecto puede parecer curioso que alguien que crea en Dios tema a la muerte… me pregunto si no seria que se preguntan en sus adentros si este Dios existe de verdad…
      mi padre en su lecho de muerte tenia ¡tal sonrisa! que parecía que había visto la Virgen María… o su madre…

      me pregunto también si, al contrario, los que son ateos se preguntaran si no cabe la suerte de que exista Dios y en este caso les surgirá esta esperanza en el ultimo momento…

      yo personalmente ni creo ni dejo de creer… como bien anotas lo que me importa es la vida… y la muerte que temo es la de los a quien quiero…

  11. Inés Z*

    Muchos quisieran ese chip, Ricardo. La vida, a veces, es difícil. Yo también pienso que hay circunstancias en las que se debería poder elegir. Luego hay personas que dan verdaderas lecciones de vida, en situaciones extremas no pierden la sonrisa. Lo de saber la fecha exacta de la muerte tiene su lado bueno: intentar vivir al máximo y no dejar nada por hacer.

    Un abrazo.

    1. Gracias Inés por pasarte por aquí. Sí, son temas delicados los que se tocan aquí. Hay mucha gente con la que he hablado que no quiere saber cuándo se va a morir, pero a mí me encantaría… aunque fuera mañana pero me gustaría saberlo desde que naces y… bueno, se podría hacer una tanda de los que quieren saberlo y otras de los que no.
      Pero es perder el tiempo no saberlo, desde mi punto de vista, aunque luego a lo mejor no cambie nada… jajajajaja… pero a mí me da la sensación de que las personas aprovecharían más su tiempo y no lo perderían de forma tan lastimosa.

      Un abrazo, Inés.

  12. Muchísimas gracias, Ana, por tus hermosas palabras. Muy emotivas y, con todo, no te digo que no lleves razón. El relato no me lo había planteado de esa forma tan humana como tú lo ves, pero por eso me encanta escuchar vuestras opiniones y saber qué entiende cada uno de lo que ha leído.
    Muchas gracias por ser tan «productiva» con tus comentarios que nunca dejas a ninguno sin él, lo que siempre es un pequeño o un gran consuelo.
    Gracias por estar ahí, guapa.
    Un abrazo.

  13. Para este tema, os recomiendo la lectura de dos libritos estupendos: La Biblia de Barro y Yo fui médico del diablo. En cuanto a saber tu fecha… coincido con la opinión generalizada de que daría pie a poder hacer lo que quisieras, aprovechar el tiempo, etc…, pero discrepo en las buenas intenciones de ese aprovechar. ¿Todos lo usaríamos para el bien? Teniendo en cuenta que no habría temor a las consecuencias…

    1. Miguel Ángel, ojalá fuese yo el que diese ideas. Mucho me temo que lleven trabajando en eso y en cosas peores hace más años que los que tengo (32). Calculo que llevarán haciéndolo, en secreto, por supuesto, desde los años 50 o 60.
      Muchísimas gracias por comentar.
      Ah!!! y cuando hablaba de esas ideas no me refería a estos gobernantes nuestros ni con los anteriores que bastante tienen con llenarse los bolsillos y freírnos a impuestos para remediar lo que otros se llevaron.
      Un saludo.

  14. ¡Anda! Si no había comentado tu relato. Esto es imperdonable. Lo siento. Se me pasó.
    Está muy bien y ya he visto en cuanto a la redacción las dos pequeñas cosas que te señalaron que ya las corregiste en el blog, así que no te diré nada sobre eso. Por lo demás, todo lo que planteas es interesantísimo. Yo estoy por completo de acuerdo en que se apruebe el suicidio y la eutanasia activa, de los familiares, si la pobre víctima no puede pedirlo por sí misma. Yo hice, pese a mi corta edad, un testamento vital para que jamás me reanimen cuando me dé un yuyu y para que no me administren nada que no sea curativo y no solo prolongar mi vida así. Quiero que me desconecten y por si acaso no puedo pedirlo, por eso dejé mi testamento, aparte de donar todos mis órganos a los que le sirvan.
    Y no os parezca tétrico porque la muerte forma parte de la vida y es tan cotidiana como un nacimiento.
    Te auguro un buen porvenir y que lo de que mi relato es superior al tuyo, para nada, eh? era una broma.

    1. Qué morboso, Arturo!!! Desde luego, ya tienes testigos de todo lo que has dicho, pero si con la edad que tienes piensas así uyuyuyuy… o eres muy previsor. Un imberbe con testamento!!! Es el primero que conozco.
      Gracias por tus palabras. Tu micro me gusta mucho y da igual que sea mejor o peor. Solo depende de los gustos porque los dos están bien escritos.
      Suerte y un abrazo.

  15. Me gusta el relato, entra muy de lleno en un futuro posible. Creo que has logrado un tono muy acorde con el estado de ánimo del protagonista. Además, das pistas sobre la maldad de ese gobierno gran hermano. Lo curioso es que conoceremos la legalización de la eutanasia por motivos económicos, el sistema no podrá soportar el coste de los ancianos. Suerte a fin de mes.

    1. Gracias, Xavier. Eso es lo que pretendo decir para los que no lo han intuido todavía. Cada vez somos más longevos y menos gente trabajando. Demasiado para sostener y también porque es un derecho que la persona tiene.
      Me alegra mucho que te haya gustado.
      A mi el tuyo también.
      Suerte y un abrazo.
      Lo de fin de mes es de coña, ¿no? jajajajajaja… a ver si llego a fin de mes. De momento llegué.

  16. Un relato muy bien planteado, con un crisol extenso de temas que inducen a la reflexión.
    El hombre dueño de la vida y de la muerte, es desposeído de su invento y condenado a esos 84 años que no desea mientras observa cómo el Gobierno se carga a cualquiera que resulta improductivo… No sólo es el tema de la eutanasia, sino el moral de los gobernantes que deciden quién merece vivir y quien no, al margen de la voluntad individual.
    Lo que más me ha gustado ha sido el desarrollo del relato, cómo has perfilado al personaje desde las dos primeras frases en un tono narrativo muy elegante.
    Un abrazo.

    1. Muchísimas gracias, Isabel.
      Todo un honor recibir palabras como estas. No pretendía que fuera tan profundo pero es cierto que da mucho que pensar.
      Suerte con tu relato Sísifo que me ha gustado porque a pesar del comentario sobre lo críptico que era, luego he leído unos comentarios que me sacaron las dudas que tenía.
      Un abrazo.

  17. Ricardo, me ha encantado. Profundidad de pensamientos. Amoralidad, moralidad equivocada? Manejo de armas en manos inadecuadas… Todo eso en primera persona y sin describir nada en concreto. Muy buena prosa.
    Gracias por compartirlo.
    Un abrazo.

    1. Tú eres un amor, Isa. Muchísimas gracias por tus palabras que me hacen sentir muy orgulloso.
      La lástima es que tú no compartas tus letras con nosotros. Sería un auténtico placer pues eres la experta.
      Un abrazo fuerte, fuerte, chiquitina.

  18. Ricardo, qué curioso el tema del chip, en agosto pasado yo escribí un relato que iba exactamente de lo mismo. La verdad es que tal como están las cosas no me extrañaría nada que nuestros respectivos micros se conviertan pronto en realidad, a los gobiernos no les interesan, como tú muy bien señalas, los «improductivos». Y para muestra un botón. Un abrazo:
    http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/26/actualidad/1359215970_213614.html

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