Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

MAY146. LA VOZ CALLADA, de José Ángel Gozalo Molina

Todavía conservo un resquicio de esperanza. Quiero creer que no todo está perdido, que algún día tú vendrás a rescatarme. 

Si pudieras escuchar mi voz, acallada durante tanto tiempo, te revelaría todo aquello que guardo en mi interior. Susurrándote despacio, te contaría que fui la princesa del más glorioso reino que jamás pudieras imaginar. 
Mi nombre fue el grito de guerra de mi ejercito en multitud de batallas, dónde se decidió el futuro de muchos otros. 
Aunque ahora, al verme vieja y amarillenta, no lo creas, conocí la juventud cuando todo mi mundo también era joven y hermoso. 
Valerosos caballeros se retaron a muerte por mi amor. Fui desvelo en sus noches, llama ardiente en sus corazones, fui sueño y anhelo de aquellos hombres, que se convirtieron en mis amantes.
 Mas sólo un amor imposible, fue dueño y señor de mi destino. A él, que conocía hasta lo más profundo de mi ser, me entregué ciegamente, sin saber que me quería sólo para sí. Ésa fue mi perdición. 
Pero tú nunca oirás hablar de mí, porque vivo en el fondo de un cajón, escondida entre las páginas del manuscrito inacabado de un escritor, que tuvo miedo de ser.

25 Responses

  1. Calamanda Nevado

    José Ángel, cuantos protagonistas esperan lectores en el fondo de un cajón. Buena idea, acordarse de ellos y sus princesas. Suerte y saludos.

    1. Son muchos Calamanda, pero me atrevería a decir que todavía son mas los que ni siquiera consiguen salir de las cabezas de sus creadores porque estos nunca encuentran la fuerza de voluntad para empezar a escribir.

      Te agradezco mucho el comentario. Saludos.

  2. Sotirios.

    José Ángel, me gusta mucho como narras el relato. El final me parece sorprendente y muy original. Te deseo mucha suerte, Sotirios.

  3. Original ser la princesa de un cuento que es efectivamente sólo de cuento en el fondo del cajón. Es de esos relatos que sorprende al final y al volver a leerlos descubres pistas “amarillentas” como las miguitas de Garbancito. Me gusta, como todo lo que escribes, también me encantó el del corcel del mes pasado, que leí y no tuve tiempo de comentar. Saludos.

    1. María, gracias por tu comentario. He querido dejar alguna pista pero sin ser demasiado evidente para no estropear el final. Es un juego peligroso por si se atan cabos demasiado pronto pero me alegro viendo el resultado.

      Un saludo

  4. Gracias Ana, siempre me gustan tus comentarios. Me alegro de que te haya gustado el relato. Creo que el miedo a los ojos críticos de los demás, a dejar afrorar pensamientos que nos guardamos dentro es algo que en algun momento hemos experimentado todos los que escribimos.

    Un saludo y mucha suerte para ti también.

  5. José Ángel, a veces los silencios son escuchados, quizás tarde o temprano el autor decida poner voz a su princesa.
    Nunca hay que perder las esperanzas.
    Original relato, como lo narras y su final.
    Un saludo y mucha suerta

    1. Gracias Maria Elena. Es un dicho muy repetido pero no por ello menos cierto que la esperanza es lo último que se pierde. Me alegro de que te haya gustado el relato.

      Saludos y la misma suerte te deseo yo a ti.

  6. Estas historias envolventes que te llevan de la mano con una venda en los ojos me encantan. Y el final de esta consigue además, sin romper el ritmo, dar una sorpresa. Y el título muy acorde.
    Un abrazo.

Leave a Reply