Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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MAY51. LA DAMA DEL ARMIÑO, de Sergio Haro Gómez

Un armiño te destruirá”.
Los labios de la princesa se curvaron dibujando una mueca grotesca, en la que se mezclaban la euforia y el desdén. Aquellas palabras ya no significaban nada. La boca que las pronunció se había consumido en la hoguera, y el único enemigo al que podían referirse había sido hecho desaparecer. En efecto, la expedición de castigo había regresado con buenas noticias: todos los miembros de la familia Versinia yacían asesinados. El único superviviente de la masacre se agitaba ahora, inquieto, en su regazo. Un armiño, el animal que presidía el escudo de armas de los Versinia.
La princesa acarició el lomo de su nueva mascota, intentando tranquilizarla. Después, dirigió la mirada hacia la ventana. El sol se estaba poniendo, transformando el horizonte en una fina y alargada pavesa. Imaginó entonces con deleite la aldea destruida, los campos sembrados de sal, el castillo arrasado por las llamas donde ardían las manos que habían jugado con aquel armiño. Y en ese preciso instante notó la picadura.
Pulgas. El maldito animal tenía pulgas, y parecían especialmente hambrientas. Un médico de nuestros días podría haberle explicado que suelen estarlo, cuando en sus entrañas anida la peste.

12 Responses

  1. Uno de los clásicos, profecías que se cumplen, pero esta princesa fue especialmente descuidada si había exterminado a todos sus enemigos, para que se quedó justo con el armiño? Y para terminar de hacerlo aún mas dramático invocas a esa terrible plaga, la peste.
    Muy buen final, me encantó.
    Saludos.

  2. Paloma C

    Desde el principio sabemos que el armiño causará la muerte a la orgullosa princesa, pero la forma, a través de las pulgas es una verdadera sorpresa. Un final que remata estupendamente un micro muy logrado.

  3. Anonymous

    Aunque, en mi opinión, al texto le sobran algunos adjetivos y algún vocablo un pelín más elevado de la cuenta, la historia que cuentas, Sergio, es muy potente, y encierra una sorpresa inesperada que justifica el arranque y que lo redondea con brillantez. Ah, otra cosa, creo q sobra la frase «un medico de nuestros días podría haberle explicado que», le resta eficacia narrativa al ponerte a explicar cosas. Simplemente un «parecían especialmente hambrientas. Suelen estarlo cuando en sus entrañas anida la peste» sería perfecto.
    Un abrazo, y suerte, me ha gustado mucho en general.
    NACHO RUBIO

  4. Vaya, yo también iba a comentar lo de la frase del médico. Aparte de eso, me ha gustado mucho por el final, realmente sorprendente, y por el toque dramático que le da el cumplimiento de la profecía. Suerte y un saludo.

  5. Sergio

    Muchas gracias por los comentarios. Respecto a la frase del médico, la verdad es que estuve dándole vueltas mucho rato, no acababa de convencerme del todo. Pero en algún momento le tienes que poner el punto final a un relato… En fin, me alegro de que os haya gustado. Un abrazo
    Sergio

  6. Me ha gustado Sergio,mucho. Soy un poco-bastante fetichista con los símbolos, y el armiño lo es en extremo. Me gusta esa soberbia de la princesa destruyéndolo todo y quedándose como mascota al animal, la dominación más allá de la destrucción. La frase de “había sido hecho desaparecer” me suena rara…
    Lo de familia Versinia ¿es histórico? El armiño es el símbolo de los Sforza…

  7. Sergio, entre profecías y pulgas anda el relato, que me ha encantado. Solo cambiaría una palabra que me ha chocado entre tanta maldad: «intentando tranquilizarla», habría sintonizado mejor, para mí, «someterla» o «domeñarla.», por el tono del relato.
    Un abrazo.

  8. Sergio

    Mel, lo cierto es que «Versinia» se inspira en «Yersinia», el nombre científico de la bacteria de la peste («Yersinia pestis»). Una pequeña travesura…

    Gracias, Susana, a mí también me ha encantado tu tarta… Un abrazo

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