Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Mnstrscp2018 – R4 – Encuentro10

Los participantes con los alias  EILEEN GRAY – BERNINI – EDGAR ALLAN POE

deberán escribir un relato acorde a las siguientes bases:

 

PLAZO : antes de las 12 de la noche del domingo 7 de Octubre

EXTENSIÓN : 150 palabras EXACTAS, título NO incluido.

Este encuentro está dedicado al BAILE DE LOS DERVICHES

La acción del relato debe ocurrir

  • durante una  fiesta derviche o
  • en la ciudad de Estambul
  • o las dos cosas

Además una de estas dos condiciones (o las dos)

  • Alguien debe sobrevivir.
  • Debe aparecer la palabra dátil.

 

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8 Responses

  1. Melísima

    De vuelos y vueltas de EILEEN GRAY

    Los preparativos de nuestra boda fueron mucho más complicados de lo normal. Diferencias culturales, decía él; caprichos tontos, pensaba yo. Solo coincidimos eligiendo destino para la luna de miel: Estambul. La oferta de la agencia de viajes era tentadora; también ayudó que el novio fuera turco. Programa perfecto: disfrutar de los fabulosos monumentos y visitar a su familia.

    Todo discurrió estupendamente hasta que se negó a regresar sin que yo presenciara la danza de los derviches. Cuando vi a mi marido extasiado, girando como una peonza con maxi falda blanca, cabeza ladeada y brazos en cruz, empecé a gritar. No hizo caso, y alguien me exigió que callara. Comprobé si llevaba dinero suficiente encima y huí, después de dispararle, furiosa, un dátil que encontré en el bolso. Me dirigí al aeropuerto sin detenerme siquiera en el hotel para recoger la maleta.

    Pasaron ya meses y desconozco si dejó de girar.

  2. Angelito

    conozco gente que lleva cosas raras en el bolso, Melísima, por ejemplo, que si una agendita para escribir (por si le viene la inspiración dice) pero un datil? Bueno al menos agradezco que dejase plantado al marido con maxi falda (lo comprendo, hija, lo comprendo) en vez de matarlo como hacen normalmente estos monstruoscópicos.

  3. Melísima

    El Sema de EDGAR ALLAN POE

    Tuvo que ser en Estambul. Allí todos nos denominábamos agregados culturales, aunque nuestro doctorado consistiera en obtener información para eliminar enemigos. Estaba solo cuando encontré a Olga Terenkova. Era letal, peligrosa y bellísima. Era mejor mantenerla cerca, así que compartimos una agradable copa en Babylon antes de visitar juntos Santa Sofía y la Mezquita Azul, como dos turistas. Cuando sonó el canto del almuecín, nos retiramos a cenar en un restaurante con espectáculo. Mientras esperábamos comiendo unos dátiles, los derviches empezaron a girar sobre si mismos. Olga se inclinó para susurrarme como aquellos hombres llegaban al éxtasis mientras bailaban. Me debía estar enamorando, porque la besé cerrando los ojos. Eso me hizo reaccionar tarde; el cuchillo ya estaba entrando en mi pecho cuando pude apretar el gatillo. Lo último que vi, antes de desvanecerme, fue una luz que, saliendo de su cadáver, se alejaba girando por el cielo de Estambul.

  4. Melísima

    Luna de miel de BERNINI

    Acabamos allí como podíamos haber acabado tomando un kebab en las tumultuosas calles del centro de Estambul, o probando un dátil más otro en los puestos del zoco. Aquello era como una Mezquita, pero dejaban entrar a los infieles y ni siquiera había que descalzarse. Eso sí, a doce euros por cabeza tenías derecho a un té dulzón y a compartir escenario con los artistas al final de la ceremonia. Reconozco que su música y sus cánticos ejercieron sobre mí un poder hipnótico, que los giros de los derviches me sumieron en un sopor pelágico, que Yolanda, y la luna de miel, quedaron en segundo plano, que cuando salí como hechizado al centro de la nave principal y me puse a dar vueltas en busca de la verdad, hubiera terminado en el Cielo, el Paraíso o la Yanna, de no ser porque me frenó el beso salvador de mi mujer.

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