90. Nana para Amanecer (Mª Asunción Buendía)
Duerme mi luna,
Duerme mi estrella,
Que yo te velaré.
Eres la niña más bella,
Eres mi Amanecer.
Tengo 45 años, y me he acostumbrado a cierta soledad. He alquilado una casa perfecta para pasar este verano. Por el día se observa un delicioso mosaico de amarillos y ocres. En el ocaso las estrellas acuden a saludarme capitaneadas por una luna que susurra misteriosas leyendas.
Tengo un único vecino, un anciano que ha resultado ser un pozo de sabiduría y serenidad. Al anochecer me obsequia con alguna hortaliza y unas charlas impagables.
Como cada noche espero su visita. Sin embargo el que llega es su hijo. Le he visto ocasionalmente, siempre discutiendo con su padre, y siempre algo bebido. Como hoy. Se abalanza sobre mí sin mediar palabra, con una mano me agarra fuertemente y la otra… la otra profana sin reparo.
Estoy tendida en el suelo. Sucia, dolorida. Violada. La luna me contempla entre lágrimas de sangre. El amanecer me rescata.
Durante nueve lunas he revivido ese momento. Maldito.
Hoy la luna vuelve a contemplarme, borrando para siempre aquel miserable encuentro. El alba me rescata de nuevo, viene cantando una nana por tu nacimiento.
Duerme mi luna,
duerme mi estrella…
Olé, Asun, muy bueno. Combina belleza y crueldad, un cóctel ganador. El estilo usado me llevó a pensar en las primeras líneas que el narrador era la autora, menos mal que no. Un abrazo.
Gracias Lorenzo, lo escribí en la playa bajo esa luna inmensa que hemos tenido la semana pasada.
Afortunadamente no me ha ocurrido nunca nada parecido, desafortunadamente no tengo 45 años…
Besos
Fabuloso Asun. Magistral combinación de drama con dulzura. Me ha gustado mucho.
Suerte.
Gracias Rafa, pensé escribir algo muy romántico, pero mi mano decidió otra cosa al parecer.
Besos
Jo, si era inmensa y blanca como el marfil. La verdad me quedé impresionado jamás la vi tan grande y tan hermosa. El relato tiene dosis de ternura y crueldad y tú has podido combinarlas muy bien. Un fuerte abrazo, Sotirios. (Un relato mío “Cálido destripamiento” ha sido finalista en un concurso que se llama I certamen de microrelatos “MADRID HISTORIAS BREVES” anunciarán el ganador el día 20 de septiembre me haría mucha ilusión que lo leyeras)
Querido Soti, acudiré rauda y veloz a leerte. Y encima una historia de madrileños, mis paisanos.
Besitos
Me gusta, me embelesa.
Y yo que me alegro, Edita, de que así sea.
Besos
Un hijo recién nacido, o casi, y su madre es el eje de mi relato también.
Al acabar la nana me esperaba algo similar. Pero al seguir leyendo te quedas con la boca abierta de la impresión.
La luna te inspiró bien inspirada.
Enhorabuena.
Como te he dicho en tu relato, también pensé que habíamos coincidido en el tema, pero ya ves que difieren un poquito. Quizá lo escribimos el mismo día y contemplando esa misma luna inmensa.
Un beso querida Esperanza.
Gracias Ana, un beso para ti también.
Cruel historia con tintes románticos y bellos. Las nanas siempre calman cuando las cantas a quien más amas.
Un beso Asun
Así es una nana sugiere ternura inmediatamente pero en este caso el bebé llegó por un hecho abominable.
Besos para ti también.
Asun, desgarrador relato y con la luna de observadora. El final fabuloso. Abrazos y suerte.
Gracias Salvador, siempre me gusta acabar con esperanza, y había querido meter la nana entera pero me pasaba de palabras.
Besos
Que relato tan crudo y, a la vez, tan dulce y poético. Sugerente combinación.
Suerte y abrazos.
Bueno la vida tiene esas dos caras, y de algo muy malo salió algo muy bueno. Era una mujer resignada a su soledad y por ese revés del destino tuvo una hija.
Un abrazo Anna
Enhorabuena por convertir un hecho tan sórdido en esperanza de futuro. El relato es duro, y tierno a la vez, muy difícil de conseguir.
Gracias Esther, es la vida misma, dura y tierna, difícil y esperanzadora. Nadie debería pasar un trance así, pero el nacimiento dio otro sentido a su vida.
Abrazos.
Como te decía, duro tu micro, pero suavizado con esas dulces nanas. Mucha suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani, ya te he contestado también allí. Ay quería hacer algo dulce, dulce, y me quedó un pelín amargo.
Besitos
Una mezcla compleja de crueldad y ternura, como la vida misma. Muy bien llevado, Asun. Un beso
Así es la vida, con sus dos caras. El próximo mes a ver si soy capaz de pintar solo la cara dulce.
Un beso para ti, querida Concha
Precioso relato. Triste y cruel pero a la vez tierno.
Muy bien contado.
Un abrazo
Gracias Blanca, y mira que quería escribir algo muy dulce y romántico. A ver si en Septiembre lo consigo.
Besos
Buen relato, duro y tierno como la vida misma.
Felicidades.
Gracias María, ojalá la vida no fuera nunca tan dura para llegar a algo tan dulce.
Saludos
¡Perfecto Asun! un relato duro pero con un final de ternura con esa madre que ama a su hijo aunque sea fruto de una violación, muy bueno. ¡Suerte!
Saludos.
Gracias Beto, me alegro de que te guste. En este caso la protagonista se vio compensada con esa maternidad que ya era tardía e inesperada.
Abrazos
Qué bonito Asun. Me gusta todo, lo que dices, cómo lo haces, el principio y el final. Como una historia que empieza siendo bella, se transforma en cruel y eres capaz de sacar su parte más dulce.
Eres una artista.
Bueno todos somos artistas, no te parece? el resultado será discutible, pero escribimos con la mejor intención y desde el corazón, eso seguro.
Un beso Isabel
Una nana que, en toda su dulzura, esconde una terrible historia de abuso. Tremendo y bello a la vez tu relato, ASUN.
Cariños,
Mariángeles
Así es Mariángeles, no es algo tan extraño. De situaciones terribles surge a veces algo bueno, como este nacimiento.
Besos
Qué crudo, qué tierno; qué negro, qué luz; qué horror, qué belleza…
Me gusta el mosaico de emociones qué describes, Asun.
Qué bien volverte a leer después de las vacaciones.
Un besoooo
Pues sí es como la vida con sus dos caras, la cruel y la feliz. Al menos la vida continúa para ella con esperanza por el nacimiento.
También estoy aterrizando después del descanso veraniego.
Un beso grande.
Es un relato agridulce, como lector, que hace vaivenear los sentimientos, de la repulsa de una violación al amor de una madre. Me ha chocado el pasado en presente. Suerte.
Javier siempre me indicas algo de mis relatos que quizá no vi. Lo he revisado. La protagonista lo cuenta en presente hasta el momento de la violación. Entonces sigue en presente, pero han transcurrido esas nueve lunas y llega el momento del parto. Yo creo que no hay incoherencia en el relato.
Gracias por tus observaciones, denotan una atenta lectura.
Besos
Un historia marcada por la tragedia del personaje y de la que además no puede escapar. Has creado una cárcel con ese recuerdo y lo has dejado ir con esa nana que lo arrastra todo: dolor y amor a la vez. Me ha gustado mucho. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio, como ya he dicho antes, quería escribir algo totalmente romántico y amable, pero al final e salió una historia que es como la vida agridulce.
Besos
Tremendo relato que genera todo un abanico de sensaciones. ¡Cuántas escenas parecidas a la que narras habrá presenciado la luna! La nana con la que abres y cierras hace disipar la crueldad y que sea la ternura la que acabe reinando. Me ha encantado, Asun. Suerte y saludos
Juana, como he leído en alguno de los comentarios, un relato que no desata emociones, es como una hoja seca y muerta (o algo así) de manera que estoy satisfecha. He conseguido transmitir el rechazo por una acción deplorable y la ternura por un nacimiento de dos vidas, la de la niña y la de la protagonista.
Un beso y gracias.
Están bien conjugados esos sentimientos contradictorios, ese contraste entre crueldad y ternura, con el contrapunto de la nana que abre y cierra el relato, como si se quisiera encerrar con ella la violación y así olvidarla.
Suerte y saludos.
Gracias Rafa, la vida está llena de sentimientos contradictorios. No es difícil que de una situación mala surja algo bueno. El destino nos pone zancadillas y a la vez nos regala lo mejor.
Abrazos