Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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2. NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA (MARÍA JOSÉ VIZ)

 

Hoy voy a lucir la de la cola de sirena. En cuanto la cuelgue, ya verás cómo se agolpan bajo mi ventana los curiosos. Me admirarán por la magnífica selección de toallas playeras que poseo. La de la semana pasada, con una pantera enseñando sus garras, fue muy popular. Pero ninguna ha sido tan comentada como la del ornitorrinco. ¡Era tan extraña y tan bonita! Todos los que se atreven, me preguntan que dónde las consigo, pero yo jamás les desvelo el secreto. Contesto con evasivas, diciéndoles que me las encuentro por las noches cuando vuelvo del trabajo y que todas vienen con este mensaje: «Muéstrame al mundo, querida, sin pudor». Y así lo hago.

Esa madrastra cruel de mi infancia se quedaría atónita, si me viera. Aún recuerdo a la malnacida poniendo mi sábana en la ventana, cada mañana. Y todos aquellos curiosos, quizás los mismos de ahora, observando con sarcástica mueca.

27 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    Me parece muy sugerente, en su «mundanez», tu texto. Esos curiosos repulsivos (o sus iguales) que puede que, otrora, se burlaran de aquella pobre niña maltratada, y que ahora anhelan eso que está allí, fuera del alcance de la mano. Y esa mujer que ha conseguido librarse de las garras de la malnacida; ¿dónde andará, la puerca? Seguramente y para su desgracia, sola y obviada. ¿Qué representa esa diversidad animal (y el interés que provoca en la plebe)? ¿Qué significa esa leyenda tan enigmática que acompaña a las toallas? Pues sí, no hay mal que por bien no venga. Si eres capaz de verlo así, claro. Muy bueno, María José. Suerte y besos.

    1. María José Viz Blanco

      Gracias, Jesús. Te he provocado muchas incógnitas, jaja, y eso me gusta mucho. Agradezco tu análisis detenido, que, dicho sea de paso, sueles hacer con todos los que comentas, demostrando tu gran generosidad.
      Besos y suerte para ti, también.

  2. Loli Rega

    Me ha gustado mucho, María José. Has conseguido mezclar en un mismo texto imágenes y emociones muy diversas. Nos has metido de lleno en la escena y has despertado, en unas pocas líneas, nuestra curiosidad. Hasta tengo el gusanillo de ver esa toalla del ornitorrinco. 😉 ¡Enhorabuena!

    1. María José Viz Blanco

      Jajaja, Loli, a mí también me gustaría ver esa toalla. Me la imagino espectacular y fantasiosa. Muchas gracias por tu amable comentario.
      Un abrazo grande.

  3. Barceló Martínez

    Hola María José, un relato muy original. Esa protagonista se está tomando la revancha de los malos ratos que le hacía pasar su malvada madrastra y también de aquellos que antaño se burlaban de ella y ahora la miran con admiración y, tal vez, hasta con deseo.
    Un abrazo y mucha suerte.

  4. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Ángel, por tu encantador comentario. Desde luego, mi protagonista ha podido vengarse, aunque tuviesen que transcurrir décadas.
    Otro abrazo para ti y suerte, también.

  5. Ángel Saiz Mora

    Es posible imaginar que, en su infancia, las sábanas eran un elemento vergonzante, que hablaba de la personalidad de la pequeña, expuesta con malicia, podría mostrar, por ejemplo, que las manchaba por las noches, incapaz de contener sus esfínteres, un trastorno menor, pero bastante común entre los más pequeños. Ella ha evolucionado y muestra cada día facetas de su rica personalidad, a veces llena de belleza (sirena), fiereza (pantera) o complicada y particular (ornitorrinco).
    Un relato sobre el lenguaje interior mostrado al mundo mediante símbolos, no deja de ser algo parecido a lo que hacemos cuando hablamos y acompañamos las palabras de gestos.
    Un abrazo y suerte, María Jesús

    1. María José Viz Blanco

      Querido Ángel, con comentarios como los tuyos, ya no me molesta que me llames «María Jesús». Eso es lo de menos. Estoy muy agradecida a tu esfuerzo y te deseo, de corazón, que esta estancia tuya, ahora mismo, en Cantabria, te distraiga de tu pesar. Estoy segura de que el reencuentro con los entcianos estará siendo hermoso.
      Un abrazo muy fuerte, amigo.

  6. Eduardo Martín Zurita

    Hola, María José, queridísima mía.
    Creces exponencialmente, amiga. Cada texto tuyo es un impulso que te das hacia la calidad literaria, y en pos de la excelencia, que no es que roces, abrazas. Pocos escritores y escritoras con tu espectro amplio, tu variedad de registros. Prosa, en sus variedades, poesía (la cumbre de la literatura: una novela es mala poesía a mi parecer). No se te puede obviar o hacer de menos, lo evidente es terco como que es un hecho que escribes con la maravilla en tus dedos, como para dar sana envidia o insana, que de todo hay en la viña del señor. Tú a tu bola, la necedad se destruye a sí misma (y hay necedad laureada, eso es clarísimo, no te quepa duda), y no te hablo de la envidia. Cervantes seguro que diría: Intentan obviarnos, luego cabalgamos. Y de qué modo y manera en esta nueva propuesta, pues, simplemente, maravillas. Me traes el mito de Cenicienta (de hecho, es una sirvienta la que aparece en la foto) y la madrastra. El texto es riquísimo en contenidos, en símbolos y desenvuelto con una musicalidad que no descarrila nunca. Esas toallas que cuelga en el balcón son el alma, la piel de la protagonista. Múltiple como tú. Un personaje que fue vilipendiado en la infancia (eso marca mucho) por la malhadada madrastra y hasta por curiosos seguramente impelidos por el morbo. La sirena, la pantera, el ornitorrinco: la hibridación fantástica, la animalidad salvaje, la rareza más rara, valga la redundancia. Evasión de la realidad nefanda, fuerza animal para vengar los oprobios padecidos, colección de naturalezas en una sola: atractivo, que suscita interés en los demás. La venganza se sirve en plato frío, pero el que la sigue la consigue. Bueno, otro diez sobre diez. Es una propuesta redonda la tuya y sumamente original. Mi muy más mayor enhorabuena por todo ello y un beso muy pero que muy grande y muy entrañable. A seguir en la brecha, guapa, ya quisieran muchos y muchas, en especial aquellos que traten de darte de lado. Y la propaganda que nos haces a todos (hasta a los que se entretengan en querer obviarte), hablando tú por aquí y por allá, hasta en las ondas radiofónicas, de microliteratura, género mayor, es impagable, María José. Te admiro, te admiro mucho.

  7. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Juan, por tus palabras. Que tú califiques de «original» mi texto me llena de orgullo, puesto que no hay nadie, en todo el orbe, que sea más imaginativo que tú. Eso te hace grande.
    Un fuerte abrazo.

  8. María José Viz Blanco

    Eduardo, tú si que eres «querídísimo mío». Eres una persona generosa en tu verbo y en tu persona. Único, especial, y por eso me enorgullece tanto que me estimes como amiga. Me causas pasmo, rubor y un montón de sensaciones más con tus palabras. Si no existiera un Eduardo Martín Zurita, habría que inventarlo (y que fuese tu calco, jaja). No voy a escribir más, porque sería incapaz de mostrar el agradecimiento y el cariño que siento por ti. Siempre que tengo oportunidad, hablo de ti y de nuestra amistad «todo terreno», pues a las personas auténticas se las debe tener siempre presentes y valorarlas como se merecen. Gracias y un millón de gracias más, Amigo.

    Besos para ti, Ana y Edu.

  9. calamanda

    María José, que original y bien llevado está este cuento sobre cosas tan corrientes como la vida misma. Suerte y saludos

  10. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Calamanda. La vida cotidiana es la fuente inspiradora más fuerte, pienso yo.

    Un fuerte abrazo.

  11. Salvador Esteve

    En arrogante rebeldía, la protagonista muestra al mundo su personalidad. Atrás quedó la frágil niña que se avergonzaba de las sábana mojada que su despreciable madrastra mostraba. Originalísima propuesta, María José. Abrazos y suerte.

  12. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Salvador. Me encanta haber sabido transmitir lo que cuentas con tanta destreza con las palabras. Esa era mi idea, básicamente, aunque, como siempre digo, las varias interpretaciones del texto enriquecen y me parecen maravillosas.
    Un abrazo grande.

  13. Hay personas que nos marcan para bien, pese a sus malas intenciones. Mal que le pese a esa malnacida de la madrastra, porque esa niña, ahora mujer, supo encontrarle la mejor de las vueltas a esas intenciones para usarlas en su favor.
    Me encantó esa selección de toallas playeras (por muy popular que haya sido la del ornitorrinco, la de la sirena es mi favorita, y por lejos, jaja).
    Una maravilla de cuento que encierra una gran lección.

    Te felicito, MARÍA JOSÉ.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. María José Viz Blanco

      Muchísimas gracias, querida Mariángeles. No sabes lo feliz que me hace que te guste mi cuento. ¡Ojalá los malos momentos se transformaran, siempre, en buenos!

      Mi cariño para ti.

      María José

  14. María José Sánchez

    Hola, María José. Un relato muy bonito. Estoy de acuerdo con lo que comentan los compañeros.
    La madrastra estaría muerta de envidia si viera las maravillosas toallas de la protagonista y el interés que despiertan. De pequeñita, la pobre pasaba vergüenza, pues todos se enteraban de su problema de hacerse pis. De mayor, exhibe esa estupenda colección, que causa absoluto estupor. Así es la vida; la tortilla se vuelve en el momento más inesperado.
    Frase de mi abuela (a la que no conocí): “Nunca digas yo soy”. Y es cierto, porque al minuto siguiente puede ocurrir que ya no seas.
    Me ha gustado mucho, preciosa.
    Besitos a mogollón.

  15. María José Viz Blanco

    María José, te agradezco mucho tu comentario, tan amable. Yo soy de la opinión que debería haber siempre una segunda oportunidad en la vida, en la que se haga justicia cuando se experimentó una mala experiencia. Por eso, mi personaje tiene esa oportunidad, aunque haya un poso de crítica a todos aquellos que se encargan de juzgar a los demás, sin conocerlos.
    Muchos besos para ti, también.

  16. Marìa Rojas

    Buen relato. Las toallas animadas de seres fantásticos y a la vez reales me gusto mucho.

    Abrazos y feliz pre primavera

  17. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, María. Yo también te deseo que disfrutes de la primavera, cuando se digne en aparecer, jajaja.

    Besos.

  18. Nada como vencer a los fantasmas. Me ha gustado mucho tu relato, María José. Muy imaginativo el baile de toallas, por cierto, me encanta la frase que las acompaña, me parece hermosa por sí misma y porque cobra aún más sentido con el desenlace, un contrapunto que explica la curiosa costumbre de la protagonista. Enhorabuena.

    Un abrazo.

  19. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Antonio. Me alegro mucho de que te haya gustado mi propuesta de este mes.
    Otro gran abrazo para ti.

  20. Blanca Oteiza

    María José, original tu relato con esas toallas que dan ganas de buscarlas para verlas. Me gusta que tu protagonista se haya podido librar de esa madrasta que una vez la martirizó.

    Un abrazo

  21. María José Viz Blanco

    Muchas gracias, Blanca, por tu amable comentario. Yo también me alegro de que se haya librado de la madrastra… Debería existir siempre una segunda oportunidad para rehacer la vida que nos ha herido.

    Un abrazo fuerte.

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