Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

MAMIHLAPINATAPAI

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. Comenzamos el año con MAMIHLAPINATAPAI, el entendimiento con la mirada. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
días
0
2
horas
1
2
minutos
0
3
Segundos
4
6
Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de MARZO

Relatos

DIC33. CORTÍSIMA VISITA, de Lorenzo Rubio Martínez

Cincuentón rechoncho vestido de rojo y blanco con saco abultado a las espaldas procedente de zona norte en hora nocturna. Manos y pies en las repisas de una fachada urbana. Ventana abierta, saco al suelo y salto a un nuevo decorado.
Lujoso árbol circundado por diversos regalos. Calcetines colgados en las manijas. Vaso de leche y galletas en una mesa. Ruidos de trasiego.
Niño despierta en habitación. Sonrisa en rostro. Puerta abriéndose. Individuo de rojo y blanco de espaldas en cuclillas.
Vuelta al dormitorio. Párpados de niña abriéndose. Bifurcación de mellizos. Uno silba. Rechoncho mira. Dedo vertical en boca.
Bastón de caramelo de dos metros en manos de nena. Dirección rostro: objetivo morros. Hombre en suelo. Gotas de sangre esparcidas por el gres.
Sujeto rechoncho volando por ventana.
Melliza abriendo regalos circundantes a abeto decorado. Manos de niño sacando de saco portátiles, móviles, joyas y otros enseres.
Estruendos de sirenas en zona sur. Adultos saliendo de habitación con movimiento involuntario de boca seguido de frotamiento de ojos.

DIC32. EL EGIPCIO, de Paloma Hidalgo Díez

La papilla de los deditos de Lucía, la salsa de arándanos que salpicaba siempre la abuela Patro al servir el capón, y cinco o seis clases de vino. Un recuerdo indeleble de la piña flambeada y de las uvas del noventa bajo una lluvia de bengalas. El kétchup, indispensable también ese día para Edu, y el café, con o sin cafeína. También tengo chocolate. Y mayonesa verde, del día que la tía Rosario quiso innovar. Seguro que si busco encuentro aceite de almendras, del turrón blando, y pacharán. Todos han dejado huella en mí. Dentro de unos días, incluso tras las inmersiones en agua con lejía y los baños del sol tibio de diciembre, volveré a lucir las marcas más rebeldes con orgullo. Es lo bueno de tener una familia que disfruta reuniéndose en Navidad en torno a una mesa, que además sigue contando con el viejo mantel de hilo, el de siempre, para adornarla.

DIC31.RENACER, de Lorena Jiménez Justicia

En Nochebuena Lucía cenaba sola mientras veía, hastiada, la televisión. De repente, llamaron a la puerta. Al abrir se quedó petrificada. Era la Muerte. No cabía duda. Aquella capucha negra tapándole la cara y la guadaña bien erguida.- ¿Ya vienes a por mí?- Vengo a advertirte- ¿De qué?- Tienes una semana para cambiar de vida o te llevaré conmigo- ¿Cómo?- Sé que estás deprimida. Si en Nochevieja no has cambiado tu actitud, morirás- Yo no tengo la culpa de estar deprimida. Estoy sola y no tengo trabajoLa Muerte no quiso oírla. Se evaporó y Lucía pensó que, si bien estaba deprimida, era demasiado joven para morir, pero ¿qué podía hacer para que las cosas mejoraran? El día de Navidad se levantó, encendió su ordenador y vio una carpeta titulada «relatos». Recordó que en otro tiempo tenía ilusión por escribir. ¡Esa podía ser su salvación! Recuperó uno de sus cuentos y lo mandó a un concurso. Ganó. Estaba tan contenta que en Nochevieja salió a celebrarlo. Entró sola a un bar y, al otro lado de la barra, un hombre le sonrió. Se acercó a ella, hablaron y ya no se separaron jamás.

DIC30. RESTAURACIÓN, de María Elejoste Larrucea (Mel)

Oh sí, le recuerdo. En esta foto está más joven y aseado pero es él. ¿Cómo se llamaba?… ¡Charlie! Sí, eso. No, no, estuvo solo unos días, luego se fue sin despedirse, es lo normal ¿sabe? Esta gente… Verá, el padre Carmelo, que es un santo, por Navidad siempre acoge a un pobre, un vagabundo. Le da cama, comida y le aloja en la casa cural. A cambio solo pide que limpien el altar de los Ángeles, ellos también se merecen un regalo en estas fechas. Durante el año se acumula polvo y los angelotes se vuelven grises. Dirá usted que me hago mayor, pero yo hasta diría que empeoran, se les ve… demacrados, escuálidos. Todos los años lo mismo sí, yo llevo aquí en la parroquia… veinte años. Es ya una tradición. Vienen familias necesitadas de los pueblos de alrededor, pero Don Carmelo les remite a servicios sociales. Insiste en que sea un joven de estos solitarios… sí, joven, hay que estar ágil para subir al retablo ¿sabe? No sé cómo, llámelo milagro, espíritu navideño… en fin, caridad por caridad, siempre hacen un buen trabajo. Fíjese señor inspector, vea que regordetes y sonrosados están los angelitos.

http://melodiasdecuentos.blogspot.com.es/

DIC28. CHRISTMAS INTERACTIVO, de Inés Z. López

Apareció por navidad, brincando entre las prímulas del salón: un pequeño duende volador, verde y radiante. Totalmente desconcertada corrí tras él, tirando uno de mis bonsáis intentando alcanzarle. El muy ladino se carcajeaba ante mi torpeza.
!Estúpido duende! Aparecía y desaparecía entre destellos fosforescentes.
Al final, caí al suelo abrazada al ficus. Ya no podía más. Rodé hasta quedar boca arriba y topé con sus ojillos. ¿Era cosa mía, o me guiñaba uno?
Sus manos brillantes rozaron mis pechos, que subían y bajaban, movidos por una fuerte respiración. A un golpe de alas se coló en mi camiseta. Y un segundo más tarde estaba entre mis muslos. Su rapidez era tal, que no podía pensar. Solo sentía. Vibraba.
En un momento abrí los ojos y me vi envuelta en su propia luz.
Aquel mini-gigoló alado me proporcionó un clímax infinitamente superior al que experimentaba ingiriendo turrón. Cuando logre recuperarme, él estaba sentado junto a una orquídea. Y lo cierto es que me era familiar; pero cuando me acerqué desapareció entre una explosión de chispas doradas.
Entonces recordé. Corrí hasta el cajón y rebusqué entre los christmas recibidos. Sí. Allí estaba: “Si esta Navidad quieres disfrutar, al Duende deberás soplar”

DIC27. PSICOLOGÍA DE LA NAVIDAD, de Guillermo Mora Bertó

Aquel famoso psicólogo, estaba empeñado en la idea de que si a la navidad le quitas los regalos y las voluptuosas comilonas, la sociedad perdería la ilusión y la alegría. Y hasta ahí todo correcto, pero, pudo llegar a la conclusión de que hemos perdido la esencia de la navidad, la hemos vendido al mejor postor, para ahora tener que re comprarla con el sudor de todo nuestro cuerpo. En resumidas cuentas, le hemos dado un rol capitalista que has de cumplir para poder disfrutarla. El psicólogo sumido en la mas plena indignación, decidió pasar las navidades con gente pobre que no pudiera permitirse lujos.¿Y sabéis cual fue su sorpresa? que la gente pobre disfrutaba de verdad la esencia de la navidad. Eran felices con la simple compañía de la familia.
Entonces fue el propio psicólogo quien se dio cuenta, que el era el primero en haber perdido la esencia, que acepto ese rol hace tiempo y que estaba encadenado de pies y manos. Quiso hacer lo mismo que los pobres en su propia casa, privando de regalos a su mujer y sus hijos, que no recibieron tan bien esa iniciativa y enfurecieron. El insistía que así de verdad disfrutarían de la navidad, pero se negaron estirando la mano como exigiendo su regalo. Como si fuera una broma… Entonces pensó: Con lo sucio que he dejado el camino, es obvio que cueste tanto limpiarlo. Y fue en ese momento, entre el caos del hogar que asfixiaba, cuando ese gran psicólogo, se convirtió en persona.

DIC25. NAVIDAD 2013, de Mª Pilar Moreno Bravo

Al anochecer en estos días de crudo invierno, salgo de casa a mi tarea diaria en los contenedores de basura. Hoy hace un frío intenso y unas chiribitas de nieve pululan por el aire antes de posarse en la alfombra blanca que todo lo unifica. El silencio que se siente a estas horas en la calle sólo es traspasado por la música navideña que llega de un gran centro comercial. Rastreo contenedores con un palo esperando encontrar algo que se pueda comer o con lo que nos podamos abrigar. Sorprendentemente lo que saco no es ninguna de las dos cosas, es un libro, lo abro y lo que veo a la lánguida luz de la farola, me retrotrae a mi infancia. Conozco perfectamente esa calle llena de adornos de luz y color, ese bullicio de fiesta y regalos y hasta esa casa con el letrero \»Scrooge y Marley\». El cruel y codicioso Sr. Scrooge, negociante de finanzas ajenas para su propio enriquecimiento, mira con ojos saltones tras su ventana molesto por los colores de la vida. Uno como él me ha puesto donde hoy estoy, pero no se saldrá con la suya, tengo una familia que me espera.

http://mpmoreno.blogspot.com.es/

DIC24. POESÍA PALATINA, de Sandra Monteverde Ghuisolfi

Cuando llegaron los primeros productos desde las nuevas Indias, en casa de un noble muy noble, tanto que hasta poeta propio tenía, durante el transcurso de una cena de Nochebuena, le fueron presentados al señor feudal varios platos preparados con tomates.
Al probarlo, la delicadeza de su pulpa deleitó el aristocrático paladar al punto de hacerlo exclamar: – ¡qué delicia!
El poeta solícito, declamó emotivos versos dedicados a la fruta, al brillo de su piel, a sus propiedades digestivas y a sus casi infinitas variedades de preparación.
De pronto, un trozo de semilla se atascó entre los dientes del caballero y éste, desdiciéndose de sus anteriores declaraciones, prorrumpió en quejas y lamentaciones, declarando finalmente: – esto es asqueroso.
El aedo, siempre atento, rimó una serie de improperios referidos a la desdichada verdura, que hicieron que el tomate que era amarillo, se pusiera rojo de vergüenza.
Uno de los siervos invitado a los festejos de Navidad gracias a la generosidad del señor, se atrevió a preguntarle al bardo: – ¿Cómo es posible que en un momento ensalces al alimento y al siguiente lo denigres?
El poeta, precursor indiscutido del “fenómeno mediático”, le contestó: – Porque yo me debo a mi amo, no al tomate.

DIC23. LA VIEJA LEAR, de Ignacio Daniel Uranga

Pidió que aventaran sus cenizas en las olas de la playa, pero no respetaron su último deseo.
Se confundió con aquella firma obligada en la escritura de poderes.
En el asilo perdió la facultad de decidir, y hasta olvidó el nombre de los hijos.
Murió a destiempo; una mañana inconveniente, cuando los deudos preparaban las fiestas de Navidad.
La urna era de arcilla roja. No hubo funeral ni entierro.
El operario selló el hueco alquilado por teléfono a la funeraria. El cementerio era nuevo y con nichos vacíos. No se escucharon llantos ni se vieron lágrimas. La vieja había durado demasiado.
Subieron al coche para viajar de vuelta a Madrid. Allí esperaban los amigos graciosos, las cenas hasta la madrugada y el champán en la nevera.
En Comillas, al del mármol le faltaba un texto para cincelar.
Con las campanas ya quietas, en una mesa adornada con velas y cintas de colores festejaron el nuevo año.
Mientras, el nieto rompía el cordón de silicona de la prisión de su abuela. Luego bajaba cargado con la urna roja la cuesta hasta la playa.
Allí esperaban las olas en la orilla. Susurrando, humanas, un canto de bienvenida.

DIC22. VISITA NON GRATA, de Edita Nogueira Tallón

Ya está aquí. Como siempre, se presenta sin previo aviso. Se instala en casa y ya no se va hasta después de Reyes. Me acompañará a todas partes; estará presente en mis compras, mis dudas, mis decisiones y, sobre todo, en las fiestas, haciendo que las odie tanto como a ella. En plena velada de Navidad o Noche Vieja, cuando todo el mundo destile alegría, me recordará:

-¡Qué pena que falte papá, con lo que disfrutaba en estas celebraciones…!

Tendré que encerrarme en el baño para enjugar las lágrimas, y también allí sufriré su presencia. Los demás ni se enterarán; así no podrán echarme una mano para sacármela de encima. Estoy acostumbrada a disimular, nadie tiene la culpa de que ella se haya obsesionado conmigo y no me deje respirar. Esta vez todavía será peor, porque no vendrá mi hijo. Se queda con la novia y su familia. Normal. Pero en el momento que menos me lo espere, saltará ella:

-Si, la familia de la novia… ¿Y tú, qué?

No sé lo qué daría por dar un salto en el tiempo y aparecer a mediados de enero. Cualquier año ocurre una desgracia. ¡Maldita depresión!

http://palabradenoz.blogspot.com.es/

Nuestras publicaciones