PASADO Y «FUTURO» DE ANNABEL LEE

No siempre ocurre… no siempre los poemas son tan narrativos que describen claramente todos los acontecimientos de una historia; no siempre los músicos actuales eligen un texto clásico como inspiración directa para sus letras; no siempre encaja una historia romántica en un tema romántico (en el amplio sentido de la palabra); no siempre puede encontrarse dos buenas versiones (cada una en su registro) de una misma historia y poder disfrutarlas con el mismo gusto. Decía el poeta inglés que la muerte de una mujer hermosa era «el tema más poético del mundo»…

En Melotemía os proponemos leer el último poema completo escrito por uno de nuestros permanentes referentes del relato, Edgar Allan Poe, en el año 1849… y antes, o después, disfrutar de la música de Radio Futura en una versión muy cercana del mismo poema de 1987.

ANNABEL LEE

Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.

Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.

Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.

¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.

Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.

Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.

POEMA: Annabel Lee, de Edgar Allan Poe

TEMA MUSICAL: Annabel Lee, de Radio Futura