SEP110. CUMPLEAÑOS, de Asun Gárate Iguarán
Hoy ha sido su cumpleaños: trece años. Se ha pasado el día entero delante del espejo, probándose ropa de su hermana mayor. Quiere ser como ella, tener un montón de novios y dinero para comprar cosas.
Cuando empiezan a oírse por el patio los ruidos de las cenas en las casas de los vecinos sale a buscar a su hermana.
Cruza varias calles hasta llegar a una plazoleta, de arcos oscuros, donde la encuentra fumando y charlando con otras chicas.
No se acerca a ellas, no quiere molestarlas, y se refugia en la sombra de los arcos.
Las ve cuchichear y teme que la echen de allí, pero su hermana se encoge de hombros y dejan de mirarla.
Se apoya en la pared fría. Mientras espera piensa que mañana se comprará un perfume.
De pronto, sin que lo haya visto venir, hay un hombre delante de ella. La niña se pone firme sobre los tacones y le sonríe con su primera sonrisa. El hombre le mira los pechos, que apenas asoman por el escote de la blusa demasiado grande, y dice con voz ronca: «Lo siento, putita, pero yo sólo como fruta madura». Y se aleja hacia las otras mujeres.
Asun, que fuerte, todos los inicios son malos pero en la profesión más antigua, es horrible.
Bien llevado.
Un beso
Asun, qué duro es el día a día de esas personas; a cualquier edad. Suerte.
Es duro. Ella parece no ser consciente de lo difícil que resulta ese trabajo.
Un abrazo. Me ha gustado.
Tan real como triste, pero por tu parte Asun muy bien narrado. Felicidades
Muy sorprendente porque, al menos yo, no me esperaba que fuera por ahí la historia. Me ha gustado.
Bueno, no creo que la niña sepa ni a lo que se dedica su hermana, me parece que lo único que quiere es parecerse a ella porque la admira, por guapa y elegante. Hay que mirarlo desde la inocencia de la niña. Supongo que es esa última frase la que le hace caerse del guindo.
Vaya mal trago que nos has dado, Asun, menos mal que no hay susto final. La frontera entre la inocencia, (con la ilusión de crecer) y la maldad (con el objetivo de corromper). Esa niña tiene que estar en casa a su hora para no coincidir con el depredador.
Un abrazo.
Brutal. Además me gusta porque así como que te lleva tranquilamente, que bonito se quiere parecer a la hermana bla bla, y zas hachazo!!, y luego te das cuenta de que en realidad ya has ido dejando pista «muchos novios, dinero», «arcos oscuros»… y encima nos dejas con la duda de si la peque sabe o no sabe a qué se dedica su adorada hermana mayor, con eso del «mañana se comprará un perfume». Vamos que hay varias posibilidades, chapeaú Asun.
Muy buen relato, Asun, que presenta los últimos días de la inocencia. Suerte.
Desde su acabada inocencia sabe lo que espera. Se ha puesto las mismas ropas, teme que la echen y mañana se comprará un perfume. Nadie le dice donde va, nadie le corrige sus vestimentas. Es una más sin control, sin ayuda, sin rumbo. Su modelo es alguien a quien admira y de quien conoce,. Eso sí, tan solo sabe el envoltorio.
Buen y duro relato.
Suerte.
Gracias a todos por vuestro tiempo para leer y comentar. Sois todos unos grandes lectores y unos críticos encantadores. Yo llevo poco en el concurso, pero voy a tratar de estar a la altura, leer los relatos y aportar mis impresiones. Un saludo a toda esta comunidad de escritores-lectores incansables.
Asun Gárate