SEP114. EN LA LIBRERÍA, de Zunilda Moreno
El joven que atendía la fotocopiadora, tenía los ojos más tiernos que Elena, jamás había visto. Hacía dos meses, desde que se había mudado al barrio, concurría casi diariamente al lugar.
Conforme con sus escasos recursos, se acomodaba para disponer de las fotocopias que le permitirían, salir del paso en el estudio. Era un cotidiano placer reflejarse en la mirada de Juan. Comenzaron hablando de sus pueblos de origen y terminaron entonando juntos un canción rockera y popular, alentados por una cerveza escondida. Sin embargo, un mostrador siempre los separaba. Aquel sábado al mediodía, sin clientes en la librería, Elena asistió igualmente por sus copias. Esperó que se fuera el personal, pagó a Juan el trabajo y comenzó la conversación, esta vez sobre los árboles frutales de la quinta del abuelo del joven. Entre risas y relatos, un movimiento oportuno, motivó la cadenciosa caída de las fotocopias. Se apresuraron a recogerlas y, a pocos centímetros del suelo, sus alientos y miradas se encontraron. Entonces, el entorno desapareció y Juan solo vio la boca húmeda de Elena, la que entreabierta, le recordó esa fruta madura rebosante de miel y aroma que gustaba cortar del duraznero en verano. El beso fue atrapante.
Blog = No te duermas sin un cuento
Romántica aventura, Zunilda.
Un beso
Aventura joven. . .Epífisis. Gracias y Abrazo
Zunilda, cómo me gustan las historias de amor!!
Besos!!
Por cierto, el nombre del blog me encanta.
Porque eres romántica, Inés. Gracias por comentar. Abrazo.
Qué tierno inicio de un amor, asistir a algo tan bonito desde tus letras Zunilda ha sido un placer.
Besos y suerte…
Un regalo, tus palabras. . .
Abrazo, Yashira
Gracias, Ana. Las librerías siempre atrapan sueños. . .Abrazo.
el amor madurando entre fotocopia y fotocopia… desconocía la palabra duraznero, ya he aprendido algo. Por lo demás al principio «Elena, jamás había visto.» le quitaría la coma después del nombre. Pues nada que encuadernen bien su amor los protagonistas…
Gracias María. Atenderé tu sugerencia.