SEP148. COSECHA, de Antonia Garcia Lago
Abrió la puerta y se adentró en el jardín. Fue recolectando translúcidas uvas dulces, fragantes naranjas, higos de almíbar, moradas brevas, acorazadas granadas, mutantes albérchigos, laberínticas nueces , escarchadas sandias, verdes rosarios de habas, ambarinos piñones , la fruta líquida de las ubres, la madurez de otoño del vino…
Cuando cerró “ Platero y yo” las palabras seguían perfumando la habitación.
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Emocionante homenaje a Juan Ramón Jiménez,el escritor español que más amo, cuya poesía me abrió la puerta hacia la gran literatura española.
La ámplia enumeración de las frutas del jardín sugiere la riqueza de momentos felices de la vida que su poesía y prosa transmiten.
¡Felicidades, Antonia!
Se me hizo la boca agua, Dios mio como me gustaría estar en este jardín saboreando y disfrutando estas delicias. Precioso relato, Antonia, te deseo mucha suerte, Sotirios.
Original modo de plantear el tema del mes, Antonia: a través de las propiedades de las palabras, no de las frutas. Las palabras huelen, como nos enseñas en tu relato. Y también pesan, saben, dicen, callan, buscan, miran… incluso matan.
Has sido capaz de, con pocas palabras (y muchos adjetivos), condensar sensaciones y homenajear al maestro.
Felicidades.
Ah, y un privilegio compartir contigo páginas en La Microbiblioteca. Salut.
Qué riqueza de sensaciones !!! Me encanta Juan Ramón Jiménez y la excepcional prosa poética de «Platero y yo». A través de tu relato he sentido y visualizado todo un desfile de sensaciones de toda clase. Los adjetivos que has utilizado para cada fruta no podían ser más acertados. Felicidades por el relato y mucha suerte, Antonia !!!
Un abrazo !!!
Ha merecido la pena esperar hasta el último día para leer tu relato, Antonia.
Es precioso.
Un abrazo.
Sabroso y con el perfume de la Naturaleza. Te has hecho de rogar, Antonia, pero ha merecido la pena.
Un abrazo.
Ana, me ha encantado tu generosidad. Hacia tiempo que no leía esa página de Platero. Gracias.Un beso.
Antonina, muy evocador y tierno…si existiera Jauja, posiblemente, fuera así. Suerte.
Para todos:GRACIAS, grandes e infinitas. Siempre tengo miedo de no estar a la altura, la que sea, pero altura :-).
Escribo la última, o el casi último día, porque soy perezosa para hacerlo. En mi cabeza voy dándole vueltas al tema, y se me ocurren varias ideas, a veces muchas, a veces pocas, y las escribo interiormente, y me gustan ,o no, pero las olvido, y os leo, y me motivo y paseo y lo mismo y respiro, e idem. Pero a veces, una pallabra, una persona, un sentimiento te acompaña y te guía y en este caso , no sé por
qué razón llegué a Platero, un libro que es una delicia y que tiene vida propia, como «Platero» Nunca dejo de sentir una emoción muy íntima ante esas hermosas palabras y todos los seres vivos que pueblan el relato.
Que hermosas palabras y que sensibilidad la de Juan Ramón.
Busqué entre sus frutas y le puse mis ¿mis? propios adjetivos, y durante la búsqueda y la escritura fui feliz, y eso, ser feliz es lo más importante de la vida. Y muchas veces es solo cuestión de acertar el momento.
Un beso a tod@s y os quiero.
Gracias Ana, tú que me miras bien.
No tengo ni idea de lo que me dices de Soti, me perdí, pero no pasa nada,suena bien eso de jinetes, músicas y criaturas.
Un beso , guapa.
Antonia, si bonito es el micro, más lo es tu comentario.
Un beso.
La verdad, me ha dejado muerto la adjetivación. Cada una es casi un nanorrelato. Felicidades, Antoniagelago.
Un abrazo siempre.
Antonia, muy buen relato. Es verdad los libros encierran un mundo dentro de ellos.
Un saludo y mucha suerte.
Gracias Epi, me alegro de que te gustaran las dos cosas.
Otro beso.
Miguel Ángel, gracias por tu generosidad, y vale acepto «ge» como parte de mi apellido, queda gracioso. También te abrazo.
José Ángel, gracias . Cierto, al menos los libros con fundamento, sean del estilo que sean y escritos con verdad.
Suerte también a ti.
Me ha gustado mucho este relato por el mundo de sensaciones que transmite ese jardín: tus adjetivos llenan el micro de sabores, olores, tacto, colores… Enhorabuena. Y por favor, olvídate de la «altura», que no estamos compitiendo por una medalla olímpica, yo creo que se trata más de disfrutar y hacer disfrutar a los que por aquí pasamos, y desde luego tú lo consigues. Un beso.
Me ha gustado mucho este relato tan corto, tan barroco y tan adjetivizado. Un abrazo.
Saludos.
Es lo que tienen las frutas que te sacan los adjetivos que llevas dentro, je je. Gracias y tomo nota de que es barroco. Otro abrazo.
El premio es gustar, hacerlo lo mejor que en ese momento sepa y pueda, es como ofrecer lo que se tiene, pero intentando buena presentación. Muchas gracias por los ánimos Ana y un beso.
Precioso, Antonia.
Un texto lleno de sensaciones que da gusto leer.
¡¡¡Enhorabuena!!!
Besos.
Muchas gracias Amparo, me alegro de que las sensaciones sean buenas. Besos también.