Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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SEP55. EL ReFLEJO DEL MELOCOTÓN, de Sara Snezha Pozo Rodríguez

Tras esos cristales grandes y redondos se veían unas arrugas, fruto del paso de los años, rodeando unos ojos preocupados que inundaban toda una fría y sombría habitación. En su mirada se podía leer palabras tales como dolor, angustia, desasosiego…

Unos delgados y huesudos dedos sostenían una carta, la dejó por un momento para poder reflexionar sobre las últimas palabras que sin ninguna delicadeza estaban escritas,  a causa del rápido y desesperado movimiento de la pluma… A su lado un melocotón a punto de caducarse, un espejo por el cual nuestro protagonista podía mirarse y verse como si fueran almas gemelas que estuvieran maduras.

21 Responses

  1. Anonymous

    Me ha gustado mucho cómo haces la comparación de la fruta madura y el protagonista. ¿Qué pone en la carta?
    Un abrazo, tu admirador anónimo.

  2. Brevedad y precisión en tu escrito. Haces un buen retrato físico, y dibujas muy bien la decadencia y la soledad del protagonista y su reflejo.
    Buena mirada. Suerte y un abrazo.

  3. María Elejoste

    Bueno aqui va mi interpretación: el de las gafas es Epi, quiere jugar al escondite y luego se nos camufla con gorros etc. Lo del dolor, lo siento, son reminiscencias de la medusa… desasosiego por el bondage (ya llegaré a tu relato ya, que sólo mpor el título…)El melocotón pocho, se siento así ante el relato de su niña Sara…
    Bueno en serio, relato abierto, que dirá la carta?, pero que cierto esd que las palabras pueden llegar a matar y hacernos daño.Una cosa «un espesjo por el cual»… no sería «un espejo EN el cual..». metafórico con melocotones de tu madre y el pochi de tu padre (con cariño!!!)

  4. María, jajaja qué graciosa eres !! Me gusta mucho tu interpretación 😉
    Gracias por corregirme jo es verdad… Sé que las preposiciones son mi talón de aquiles… pero te lo agradezco que me lo hayas dicho 🙂

    Un abrazo, Sara.

  5. luz rodriguez garmon

    Sara eres muy TÉTRICA: la fría y sombría habitación, los dedos huesudos…. y MISTERIOSA: por Dios, danos una pista sobre la carta!!!! o tendremos que esperar al próximo relato????.
    Sigue, mi niña.

    1. Sara, escritora, nunca hay «nada» en una carta. Un papel en blanco no es una carta. En tu carta pone muchas cosas, tristes, dolorosas, crueles, nostálgicas. No vayas a engañarnos ahora. Podremos soportar su contenido, pero si prefieres que sea secreto, esa es otra historia. Saludos y abrazo.

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