Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

13. SIN ÁNIMO DE OFENDER (A. BARCELÓ)

Pili y yo éramos amigas inseparables hasta que conoció aquel potentado y se casó con él. Entonces, se convirtió a la religión de la ostentación y todo cambió. Empezó presumiendo de ropa y complementos, continuó con los coches y las propiedades, luego vinieron los almuerzos y las fiestas con la jet set y el remate fueron los viajes. Se unió a la moda de mandar por Whatsapp fotos de sus pies apuntando a un fondo idílico: las impresionantes vistas desde la piscina del Marina Bay de Singapur, la costa griega desde el velero, los horizontes perdidos desde las Seychelles… No creo que fuera consciente de hasta qué punto aquello podía fastidiar, pero terminamos por perder el contacto.

Hace poco, volví a saber de ella y quise reanudar nuestra amistad. Le envié unas fotografías mías con vistas de mi pueblo y otras de la Isla de Benidorm el día que pillé primera línea en sus atestadas playas. No creo que se molestara, aunque no me contestó. Tal vez sea que no le llega bien el Whatsapp a la nueva mansión que le ha proporcionado su maridito, por firmar unos papeles que no debía.

18 Responses

  1. El que avisa no es traidor, así que si la chica dice que es sim ánimo de ofender, habrá que creerle…
    No sólo las palabras, sino el tono con el que se cuenta la historia de estas dos ¿amigas? y la frase que cierra el micro lo dicen todo.

    Resumiendo: felicidades.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Barceló Martínez

      Hola, Mariángeles. Lo primero es agradecer que siempre seas tan generosa dedicándome tus comentarios. Sabiendo lo bien que escribes, esas palabras tan favorables que me dedicas son un acicate moral tremendo.
      Con todo el ánimo de agradar, un fuerte abrazo AMIGA (sin interrogantes).

  2. Ángel Saiz Mora

    Cuando se produce un caso de enriquecimiento ilícito, o de corrupción, invariablemente sucede que quienes hicieron acopio de un dinero que no les pertenecía a manos llenas pasan a formar parte de un mundo en el que se creen mejores e inmunes, varios escaños por encima de los demás. La fotografía de arriba a abajo bien lo simboliza. El desprecio hacia la vida anterior es algo asociado a ello. Por fortuna, a veces terminan bajo el escarnio público de un juicio y en prisión. El título, que lo dice todo pero no apunta a nadie, es de lo más apropiado.
    Una historia tan de triste actualidad que parece muy real, con una perspectiva bien aprovechada de la imagen propuesta.
    Un abrazo, tocayo. Suerte

    1. Barceló Martínez

      Ángel, querido tocayo, sé que me repito al decirte que tus comentarios se han convertido en algo indispensable de esta querida página. Enriqueces todos los textos con tu interpretación, que yo creo que va incluso más allá de lo que el autor intenta transmitir y así me lo has demostrado en este último comentario, añadiendo a la narración la perspectiva. Quizá mi subconsciente había tenido en cuenta ese detalle al recibir la inspiración para escribir el relato, pero yo ni me había percatado de ello, me ha encantado el apunte.
      Gracias de corazón por estar aquí, un abrazo.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Edita. Mil gracias por tus palabras. La verdad es que me gusta ser irónico y mordaz en mis relatos de vez en cuando y espero conseguirlo «sin ofender a nadie», aunque a nosotros, los ciudadanos, nos ofenden todos los días los desmanes de los que debieran dar ejemplo de nobleza y responsabilidad, pero qué se le va a hacer, como diría un amigo mío: esto es más viejo que el hilo negro y, mal que nos pese, la condición humana evoluciona muy poco en lo relativo a la moral.
      No escogí el día, ha sido una coincidencia, aunque quizá el destino haya puesto algo de su parte.
      Un cariñosísimo abrazo.

  3. Jesús Garabato Rodríguez

    Hola, Ángel. Muy ingenuo o raro debo de ser porque lo que yo intuyo en el trasfondo de tu relato no me lleva a ninguna actualidad papelil, sino a la firma (eso sí, puede que en un estado de obnubilación transitoria por parte de él) de algunas capitulaciones matrimoniales desventajosas para uno y ventajosísimas para otra. Sin ánimo de ofender, como la que nos habla y su amiga supongo que pertenecen a la tribu de las chonis, habrá que aceptar alguna «construcción gramatical» puede que poco canónica, a mi entender, en su narración. Ya sin bromas, puede que por lecturas previas o por influencia de la zona donde vivo prefiera algunas elecciones a la hora de escribir un texto a otras. Por ejemplo, en la primera frase me «suena mejor» (o más «natural») «hasta que ella conoció a aquel potentado». Pues nada, que me gustado tu historia. Esperando no haber metido la pata, te mando un saludo. Suerte.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Jesús. Valoro mucho tu criterio, tienes licencia para exponer lo que te venga en gana, además, siempre lo haces con el máximo respeto. De nada me serviría una opinión endulzada, el que escribe tiene que someterse a la opinión del que lee y hay tantas opiniones como personas.
      Llevas toda la razón en que el final del relato se puede interpretar de otra forma. En principio, yo lo había terminado haciendo una aclaración que zanjaba cualquier otra opción, pero no me gustó. La frase que cierra el relato tenía fuerza y decidí dejarlo ahí, aún a sabiendas de que abría la otra posibilidad que tú, con tanto acierto, apuntas. El tener dos posibles finales lo enriquece, ¿no crees? Quédate con el que más te convenza.
      En cuanto a la gramática, espero acertar más la próxima vez.
      Mil gracias Jesús. Un fuerte abrazo.

  4. María José Sánchez

    Hola, Ángel, mi apreciado amigo. Tu relato, cuya trama se presta (como la de todos) a muy diferentes interpretaciones, está muy bien escrito. Aparte, un tema de rigurosa actualidad. Sea cual sea la exégesis, el caso es que aquí hay un “ meter la mano donde no se debe meter”.
    Por otro lado, el asunto de las amistades que terminan porque cada una sigue un derrotero diferente en la vida. Conozco casos y, bajo mi punto de vista, no se debe perder el contacto con gente que aprecias por mucho que cambien las circunstancias. La persona debe ser la misma hasta el fin de sus días.
    Las fotitos en el WhatsApp me tiran para atrás. Yo siempre tengo flores o paisajes. Ni una foto mía. Cuestión de gustos.
    Me ha gustado mucho.
    Besitos, Ángel.

  5. Barceló Martínez

    Querida María José, gracias por esta valoración tan positiva. Coincido contigo en que las personas deberíamos procurar mantener una línea de coherencia durante toda nuestra vida, es más, creo que lo recomendable sería intentar mejorar con los años, como el buen vino. Escribí una novelita corta en clave de humor que trata sobre esto, el problema es que el protagonista no puede hacer nada por mejorar, pues es un fantasma, literal y figuradamente. Lo del WhatsApp y otras modas es un tema que daría para una larga, pausada e interesante conversación, que espero podamos mantener algún día en uno de esos maravillosos encuentros que se cuecen en esta casa.
    Recojo tus besitos complacido y te los devuelvo con todo cariño. Un saludo.

    1. María José Sánchez

      Ojalá podamos conocernos algún día y charlar de lo divino y lo humano. Lo que pasa es que este va a ser el último relato que presente. Parece que mi estilo no acaba de encajar con lo que se pide, o quizá los textos que escribo no estén a la altura. El caso es que en otros sitios me han reconocido como buenas las cosillas que voy presentando y aquí no, ni creo que se llegue a dar el supuesto. Yo me alegro mucho por todos los compañeros que escogen en cada convocatoria, porque si hay algo que, gracias a Dios, no he sentido jamás es envidia de nadie. A todos les deseo lo mejor.
      A veces, cuando en los comentarios se valoran positivamente mis escritos, pienso que es por cariño. Y me parece genial. Eso es lo que al final va a quedar de nosotros. Sin embargo, me genera mucha inseguridad el ver que, en esta página, no llego a más. Me afecta a la hora de desarrollar la creatividad. Eso no significa que no siga escribiendo por mi cuenta ; es mi gran pasión.
      Si me veo con ánimo, me pasaré a comentaros. Según. Por ahora, lo importante es que yo me sienta bien conmigo misma y recupere la confianza en mi potencial.
      He dudado mucho a la hora de abrir el corazón. La transparencia que me caracteriza me ha llevado a ello. Si me callo, no soy yo.
      Mucha suerte y muchos besos querido amigo. Y para mi Juan Pérez, Jesús Garabato, Salvador Esteve, María José Viz, Mariángeles Abelli, Calamanda, Edita, Carmen Cano, Javier Puchades, Pilar Alejos, etc. Perdonadme si me dejo a alguien.
      A mi querido Eduardo Martin Zurita, si lee esto, un besazo. Últimamente no está. A mi apreciada Nuria Rubio, igual.
      Hasta luego.

      PD: Para que no se piense que quiero dar lástima para obtener resultados, házme un favor Ángel: pide a JAMS que retire mi relato “Algo le ocurre a mi niña”del concurso. Te autorizo. Y, si no es mucho abusar, despídeme de toda la gente, pese a que yo ya lo haya hecho.
      Besitos.

  6. Barceló Martínez

    Hola, María José. Me he quedado perplejo al leer tu comentario. Primero porque confías en mi persona para expresar, con toda humildad, estos sentimientos tan personales y segundo porque supondría un mazazo para muchas personas que aquí escribimos perder tus letras, incluido, aunque no me corresponda decirlo, el propio JAMS, que es como el padre de todos y creo que para todos guarda un rincón en su corazoncito.
    Parece que esta es una decisión que tienes bastante meditada y dudo que mis palabras te hagan cambiar de opinión, pero no por ello podía dejar de expresarlas. Ya que tú me has hecho estas confesiones, yo también te confesaré algo. Llevo escribiendo bastante tiempo y jamás he tenido ningún tipo de premio o reconocimiento, ni sé si algún día lo tendré. Escribo por vocación, por necesidad y por capricho. No te niego que me gustaría tener éxito en lo que hago y poder vivir de ello, pero creo que eso del éxito está sobrevalorado. Descubrí esta página y ha sido una bendición para mí. Aquí he aprendido a amar el microrrelato como género y cada día me gusta mucho más. Aprendo escribiendo y más todavía leyendo lo que vosotros escribís. Los comentarios de los compañeros me llenan, procuro contestarlos todos, para intentar agradecer que se hayan tomado la molestia le leerme y, sobre todo, el tiempo para escribirme. Me parece algo impagable. Me gustaría hacer algún comentario a todo el mundo, pero es imposible y voy a salto de mata. Todo esto para decirte que escribir aquí ya es un premio.
    Este año conseguí que escogieran un relato mío en una de las convocatorias, la primera vez que me pasa. Me llenó de ilusión, no te lo niego, pero la misma ilusión me hace cada vez que vosotros me hacéis un comentario. Al ser seleccionado me propusieron para jurado y ahí viene algo que deberías conocer: el sistema de votaciones es complicado, los jurados tienen los gustos más dispares. Hay varios niveles y es difícil llegar a pasarlos todos. Al final puedes encontrarte votando relatos que tú, en un principio, no habías seleccionado pero han logrado pasar. Es muy equitativo y seguramente hayas estado a punto de ser seleccionada sin saberlo.
    No sé en qué otras páginas escribirás ni el nivel que tienen, lo que sí sé es que aquí el nivel es altísimo, hay gente muy profesional, que ya es alguien en el mundo literario o que podría llegar a serlo en breve. Yo me considero osado por dejar mis relatos aquí, a la vista de todos estos cracks, pero nunca me he sentido cuestionado.
    Espero que medites tu decisión y sigas escribiendo en ENTC, creo que esto no es un concurso, es una comunidad de escritores y lectores que disfrutan de las miles de pequeñas grandes historias que se cuentan. Tómatelo como que a la «niña» de tu concurso le toca madurar.
    Un fuerte abrazo.

    1. María José Sánchez

      Muchas gracias, Ángel. Ya se lo he pedido a JAMS. Puede que haya descargado demasiado en tu persona. Lo siento. Te he cogido cierto cariño, como a otras personas de aquí, y quizás eso me ha conducido a abusar un poquito de tu confianza. No hay vuelta atrás en mi decisión. Te deseo lo mejor, compañero. Y a los demás.
      Besos.

  7. Barceló Martínez

    Hola Marïa José. Respeto tu decisión, aunque no la comparto. Espero y deseo que la revoques en algún momento y vuelvas por aquí. Yo estaré feliz de volver a leerte y no dudes que te comentaré con toda la sinceridad del mundo, siempre lo hago, no sé ser de otra forma, aunque cierto es que practico muchas veces un principio derivado de la canción de Manolo García: «Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir»
    Te deseo toda la suerte del mundo. Un beso de hasta luego.

  8. María Sergia Martín (towanda)

    Hola, Barceló.
    No me gustan las o los ostentosos. Por tanto y para mí esa persona ya estaba nominada desde el principio. Y si encima era tan tontorrona que firmó sin saber lo que firmaba… Espero su foto desde alguna celda orientada al norte.
    Abrazos y suerte.

  9. Barceló Martínez

    Hola, Towanda. Es un lujo para mi recibir tus comentarios. Siempre he creído que la humildad es uno de los valores que más se deben cultivar. Para mi la ostentosidad y la prepotencia son un síntoma oculto de algún tipo de trauma o carencia. Es fácil decir que uno es humilde, pero es difícil demostrarlo. Creo que eres una de las mejores escritoras que habitan en estas páginas y que demuestras en tus comentarios gran humildad.
    Disculpa por la tardanza, estos días ando bastante pillado de tiempo para todo. Espero que no sea tarde para agradecer tu gentil comentario, no me gusta ser descortés con los compañeros que dedican su preciado tiempo a plasmar su impresión sobre mi relato.
    Un cariñoso abrazo, estimada amiga.

Leave a Reply