Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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16. SOLEDAD Y REMORDIMIENTO

Tom necesitaba acudir cada noche al Turkey Dinner.
Era su manera de mezclarse con la gente, de sentirse acompañado, de creer que todavía formaba parte de aquella sociedad, que consideraba le había dado la espalda.
Cada mañana, inexorablemente, ocultaba su rostro bajo una espesa capa de maquillaje, y trabajaba en aquel tétrico teatro de variedades, para ganarse la vida.
Cuando terminaba, acudía al local y se acodaba en la barra durante horas.
Y aunque cada uno iba a lo suyo, siempre con prisas, y a pesar de que muy pocos entablaban conversación, al menos durante ese tiempo conjuraba su soledad y sus remordimientos.
Una vez, incluso, llegó a hacer amistad con una bella joven. Esa fue la única ocasión en la que estuvo a punto de confesar su oscuro pasado.
Sin embargo, todo acabó de repente, cuando un representante le ofreció a la mujer poder trabajar en una película.
Ahora, su historial de asesino en serie le continúa persiguiendo y le obliga a permanecer atado a ese triste maquillaje de por vida.

6 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    La silla eléctrica, la inyección letal o prisión de por ida son medidas, a veces cuestionadas, aplicables en el país de la fotografía a los mayores delincuentes. La privación de libertad o la muerte, siendo castigos severos, no lo son menos que una soledad autoimpuesta para evitar ser apresado y, sobre todo, el propio remordimiento que reconcome. Esa mujer, con la que estuvo a punto de sincerarse, puede que se salvase por poco de una muerte cierta. Él mientras, sigue con su particular condena, debajo del maquillaje.
    Un relato sobre el poder del pasado, de que nadie puede escapar, porque forma parte de cada uno.
    Un abrazo, Gloria. Suerte

    1. Arcos Lado

      Ángel, siempre tan certero en tus análisis. Sí, su silencio y su soledad no son menos duras que los castigos que narras. El único peligro es que se desvíe y vuelva a su historial de asesino en serie. La mujer tuvo suerte en no pasar a ser una más de sus víctimas, aunque al amarla imagino que no la habría atacado. Esperemos que jamás vuelva a su vida anterior y que siga penando por su terrible proceder. Otro abrazo para ti, Ángel.

  2. Calamanda

    Gloria, por qué no puede ser ese asesino errante que dices? Si no conocemos ni al vecino de al lado, a tipos así… Buena propuesta. Suerte y feliz año

    1. Gloria Arcos Lado

      Tienes razón, Calamanda, podría ser cualquiera. Fíjate lo que ha ocurrido con el asesino de Diana Quer. Nunca sabemos a quién tenemos a nuestro lado. Claro que si lo pensamos no podríamos dormir. Un beso muy grande

  3. Gloria Arcos Lado

    Bueno, eso quisiera al menos pensar yo. Y que se esté quietecito. Muchas gracias por comentar, Edita. Un abrazo

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