Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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24. SUEÑOS DE INFANCIA (Isidro Moreno)

Representaciones teatrales, sombras chinescas tras las sábanas tendidas al sol del atardecer, grabaciones de planos de películas sin película y sin cámara… Eran nuestros juegos favoritos. De mayores seríamos famosos actores de Hollywood.

Años después, yo gritaba su nombre desde detrás de la valla. Glamurosa, sobre la alfombra roja de unos importantes premios cinematográficos, sin ni siquiera mirarme, recogía mi humilde ramo de dos gardenias con un mensaje escrito que no leyó: «siempre te querré». Luego, regaló el ramo y dos besos a un importante director de cine que salía del photocall. Observé la perpleja expresión del director al leer mi nota de amor. Mi cara también debió ser un poema sin rima.

Meses después, la prensa del corazón anunciaba el enlace entre mi amiga y el engreído director de cine.

Ayer la vi. Grité su nombre, corrí, la empujé, cayó al suelo, pero conseguí que aquella moto sólo me atropellara a mí.

Hoy por fin ha venido al hospital. Siento que la he defraudado, no he llegado a ser Clark Gable, ni Cyrano, ni Superman. Quiero hablarle pero sólo puedo mover un dedo de una mano y ella no lo ve. Yo a ella tampoco y tengo mucho sueño.

IsidroMoreno

2 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    En la infancia parece que todo esta igualado, los niños parten desde posiciones parecidas. Es curioso comprobar, años después, en qué se convierte cada uno, muchas veces no por sus méritos o deméritos, sino por caprichos del destino. El que su amiga y algo más triunfase y el no se debió a un golpe de suerte, a circunstancias favorables que él no tuvo. No solo eso, sino que ha de apencar con la frustración de no poder conseguir a quien más quiere y todas las calamidades del mundo. Con todo lo peor es no haber tenido ocasión de que ella conociera sus sentimientos.
    Tengo una especial predilección por las historias de perdedores que, pese a ello, no dejan de luchar, como tu protagonista, hasta el último aliento.
    Un abrazo grande, amigo Isidro

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