Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. THEMIS

En el estudio, los responsables del partido se impacientaban por el retraso acumulado y no dejaban de resoplar ante el parco aplomo del artista, que ultimaba la escultura delicadamente según el boceto que pintarrajeó su amigo Jaramillo en una servilleta de bar. Y tampoco desvelaría nada hasta el día de la solemne inauguración presidida por las más altas figuras del poder judicial.
Tras semanas de sonoros resoplidos y vanas injerencias, los responsables del partido, que, sin entender mucho, apenas vieron las sandalias de Themis, pudieron al fin descansar, aunque no por mucho tiempo.
— ¡Pero, qué…!
Ese fue el grito cuando, tras levantar por completo la tela que cubría a la Dama de la Justicia, jueces, fiscales y fuerzas vivas contemplaron a la diosa que, en lugar de una balanza, soportaba un yugo, y en vez de una venda, usaba sus propias manos para ocultar el horror de lo que veía. Eso sí, toda la figura resplandecía, como si la hubieran rociado con una pintura de oro.
Los responsables del partido, que antes se palpaban el bolsillo donde reposaban los excedentes del presupuesto, dejaron de hacerlo, quizás para no dar más pistas, y abobados, comenzaron a sonreír.

6 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Una cosa es taparse los ojos con una venda, para aplicar la justicia sin miramientos, y otra tener que hacerlo para no contemplar el horror. En lugar de balanza y equilibrio, un yugo para pasar por el aro. Ni siquiera una diosa puede quedar indiferente ante las prácticas aberrantes de unos pocos, en perjuicio del bien común. Ese artista sabia lo que se hacía, quién le había encargado la estatua y dónde iba a estar emplazada, por lo que actuó en consecuencia forjando una escultura adecuada al lugar y a los personajes, esos responsables del partido, maestros del disimulo, supuestos servidores de la ciudadanía, que solo buscan el beneficio propio e ilícito, con el gran Jaramillo en un cameo, no sabemos cuál es su relación con los ladrones, pero a él le perdonamos todo.
    Un relato que deja en evidencia uno de los males de nuestro tiempo, las malas prácticas que hacen que todas las estructuras se tambaleen, que el sistema deje de ser sólido, que nadie crea en nada, que la gente, hastiada, vote cualquier cosa cuando llegan las elecciones.
    Un abrazo y suerte, JM

    1. Es tan fácil darle una dentellada a la realidad que, en ocasiones, hay que sacar la burla de Jaramillo -en otro cameo- para no hacer un artículo de denuncia.
      Un abrazo, maestro.
      JM

  2. No sé JM, pero me he visto reflejada en esa dama. Hay días que me tapo los ojos y no quiero ver nada más que mi entorno más inmediato que incluso también me aterroriza a veces. Qué bien has descrito la actualidad y además interviniendo nuestro querido Jaramillo. Suerte.
    Besicos muchos.

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